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Zidane-Materazzi y un cabezazo con Elizondo como protagonista

La final del Mundial de Alemania 2006 tuvo un detalle especial: por primera vez, un argentino dirigió el partido decisivo. Se trata de Horacio Elizondo, quien entró en la historia por tener semejante privilegio.

También, Elizondo quedó en el recuerdo de muchos futboleros, argentinos o no, por la jugada en la que expulsó a Zinedine Zidane, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, quien había anunciado que esa final sería su partido despedida.

A los siete minutos de la primera mitad, el crack francés anotó el 1 a 0 parcial; a los 18, Marco Materazzi puso el 1 a 1 que en definitiva sería el resultado final del encuentro.

La paridad seguiría hasta el tiempo suplementario, que llevó el partido a una dramática definición por penales.

Pero antes de llegar a esa instancia, se dio el hecho que derivó en la roja a Zidane. Sin dudas una decisión difícil de tomar para el árbitro, en una final y ante el jugador de más jerarquía dentro de la cancha.

Todo sucedió en el minuto 110 de juego. Un tremendo cabezazo de Zidane sobre el pecho de Materazzi sacudió todo el estadio. El italiano quedó retorcido en el césped y Zidane junto a él; el balón estaba en otro lado y por eso Elizondo no llegó a ver la acción.

Claro, en esa época no había VAR, lo que habría aportado claridad al asunto. Pero sí estaban las cámaras de TV que siguieron de cerca lo que ocurrió. De todos modos, el más rápido de todos fue el cuarto árbitro, quien en definitiva le avisó a Elizondo lo que había ocurrido.

“Cuando detengo el juego y voy hacia el lugar donde estaba el jugador italiano tirado, ahí les pregunto a mis asistentes, por los intercomunicadores, si habían visto algo. Ambos me dicen que no vieron nada… Pero Luis Medina Cantalejo, el cuarto árbitro en ese partido, me dice: ‘Hubo un terrible cabezazo del 10 de los blancos al 10 de los azules’. No recuerdo si Materazzi tenía justo ese número (en realidad tenía el 23), pero nunca dudé de su palabra. Así que fui y tomé la decisión de expulsarlo”, recordó Elizondo.

Elizondo contó más tarde que decidió dar a entender que el aviso del cabezazo le llegó a través de uno de los jueces de línea, para que quedara claro por qué y cómo llegó a tomar esa decisión, ya que él estaba lejos de la acción en ese momento y no tenía chances de ver lo ocurrido. Lo que aún genera dudas es si efectivamente el cuarto árbitro vio la acción en el momento, o lo hizo segundos después en uno de los monitores de la TV. Algo prohibido en tiempos donde no existía el VAR.

Luego Italia ganó en los penales, y claro está, Francia se perdió la oportunidad de tener a Zidane como uno de los ejecutantes. El francés reconoció que fue bien expulsado, aunque le cuestionó al árbitro las formas de la medida que tomó, ya que sabía que Elizondo no había visto la polémica jugada.

Con el tiempo, trascendió que ocurrió para semejante reacción de Zidane. Materazzi había marcado de manera áspera al francés durante toda la final. Zizou reaccionó primero de manera verbal. Y tras sufrir un agarrón de camiseta, le dijo: “Si querés mi camiseta te la doy en el vestuario”. La respuesta de Materazzi fue, según el propio defensor italiano, “un insulto de los que tantas veces se escuchan en el campo de juego. Le dije que antes que su camiseta, prefería a su hermana”. Zidane, por su parte, explicó que el insulto fue hacia su madre, que estaba enferma.

Lo cierto es que hoy, sin público en las canchas, la transcripción literal de lo ocurrido estaría siendo subtitulada en todo el mundo. Y con lujo de detalles. En ese momento, sin pandemia y con estadios llenos, resultaba imposible escuchar a los protagonistas. Pero el cabezazo, Zidane y Materazzi, con Elizondo como árbitro, quedaron en la historia.