MÉXICO -- El pasto híbrido del Estadio Azteca ha sufrido por las constantes lluvias que se han presentado en la capital del país y los juegos que se celebran en el inmueble, por lo que previo al juego de la fecha 4 entre América y Monterrey se observó el daño en gran parte del terreno.
Los encargados del Coloso de Santa Úrsula decidieron tapar el césped con lonas gigantes con el objetivo de evitar que absorban una mayor cantidad de agua y que el pasto pueda adherirse a la superficie.
Hora y media antes de iniciar el compromiso, una veintena de personas quitó la protección al campo de juego, el cual luce en peores condiciones después del duelo a mitad de semana entre Cruz Azul y Atlas.
La zona más dañada del lugar es la banda que está junto a las bancas, pues se observan grandes zonas de tierra y sin el verde del empastado.
Ante esta situación, se ha vuelto una rutina el minucioso recorrido de los cuerpos técnicos de los diferentes equipos que han visitado el lugar.