Con José Saturnino Cardozo al mando del Guadalajara, algunas cosas van a cambiar de cara al próximo torneo. En su estilo de juego y la propuesta, es probable que Chivas se mantenga, con un equipo ofensivo y que busque el arco contrario; sin embargo, en cuanto a planteamiento, todo apunta a que el Rebaño volverá a las bases.
Con Matías Almeyda, Guadalajara jugaba con un esquema de 4-2-1-3: la línea de cuatro en el fondo, dos volantes de recuperación, pero uno de ellos con libertad de buscar él área rival, y quien normalmente era Orbelín Pineda.
En el tercio de ataque, un enganche, que ocuparon varios futbolistas, entre ellos Javier López o hasta Alan Pulido, y finalmente tres delanteros que presionaban la salida del rival y colaboraban a jalar la marcación del cuadro rival en defensa.
Con José Saturnino Cardozo, las cosas van a cambiar. Según ha confesado el paraguayo, el Guadalajara jugará a partir del próximo torneo como indican los cánones: dos líneas de cuatro futbolistas y dos hombres jugando como punta, o bien, dependiendo de las circunstancias y de las condiciones de su equipo, podría tener una propuesta de 4-3-3.
Una de las alineaciones que más consistencia ha tenido durante la pretemporada con Cardozo, se conforma con Raúl Gudiño como arquero; Josecarlos Van Rankin como lateral derecho, -a la espera del regreso del lesionado Jesús Sánchez-, Carlos Salcido, Jair Pereira y Edwin Hernández.
En el segundo sector, Michael Pérez en la labor de recuperación y Orbelín Pineda con mayor libertad de ir al frente; Carlos Cisneros e Isaac Brizuela en la generación por los costados y en punta Alan Pulido y Ángel Zaldívar, los dos ejes de ataque con quien Cardozo cuenta desde el arranque de la pretemporada.