La Scaloneta llega con buenas sensaciones pensando en el Mundial. Tras ganar la Copa América ante Brasil, con Messi como abanderado y una renovación importante del plantel la ilusión de volver a gritar campeón está más presente que nunca. Pero no siempre le fue bien a la Argentina cuando llegó a una cita mundialista como candidata.
Uno de los golpes más duros fue la eliminación de Corea-Japón 2002, cuando el equipo quedó afuera en primera ronda siendo uno de los grandes favoritos. El conjunto de Marcelo Bielsa venía de hacer unas Eliminatorias perfectas, con un plantel lleno de figuras como Samuel, Sorin, Verón, Batistuta, Crespo, Ortega, entre otros.
Pero el “grupo de la muerte”, al que se llamó así porque lo integró con Inglaterra, Suecia y Nigeria, no lo favoreció en principio. Y luego, el rendimiento del equipo demostró en la cancha no ser el mismo en comparación al que había tenido en la clasificatoria regional.
Un apretado triunfo ante Nigeria marcó un buen debut, pero la derrota ante Inglaterra en la segunda fecha dejó comprometidos a los del Loco, obligados a ganar ante una dura Suecia.
En la última fecha los nervios fueron más fuertes. Suecia se puso en ventaja con un golazo de tiro libre en el complemento y todo se derrumbó. Ortega erró un penal sobre la hora, que tras el rebote Crespo transformó en gol, pero ya era demasiado tarde. El 1 a 1 dejó a la Argentina sin ilusión.
“No ganar el Mundial es un fracaso”, había dicho en la previa a la Copa del Mundo el DT. Y así es recordada esa actuación del equipo nacional.
El Mundial de 2014 encontró a una Argentina que en la previa se metió en el lote de candidatos. Porque de la mano de Alejandro Sabella el equipo había comenzado a ilusionar, con figuras como Messi, Mascherano, Higuaín, Agüero, Di María, Lavezzi…
Las Eliminatorias se habían ganado con comodidad, dos fechas antes del final, y la temible delantera del equipo daba margen para el entusiasmo. Además jugar en Brasil, con un gran apoyo de los hinchas argentinos que en masa se habían instalado en el país vecino, daba un plus.
Esta vez la Albiceleste estuvo a la altura de lo que se esperaba. El equipo se volvió más sólido sobre la marcha y menos ofensivo pese a contar con una delantera temible, pero la idea se fue consolidando y la Argentina llegó a la final.
Pese a hacer un muy buen partido ante Alemania y llegar al suplementario, no alcanzó: Gotze derrumbó a los 113 minutos de juego la ilusión de Messi y compañía.
En Italia 1990 la Argentina era una de las favoritas: venía de ser campeón tras vencer a Alemania 3 a 2 en la final de 1986.
Maradona había demostrado ser el mejor del mundo, había una base sólida que acompañaba al equipo y Carlos Salvador Bilardo estaba dispuesto a no dejar detalle sin revisar para ir por el segundo título al hilo.
La Argentina iba a llegar a la final, donde finalmente perdería ante Alemania con un gol de penal de Andreas Brehme a cinco minutos del final.
El resultado (ser finalista) indica que cumplió con la expectativa generada en la previa, pero desde lo futbolístico el equipo estuvo lejos del ideal, aunque mostrando siempre un compromiso y una entrega para destacar.
Pasó de ronda como mejor tercero, tras caer en el debut ante Camerún, vencer a la URSS y empatar con Rumania.
Pero luego, pese a las lesiones y dificultades que se fueron presentando, el conjunto del Narigón se hizo fuerte desde lo anímico, derrotando a Brasil en octavos por 1 a 0 (recordado gol de Caniggia) y eliminando nada menos que al anfitrión Italia por penales en las semifinales, con un enorme Goycochea.
Luego de ganar el Mundial de 1978 en casa, el primero de la historia, España 1982 esperaba a la Argentina como favorita. Pero esta vez el equipo quedaría eliminado en la segunda fase, donde le tocó integrar grupo con Italia y Brasil, contra los que perdió ambos partidos.
César Luis Menotti siguió su proceso como entrenador, Maradona se había sumado con otros jóvenes como Ramón Díaz, pero al equipo le faltó más renovación y frescura. Perdió en el debut con Bélgica, aunque luego se recuperó al derrotar a Hungría y El Salvador.
Nunca encontró su mejor forma, y la expulsión de Maradona ante Brasil en el último partido del torneo fue una muestra de la impotencia que sintió todo el equipo en esa Copa del Mundo.
Estados Unidos 1994 fue un golpe duro de digerir. De la mano de Alfio Basile la Argentina venía de ganar dos Copa América. El equipo jugaba un fútbol vistoso, ofensivo. Y contaba con figuras como Maradona, Caniggia, Balbo, Batistuta, Redondo…
Sin dudas era uno de los grandes candidatos. Y había empezado de manera prometedora goleando 4 a 0 a Grecia y venciendo luego 2 a 1 a Nigeria.
Sin embargo, el doping de Maradona y la salida del equipo del capitán y gran referente fue un baldazo de agua fría imposible de superar. A Diego le cortaron las piernas y a la Selección también: el equipo iba a ser eliminado en octavos de final por Rumania.