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Rafa Márquez, del clásico que lo doblegó a una pobre administración

Si bien el retiro oficial como futbolista de Rafael Márquez fue el 2 de julio de 2018 al término de la participación de México en el Mundial de Rusia 2018, el 20 de abril inició el aterrizaje de un viaje de 22 años de carrera deportiva con el homenaje que recibió en su último partido jugado en el Estadio Jalisco cuando Atlas venció a Chivas en el Clásico Tapatío.

Esa noche en el Coloso de la Calzada Independencia la fiesta fue en torno a Rafa Márquez: un 'tifo' en su honor, los jugadores de Atlas salieron al campo con camisetas portando el número 4 y hasta Matías Almeyda, entonces técnico de Chivas, se acercó a Márquez Álvarez cuando salió del campo para darle la mano y hacerle un reconocimiento por su trayectoria.

Tras el triunfo ante Chivas en el Jalisco siguió la fiesta en el vestidor y una inevitable reacción del zamorano, quebrantado y conmovido frente a sus compañeros agradeció cada gesto en su honor.

Una semana después, en el último partido del torneo para Atlas, Grupo Pachuca le hizo un reconocimiento antes del duelo ante los Tuzos; después se confirmó la convocatoria al Tri y su participación en una quinta Copa del Mundo como futbolista para erigirse como el hombre hecho leyenda, al cumplir una marca que pocos consiguieron.

Un mes mas tarde fue presentado como presidente deportivo con la intención de inspirarse en el ADN del FC Barcelona y consciente de que debía ganarse respeto en su faceta de dirigente.

Sin embargo las decisiones que tomó no se vieron respaldadas por buenos resultados. En menos de un año, Atlas tuvo tres entrenadores –Gerardo Espinoza, Guillermo Hoyos y Leandro Cufré- el equipo volvió a los problemas de descenso y acumuló dos nuevos torneos sin pelear por avanzar a la Liguilla.

Tampoco atinó en las decisiones de refuerzos. Sobra decir que ninguno de los elementos que Rafa fichó pudieron llenar el hueco que el propio Márquez dejó, principalmente en cuestiones de liderazgo, y tampoco en materia futbolística.

Un año después hay voces que aseguran que Rafael Márquez todavía analiza su continuidad al frente de la dirección deportiva del Atlas. Aislado y lejano de los ojos de los medios de comunicación, sin asesores directos de su plena confianza en la nómina del Atlas y sin resultados que lo respalden, su permanencia en la organización rojinegra está en el aire.

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