<
>

Cristian Olivera y una carrera de un jugador de 35 años en un pibe de 21

La carrera del joven delantero Cristian ‘Kike’ Olivera, quien debutó en la Selección Uruguaya jugando ante Ecuador en Quito por las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, es sumamente llamativa por el impresionante vértigo que ha tenido, cumpliendo etapas que sólo los futbolistas a punto de retirarse pueden haber vivido.

Olivera nació en Montevideo el 17 de abril del 2002, apenas un mes y medio antes de que se inaugure el Mundial de Corea del Sur y Japón, casi cuatro años antes de que el Maestro Óscar Tabárez iniciara su segundo y exitoso ciclo al frente de la Celeste. Y sin embargo…

El Kike debutó en la B del fútbol uruguayo, sufrió las duras patadas de la divisional, subió a Primera y salió campeón con un equipo en desarrollo (Rentistas), fue a Europa y después volvió a su país para jugar en Peñarol, equipo con el que ganó el Campeonato Uruguayo.

No obstante, al no cumplir las expectativas en el Carbonero, reinició su carrera otra vez, sumándose a Boston River, donde tanto a nivel internacional como local pudo reencontrar su mejor versión. Tiempo después manifestó públicamente su deseo de jugar en Nacional (el otro grande del fútbol uruguayo), pero finalmente partió a la MLS, la liga donde varias figuras internacionales deciden retirarse y donde Kike llegó a enfrentar a Lionel Messi.

Al arco del héroe sólo le faltaría tal vez una última vuelta al fútbol uruguayo luego de haber debutado en la selección mayor, pero en la trayectoria de Olivera aún falta por lo menos una década.

El delantero vivió en cuatro años como jugador profesional (debutó en la Segunda División en el 2019) el sueño o la proyección de una carrera entera.

“El fútbol intenso es lo que a mí me gusta; mis características son la velocidad, el dribbling y el cambio de ritmo. Me gusta cuando el juego se pone de ida y vuelta”, contaba Olivera en ESPN en setiembre del 2020.

Igualmente sus pensamientos no es que deban tomarse con pinzas porque no puedan resistir archivos, no, es que tres años en ‘tiempo Olivera’ pueden ser muchos más, y todos podemos cambiar nuestros pareceres.

Y es que para ese setiembre del 2020, Olivera ya había jugado de niño en Arapey Mendoza, Potencia, Flores Palma, Danubio (AUFI) y Cerrito, en las juveniles de Danubio y Defensor Sporting, y con Rentistas en Segunda y en Primera.

“Al principio me costó porque en la B se guerrea mucho más que la A, no te dejan jugar tanto, los defensas te marcan con oficio, ‘con la carpeta’ y eso me costó, pero cuando le fui agarrando el ritmo se me facilitó un poco. A veces en la B te vas en velocidad, le punteás la pelota al defensa y viene la patada; las canchas tampoco ayudan mucho”, recordaba el atacante.

A fines del 2019 había logrado el ascenso a Primera, y en setiembre del 2020 se incorporaba al Almería de España (en octubre, Rentistas ganaría el Torneo Apertura, certamen en el que el Kike llegó a jugar once de sus 15 fechas).

En aquella entrevista del 2020, Olivera tenía 18 años (ya destacaba su carrera 'a pura velocidad'), y ahora con 21 debutó en la Selección mayor de Uruguay.

Entre los 18 y 21 años de un futbolista podría no pasar tanto, pero en el caso del explosivo Olivera… Ocho meses después de su llegada a España regresó a su país para jugar a préstamo en Peñarol. El 28 de abril del 2021 fue presentado en el Manya, participó de la CONMEBOL Sudamericana donde el aurinegro llegó a las semifinales y salió campeón uruguayo 2021, aunque su último partido de esa temporada lo jugó el 17 de setiembre ante Fénix.

Tras no jugar los últimos 16 partidos de Peñarol en el 2021, el atacante que tiene como referente futbolístico a Kylian Mbappé sumó minutos en tres de los primeros cuatro partidos oficiales del Carbonero en el 2022, pero el 23 de abril el dirigente mirasol Guillermo Varela sentenciaba públicamente: “Kike ya no pertenece más al plantel, ya no está con nosotros, él está en un proceso de recuperación de unos temas individuales vinculados a su salud. Ojalá que pronto pueda estar de nuevo en las canchas siendo competitivo, pero eso no será en Peñarol”.

En julio de ese año se incorporó a Boston River, equipo donde volvió a mostrar un gran nivel, rendimiento que confirmó en la fase preliminar de la CONMEBOL Libertadores 2023 y que le valió la transferencia (pese a declarar públicamente sus intenciones de jugar en Nacional) en el pasado mes de agosto a Los Ángeles FC, club que compró la ficha del atacante al Almería y con el que el 3 de setiembre enfrentó al Inter Miami de Leo Messi.

El 12 de setiembre del 2023 será en la carrera de este futbolista el día en que pudo debutar con la selección mayor de su país, habiendo ya defendido a Uruguay en combinados Sub 15, Sub 17 y Sub 20. Olivera tuvo su estreno con la Celeste al jugar todo el segundo tiempo del partido ante Ecuador en Quito por la segunda fecha de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026 (el entrenador argentino Marcelo Bielsa ordenó su ingreso en lugar de Darwin Núñez).

“Por fin se da el debut de Olivera con la Selección Uruguaya”, o “Broche de oro perfecto para una carrera de vaivenes y talento”, podrían haber sido los títulos de las portadas sin uno repasara la trayectoria a grandes rasgos, sin detenerse en el tiempo transcurrido y entendiera erróneamente que se tratase de un futbolista por encima de los treinta años.

Sin embargo, el camino de Olivera, con varios reinicios y múltiples enganches, pueda aún estar en su punto de partida, todavía teniendo la chance de ponerle pausa y pienso a esa frenética aceleración para tomar mejores decisiones y escribir una carrera tan veloz como inolvidable.