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Mbappé ya es el 'rey' del Mundial

Kylian Mbappé, el goleador más precoz de la selección francesa en una Copa del Mundo, alcanzó en Kazán la consideración de Rey del Mundial. En mayúsculas y sin discusión. La tarde en que las miradas se centraban en un cara a cara entre Messi y Griezmann, el joven crack del PSG se llevó todos los honores y catapultó a Francia a los cuartos de final.

Argentina quiso, sufrió, resucitó y hasta fue capaz de darle la vuelta al 1-0 de una manera tan extraña como esperada atendiendo a ese carácter indomable que acompaña a su camiseta. Pero ni Messi ni nadie atendió a la posibilidad de que el ‘10’ de Deschamps se convirtiera en el auténtico protagonista de la tarde.

Tuvo una presentación majestuosa. En 10 minutos avisó dos veces y a los 12 provocó un penalti después de una carrera soberbia que ni Mascherano ni Rojo fueron capaces de frenar. Sobrevivió la Albiceleste a base de empuje y provocó el repliegue francés, desapareciendo del plano ese contragolpe galo que tanto había amenazado y después del empate de Di María dio la impresión, pensando en la segunda mitad, que nacería un partido nuevo.

SIN FRENO

Y así fue. Porque tras el descanso todo cambió. Ocurrió que apareció Messi, por fin, y de un disparo sin peligro pero con fortuna nació la remontada milagrosa de una Argentina con más ganas que argumentos. Parecía entonces, 48 minutos, que la misión para los franceses sería una quimera. Nada más lejos de la realidad.

Primero le dio aire con un golazo Pavard, lateral semidesconocido en el torneo y que se inventó un obús salvador para los suyos. Fatal para los argentinos. Y es que ese nuevo empate pareció ser un golpe demasiado duro para el ánimo del grupo de Sampaoli, incapaz de encontrar a Messi o de, al menos, ofrecerle espacio y, peor aún, impotente ante la que se le vino encima.

En un abrir y cerrar de ojos, en cuatro minutos, Mbappé dictó sentencia. Primero cazando un balón revoltoso en el área, inventándose un requiebro con aceleración digna del mejor Cruyff para soltar un disparo raso que sorprendió a Armani; después acabando una jugada fenomenal de todo el equipo galo, que retrató el poco orden defensivo argentino para remachar con un fino disparo cruzado la asistencia de Giroud.

Del 1-2 al 4-2 la Francia de Mbappé rompió el sueño argentino a zarpazos. No precisó dominar la posesión, no necesitó la mejor versión de Griezmann, mucho menos de Pogba, ni tampoco se hizo con el pase gracias a una defensa mayúscula. Se bastó con las apariciones contadas y maravillosas de su nueva estrella. Un jugador llamado a convertirse en número uno. Va camino de ello.

Autor de dos goles y protagonista de otro al forzar el penalti con que se abrió el partido, Kylian Mbappé, a falta de quien se lo discuta de aquí en adelante, se convirtió en el Rey de Rusia.

Por más que Argentina, todo corazón, no se rindiera hasta el último suspiro y con el postrero gol, desesperado, de Agüero convirtiera su despedida en un ejercicio digno de elogio. Cayó… Porque el ‘10’ de Francia así lo decidió.