MÉXICO -- El fuerte dispositivo de seguridad realizado en el Estadio Azteca para la semifinal de vuelta entre América y Pumas tuvo poca tolerancia hacia los barristas que intentaron ingresar en estado inconveniente.
Con la presencia de poco más de tres mil elementos de la Secretaría de Seguridad Publica, el Coloso de Santa Úrsula se convirtió en un búnker con los cuatro filtros de seguridad que tuvieron que pasar los aficionados auriazules.
A los integrantes de los grupos de animación les fueron quitados en el primer filtro, palos de bandera y botellas, mientras que en el último antes de acceder al inmueble se les observaba si ingresaban en estado inconveniente.
Algunos seguidores caminaban con problemas al intentar acceder al estadio, por lo que la policía los detenía y dirigía a la puerta de salida, donde les quitaban el boleto de acceso para evitar su reingreso.
Varios barristas corrieron con dicha suerte y alegaban estar en perfectas condiciones para acceder a la cabecera sur.
Del mismo modo, el Ministerio Público Móvil colocado dentro del estadio dio a conocer que hasta las 18:00 horas habían sido detenidas nueve personas por reventa, pero solo se recuperaron dos boletos.
Hasta el momento suman nueve revendedores detenidos y sólo dos boletos retirados. @ESPNmx pic.twitter.com/RreCtUmZYf
— Ricardo Cariño (@ricardocarino) 9 de diciembre de 2018