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Raúl Gudiño se ha especializado en atajar penales

El arquero Raúl Gudiño se convirtió en la figura del Clásico Nacional ante América por atajar un penal de último minuto que pudo significar la caída de Chivas. Sin embargo, pocos recuerdan que el arquero de 1.96 metros lleva en la sangre la capacidad de parar penales, y la de ayer no es la primera ocasión en que detiene en situación de máxima presión.

Quienes lo conocen desde la infancia recuerdan su carrera y su proceso de formación, el cual tomó un súbito cambio con su actuación en el Mundial Sub 17, disputado en Emiratos Árabes Unidos en el 2013. En esa competencia el mundo conoció al arquero de Chivas y a partir de ahí comenzó el seguimiento del Porto.

Jorge ‘Gato’ López, uno de sus forjadores en la cantera de Verde Valle recuerda las condiciones de Gudiño, quien atajó dos penales en los Cuartos de Final contra Brasil de aquel Mundial en Emiratos Árabes, tierra a donde volverá el próximo mes de diciembre para disputar el Mundial de Clubes.

“Recuerdo que llegó una carta de solicitud por parte de selecciones nacionales en donde nos avisaban que Raúl se iba a la selección junto con otros de la categoría 96, pero Antonio Torres (actual tercer portero de Chivas) también andaba muy bien y pujamos para que ambos fueran al Mundial. Fue una gran competencia, muy dura, en donde al final Raúl se quedó con el puesto de titular”, recuerda López.

La actuación de Gudiño en esa justa mundialista fue el parteaguas en su carrera. La actuación que tuvo bajo los tres postes en el juego ante Brasil nunca la olvidará, ya que ahí llamó la atención de los cazadores de talento del Porto

“Fueron ambos al Mundial, Toño y Raúl. Ya en el mundial Gudiño se equivocó en el juego contra Nigeria, pero siguió jugando y Raúl Gutiérrez le brindó toda la confianza, ahí es donde llegó el juego nada menos que contra Brasil, que fue donde atajó dos penales y México clasificó a semifinales”, recuerda el forjador de otros arqueros como Alfredo Talavera, Miguel Jiménez, José Antonio Rodríguez y otros más.

El Gato López recuerda que las virtudes que la gente del Porto vio en él para decidirse a comprarlo a Guadalajara, antes de que llegara a Primera División, fue porque “le vieron un físico y un futuro impresionante, sabían también que podía ser el portero de Chivas de primera división y cuando lo conocieron bien, no dudaron un segundo", recuerda.

Lo rescataron del Atlas

Jorge López rememora que Gudiño llegó a la cantera de Verde Valle por recomendación de otro entrenador de porteros del club cuando el cancerbero estaba en una escuela de futbol del odiado rival: formaba parte de una academia de los Rojinegros del Atlas, pero los colores del corazón pudieron más.

“Estaba Tomás Toxqui, quien me dijo que había un portero de la escuelita de Atlas y que jugaba bien. Su papá de Raúl conoce a Luis Valls (entrenador de porteros en Verde Valle) y pidió una oportunidad; cuando llegó ya destacaba por su estatura, empezamos a trabajar con él y me gustó. Fue compañero de mi hijo en el kínder; lo conozco de toda la vida y eso también influyó un poco. Desde los 11 años llegó y comenzó a trabajar en Chivas con nosotros, aprendió a recorrer, a bloquear, a perfilarse, a achicar entre muchas otras cosas”, reveló.

Gudiño estudia a cuatro pateadores de penal

Por costumbre propia, Raúl Gudiño se dedica a estudiar, al menos, a cuatro de los pateadores de penales del cuadro en turno, los que normalmente figuran entre los que mejor patean y con mayor frecuencia.

Como parte de su trabajo y preparación, Gudiño dedica horas al análisis de videos sobre cómo disparan los cuatro mejores pateadores de cada rival, según confiaron a ESPN Digital fuentes cercanas al propio cancerbero.

En este caso, Gudiño tenía analizado el desempeño de Mateus Uribe desde los once pasos, por eso no le fue difícil conocer la trayectoria hacia dónde iba a disparar el colombiano.