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Los cracks que tiene su última chance de ganar un Mundial

ESPN

La tentación es asumir que Bastian Schweinsteiger entró en declive después de que se escuchó el último silbato en Río de Janeiro el 13 de julio de 2014. En realidad, es probable que haya comenzado antes. Quedó mucho más en evidencia al verlo correr 15 kilómetros en 120 minutos, peleando contra el ocaso y resistiendo al equipo de Argentina a la vez. En la historia del deporte más popular del planeta, hay apenas 20 personas que pueden decir que han sido los mejores jugadores dentro de la cancha en un Mundial. Schweinsteiger es una de ellas.

Eventos de esta magnitud siempre tienen mucha importancia. Para Schweinsteiger, que se vio debilitado por las lesiones en el tobillo, había comenzado el torneo desde la banca y con su récord habiendo participado en semifinales, todo se hacía más pesado. Era su tercera Copa del Mundo y, si bien su retiro internacional llegó dos años después, en todo momento se sintió que no iba a haber una cuarta. Era su última chance, su última cruzada. También lo era para el capitán, Philipp Lahm, el goleador récord, Miroslav Klose y su centurión Per Mertesacker, y todos dieron por terminadas sus careras con Alemania después de ganar el Mundial. Fue un final feliz.

Cada cuatro años esta competencia cobra vida. Parte del valor de la Copa del Mundo se recuesta en su poca frecuencia. Puede que el standard en la Champions League sea más alto, pero siempre está el año que viene. Incluso Gianluigi Buffon, con 40 años, cuyo colapso al final de la derrota ante Real Madrid pareció deberse en parte a la sensación de que era su última oportunidad de ganar un trofeo que siempre lo ha eludido, ha pospuesto su retiro. Puede que todavía le quede otro año, pero el fracaso de Italia en la clasificación de cara a Rusia '18 significó que su última participación en el Mundial fue en 2014.

Si es un ciclo de cuatro años significa que es inevitable el hecho de que algunos grandes no vuelvan a aparecer en la escena global, así es este torneo: Siempre parece haber más, y parecen ser más distinguidos que en las Copas anteriores.

Para la generación que nació a mediados de los ochenta, los hombres que han dominado durante una década, esta parecería ser su última oportunidad o al menos la última cuando están cerca de su mejor forma. No es algo totalmente descabellado que podamos ver a un Cristiano Ronaldo inmóvil en Qatar 2022, quizá persiguiendo el récord de 109 goles internacionales del iraní, Ali Daei, o que Lionel Messi siga evitando el retiro internacional en su intento de emular a Diego Maradona. Pero para los ganadores del Balón de Oro en los últimos 10 años, esto es todo, es la última oportunidad de poder hacer historia en un Mundial mientras continúan en el pico de sus carreras.

En ambos casos, forma parte de una narrativa mejor en la búsqueda del dominio del mundo. Aunque es algo que no sólo depende de ellos, tal como lo podemos ver si hacemos un paneo por todo el equipo. En el caso de Argentina, se siente que para el trío de 30 años conformado por Ángel Di María, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín, es ahora o nunca. El jugador sobresaliente de Argentina en 2014 no fue Messi sino su jugador con la mayor cantidad de partidos en su haber en la historia, Javier Mascherano; cumplirá 38 antes del torneo de 2022 y esta será su último. Sería una narrativa menos emotiva que el villano de la pantomima de Portugal, Pepe, logre triunfar, pero, a los 35, también está dentro del grupo de los que jugarán su último Mundial.

Algunos del equipo español que está dividido en dos generaciones ya han logrado la gloria en 2010. Pero algunos de ellos han definido una era, y esa misma terminara aquí. Para Andrés Iniesta, quien marcó el gol ganador en la final de 2010, David Silva, Sergio Ramos y Gerard Pique, esta será su despedida de la Copa del Mundo. Y puede que también lo sea para Sergio Busquets.

después de la salida temprana de España en 2014, sus colegas de otra época, Casillas, Fernando Torres y Xavi pueden dar fe de los problemas de jugar un Mundial demás; quizá ahora los alemanes, Sami Khedira y Mesut Özil son los que más riesgos corren de terminar en este escenario internacional de la manera menos deseada.

Pero incluso antes de tener en cuenta aquellos que vienen de naciones que por lo general no clasifican con frecuencia, no hay garantías de que puedan tener otra oportunidad, también hay otros que no han podido disfrutar de grandes triunfos y que sólo tienen la próxima semana para poder hacerlo. Para gran parte de la "Generación Dorada" de Bélgica -- Vincent Kompany, Jan Vertonghen, Toby Alderweireld, Axel Witsel y Dries Mertens – este seguramente sea el caso. Para parte del grupo más talentoso de Croacia desde los semifinalistas de 1998 -- Luka Modric, Ivan Rakitic y Mario Mandzukic – tiene la sensación de su última actuación sobre este escenario.

También es el primero de dos de los goleadores más potentes de la década de 2010, Radamel Falcao y Robert Lewandowski. Con sólo un torneo para poder dejar sus marcas, puede que los dos tengan dos partidos más para poder hacerlo. Es el tercer Mundial para sus contrapartes uruguayas que están en sus treinta, pero Edinson Cavani anotó un gol en solitario en 2010 y en 2014, y el impacto explosivo de Luis Suárez tomó la forma de una tarjeta roja después de morder a su oponente.

Los experimentados brasileños, como Marcelo y Fernandinho, están en la búsqueda de la redención después de su caída por 7-1 ante Alemania hace cuatro años. Una última mirada a la Copa del Mundo puede ser algo definitorio: Zinedine Zidane partió en desgracia después del

cabezazo en la final de 2006, y Giovanni van Bronckhorst, en lugar de tener una despedida perfecta, tuvo que mirar cómo España levantaba el trofeo antes de su retiro en 2010.

El defensor holandés fue un jugador valioso más que sobresaliente, esperando poder escribir su cuento de hadas de despedida. Ahora, los grandes de hoy tiene un objetivo similar. Sus éxodos de la Copa del Mundo podrían crear un gran vacío en el Mundial de 2022. Pero primero, sin embargo, hay reputaciones que engrandecer y legados que cimentar. El torneo está repleto de estrellas entradas en edad que aspiran a ser el Schweinsteiger de 2018, jugadores que esperan poder agregar una dimensión final épica a sus carreras dedicadas a lograr la gloria máxima en la Copa del Mundo.