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Messi: El exilio voluntario

La gala del Balón de Oro en París el lunes pasado será el último acto público en el que Messi fue celebrado como el mejor jugador del mundo; sin embargo, cada partido que le resta a su carrera representará un tributo inolvidable.


El pasado 7 de junio Lionel Messi inició los preparativos de su despedida del futbol.

El anuncio de su fichaje con el Inter Miami representó el principio del fin de la carrera más brillante que haya tenido futbolista alguno.

Tras varios días de desgaste en los que el barcelonismo se ilusionó con su regreso luego de que rechazó renovar con el PSG, finalmente Leo decidió no repetir la incertidumbre en la que estuvo inmerso cuando tuvo que marcharse ante la falta de liquidez en el club.

Descartó otras ofertas de Europa y los estratosféricos millones de Arabia Saudita para llegar a un sitio que él y su familia solían visitar en sus vacaciones y en donde tenían la certeza de que serían felices.

“Quiero vivir el futbol de otra manera”, argumentó al explicar su decisión de dejar Europa, la élite del balompié, cuando todo apuntaba a que tenía cuerda para mantenerse ahí uno o dos años más, por lo menos.

Sus palabras no denotaban nostalgia alguna, todo lo contrario. La conquista de la Copa del Mundo en Qatar 2022 facilitó todo para Messi, dado que de ahí en adelante lo que suceda en su carrera será sólo disfrutar. No le falta nada, ya lo ganó absolutamente todo.

La gala del Balón de Oro en París el lunes pasado será, seguramente, el último acto público en el que Messi fue celebrado como el mejor jugador del mundo; sin embargo, los partidos que le restan tanto con la selección Argentina como en el Inter Miami representarán un tributo inolvidable.

En su discurso tras ganar su octavo galardón —tres más que su inmediato perseguidor, Cristiano Ronaldo—, Messi cedió la estafeta a Kylian Mbappé y Erling Haaland.

“No tengo dudas de que ustedes ganarán el Balón de Oro. Será una pelea hermosa durante muchos años”, dijo Leo al elegir una especie de exilio voluntario.

Sabe que le quedan dos o tres años más en activo y sus competencias de mayor exigencia serán con Argentina: las eliminatorias, la Copa América y probablemente el Mundial de 2026, con todo y que ha repetido que será difícil que llegue por la edad.

El pequeño detalle que Leo pasó por alto es que vaya a donde vaya nunca se quitará los reflectores de encima. En tan solo siete partidos le dio el primer trofeo de su historia al Inter Miami y su llegada a Estados Unidos revolucionó en todos los sentidos al deporte de ese país que si de algo puede presumir es de grandes leyendas en distintas disciplinas.

En conclusión, Leo optó por la tranquilidad, no por la comodidad, esa no combina con la exigencia que forma parte de su rutina desde que eligió convertirse en futbolista.

Luego de ‘Maradonear’ en Qatar 2022, Messi puede darse los lujos que le apetezcan, y este cierre de su carrera lejos de la Champions y LaLiga no es otra cosa que una elección consciente y sin arrepentimiento.

A mediados de noviembre jugará sus últimos partidos del año en la eliminatoria mundialista cuando Argentina se mida a Uruguay y Brasil. ¿Después? Después volverá a aparecer en un partido de competencia oficial hasta finales de febrero o principios de marzo de 2024 cuando inicie la nueva temporada de la MLS.

Serán las vacaciones más largas de su carrera. Así lo decidió, ya vive el futbol “desde otro sitio”, en un exilio voluntario en el que sigue siendo el mejor futbolista de la historia.