MÉXICO -- Miguel Herrera no solo es un director técnico capaz, algo que ha demostrado con la obtención de títulos, sino también es un tipo bondadoso.
El ser generoso quizá lo ha demostrado muchas veces en privado, pero este miércoles mucha gente fue testigo de ello. Después de darle declaraciones a la prensa afuera de Coapa, niños y adultos se le acercaron para pedirle autógrafos y fotografiarse con él. Amablemente atendió a cada uno de ellos y hasta se bajó de su automóvil para que la atención fuera mejor.
Una señora de alrededor de 80 años que suele estar afuera de las instalaciones para saludar a los integrantes del club se acercó al estratega del América cuando él estaba a punto de arrancar su coche. Ambos platicaron brevemente. Miguel le preguntó cómo estaba y le pidió que se cuide, que se fije al pasar la calle.
Ella sonreía, contenta, reflejando la simpatía que siente por el timonel de las Águilas. De pronto, él le extendió la mano como en señal de saludo y le dio dos billetes (de 500), detalle que la señora festejó con otra sonrisa y un gracias, mientras seguía comiéndose un helado.