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Cómo el pase atrás siguió al Barça de Messi y cambió la Premier League

No se puede contar la historia de la temporada 2023-24 de la Premier League sin un determinado término: el pase atrás.

El primer gol de la temporada, y el que reavivó la defensa del título de Manchester City, vino de un pase atrás. Y lo mismo ocurrió con el más reciente, que podría definir la carrera por el título: el domingo, Kai Havertz gambeteó hacia la línea de fondo y luego le hizo un pase atrás a Leandro Trossard, quien estaba frente al arco, creando así el gol de la victoria de Arsenal sobre Manchester United.

Los goles aumentaron mucho en la Premier League esta temporada y, casualmente, lo mismo ocurre con el que quizá sea el pase más peligroso de este deporte: la pelota pateada cerca de la línea de fondo, contra el impulso de la defensa, hacia el punto de penal. El pase atrás ha sido el motor de Arsenal en su lucha por el título. También es la razón por la que Manchester City no paraba de ganar la liga, pero puede que no lo haga este año.

Mientras que el pase atrás solía ser patrimonio exclusivo de los equipos más ricos de cualquier liga del mundo, como el Barcelona de Lionel Messi, se ha ido extendiendo. La maniobra, que en España se utiliza desde hace tiempo con gran éxito, ahora está más de moda que nunca en la Premier League, donde casi todos los equipos se han obsesionado con ella.

Independientemente de cómo quede la tabla al final del próximo fin de semana, el pase atrás se ha convertido en el pase que define la Premier League.


Lecciones de Messi, y por qué el pase atrás funciona

En el más alto nivel del fútbol, Barcelona popularizó el pase atrás a principios de la década pasada. El ideal platónico consistía en una diagonal de Lionel Messi a un Jordi Alba solapado, quien luego jugaba un pase atrás al área grande para que el propio Messi lo rematara al arco.

Desde 2010, ha habido siete temporadas en las cinco grandes ligas europeas en las que un equipo ha marcado al menos ocho goles a partir de pases hacia atrás, y cuatro de ellas fueron de los dominantes conjuntos del Barcelona con Messi y Alba. En ese mismo período, Alba entregó 18 asistencias con pases hacia atrás, mientras que ningún otro jugador ha dado más de 10. Y Messi marcó 24 goles a partir de pases hacia atrás, mientras que ningún otro jugador ha marcado más de 16.

Como muestra este gráfico con todas las asistencias de Alba a Messi en La Liga, la mayoría de ellas proceden de pases dentro del área que se juegan alejándose del arco:

Las asistencias de Alba para Messi en LaLiga

Y ahí radica la clave de la eficacia del pase atrás. Instintivamente, los defensores defienden el arco, sobre todo cuando la pelota se acerca tanto a él. Para defender el arco, te acercas más al mismo. Pero el pase atrás básicamente utiliza los instintos tradicionales del defensor para destruir la defensa.

Messi es el mejor en casi todo, pero un trabajo clásico de 2014 demostró que también era el mejor caminando. No es que sea perezoso -aunque también sea una técnica de conservación de energía-, sino que a la mayoría de los futbolistas se les enseña a estar en constante movimiento, lo que los lleva a desocupar zonas de gran valor en el campo de juego mientras persiguen a un rival o la pelota. Si bien Messi es capaz de crearse espacios magistralmente cuando tiene la pelota, cuando no la tiene, deja que el rival los cree por él y luego se queda ahí parado.

Esto es exactamente lo que ocurre con el pase atrás. Cuando el equipo que ataca lleva la pelota hacia la línea de fondo, los defensores naturalmente retroceden hacia su arco, lo que crea fisuras en la zona más valiosa del campo de juego: el área grande. Un entrenador con experiencia en la Champions League me dijo que sus equipos entrenan para estos momentos específicos, y atribuye a Pep Guardiola la popularización de la táctica.

"El que va a rematar se encuentra dentro del área grande, normalmente entre las 12 yardas y el arco. El arquero se está replegando hacia el medio del arco o está fuera de la ecuación por completo, y los defensores se ven obligados a mirar hacia su propio arco", dijo Carlon Carpenter, jefe de análisis de video del Houston Dynamo. "Así que incluso si el pase falla, pueden producirse errores de su parte o dar lugar a tiros de esquina y recuperaciones para el equipo que ataca".

Carpenter es algo así como el gran erudito de los pases hacia atrás (o "cutbacks", como los llama él) de Internet. En 2021, fue coautor de una serie titulada "De dónde vienen los goles" con el analista Jamon Moore para el sitio web American Soccer Analysis. Descubrieron (entre otras cosas) que los remates pateados a partir de pases hacia atrás tenían la segunda tasa de conversión más alta entre todos los pases, sólo detrás de los centros:

"El 97 por ciento de los remates pateados a partir de pases hacia atrás que analizamos se encontraban en niveles de 'bueno a excelente' en cuanto a la expectativa de gol", afirma. "Eso supone una tasa de conversión de entre el 24 y el 54 por ciento para estos remates".

Los datos de Stats Perform ofrecen una imagen similar. En las cinco grandes ligas desde 2011, los remates asistidos por centros fueron convertidos en el 27,2 por ciento de las ocasiones, y aquellos asistidos por pases atrás no están muy lejos, ya que se transformaron en gol en el 22,8% de los casos. Sin embargo, todos lo demás, sí.

Y una de las razones por las que estamos viendo tantos goles en la Premier League esta temporada es que los equipos están haciendo más pases hacia atrás que nunca: con 677 pases atrás, la temporada 2023/2024 es la que más registra desde que se tiene en cuenta esta estadística (2009). La 2019/2020 fue la anterior con mayor cantidad (562), seguida por la 2022/2023 (503) y la 2015/2016 (500). Son más de 100 más que en cualquier temporada anterior, y aún queda una fecha completa por disputarse.

Cómo Arsenal dejó atrás a Manchester City

Puede que no gane la liga, pero es muy probable que Arsenal consiga batir un récord el domingo. Según Stats Perform, el equipo que más pases hacia atrás intentó en una temporada fue Barcelona en 2012-13, con 71. En segundo lugar, hay un empate entre el Arsenal de 2015-16, equipo en el que jugó Mikel Arteta, y el Arsenal de esta temporada, equipo dirigido por Mikel Arteta, con 68. Cuatro pases atrás más, y estos Gunners grabarán sus nombres en la historia (de una base de datos muy específica a la que la mayoría de la gente no tiene acceso).

Arsenal, además, sirve de explicación de por qué estamos viendo tantos pases atrás en la Premier League en general. Tal como escribí hacia el final de la temporada pasada, el lateral que va al ataque es una raza en extinción. En un esfuerzo por crear más solidez tanto con la pelota como sin la misma, equipos como Arsenal y Manchester City han comenzado a jugar con un lateral, y a veces dos, que no se superponen hacia el final de la línea, sino que cada uno entra como un tercer defensor central o se desplaza hacia el mediocampo.

Al mismo tiempo, gracias a la afluencia de talento tanto por parte de jugadores como del cuerpo técnico impulsado por el dominio financiero de la liga, las defensas de la Premier League están más organizadas que nunca antes y son muy difíciles de penetrar. (Lo mismo no es necesariamente cierto con respecto a las otras grandes ligas de Europa, razón por la cual quizá no haya habido un aumento tan marcado de pases atrás).

La razón por la que los centros dan lugar a tantos goles es que, por la definición estadística, cuando un jugador recibe esta clase de pases, él se encuentra detrás de la defensa rival. Por lo cual, si hace el disparo, está haciendo un disparo limpio mano a mano con el arquero. Sin embargo, las defensas están cubriendo cada vez más esas oportunidades que vienen de esos centros.

Los números de este año, en particular, se encuentran bastante inflados a causa del tiempo suplementario. Es mucho más difícil completar un tiro como un centro si lo comparamos con los mismos tiros un tiempo atrás. Pero si eso es cierto y los equipos no están adelantando a sus laterales para avanzar por afuera de la defensa o para abrir la misma, ¿entonces cómo harás para crear oportunidades de calidad de cara al arco? Las jugadas armadas son una opción, pero de lo contrario, la respuesta es el pase atrás.

En vez de tener a un lateral como Alba haciendo el pase atrás, por lo general es el extremo tradicional el que rompe la línea y luego corta con la pelota atrás para evitar el avance de la defensa. Hay un solo lateral, el hombre de Tottenham Destiny Udogie, en el top 10 en cuanto a intentos de pases atrás esta temporada. Como era de esperar, la lista está encabezada por los dos extremos de Arsenal, Bukayo Saka y Gabriel Martinelli:

Los líderes en pases atrás de la Premie League 2023/2024

El aumento de los pases atrás coincide, de alguna manera, con la desaparición del rol tradicional de los delanteros centrales. Teniendo en cuenta la posición de un delantero central en el campo de juego, su rol en un pase atrás raramente será definirlo. No se supone que estos jugadores tengan que estar detrás de la jugada. En vez de eso, el rol de los delanteros centrales es atraer a los defensores alejándolos del área para que alguien más pueda entrar y rematar al arco.

"Exige buen movimiento dentro del área por parte de los delanteros centrales", dijo Carpenter. "El primer avance del atacante debería ser tan intenso como sea posible para obligar a que los defensores avancen en profundidad. Y luego viene el avance de los extremos, los mediocampistas atacantes o los mediocampistas centrales, para ir por las filtraciones que se puedan producir en la defensa. También es un juego de paciencia para ir moviendo continuamente la pelota y de esa manera forzar al rival a tener que ir cambiando repetidamente".

Esto va muy bien con los jugadores de Arsenal, mientras que Havertz y Gabriel Jesus son colaboradores completos en el ataque en vez de goleadores puros. El jugador de Liverpool, Darwin Núñez; el de Chelsea, Nicolas Jackson; e incluso el de Aston Villa, Ollie Watkins, entran en esa descripción – jugadores que colaboran con goles y asistencias, y cuyos movientes sin la pelota facilitan el ataque de su equipo tanto como su capacidad para meter la pelota adentro del arco. Al igual que Arsenal, Liverpool, Chelsea y Aston Villa van a terminar con un record de club en cuanto a la cantidad de intentos de pases atrás.

Lo mismo se puede decir de Brentford, el club cuyo estilo de juego es el que está conformado más directamente según el análisis de las estadísticas. También es cierto para Newcastle United, que ha tenido que descifrar una manera de generar goles después de que las defensas se dieron cuenta de que habían bajado más y enfrentaron al equipo de Eddie Howe como a los otros equipos top de la liga. Y también es cierto para Burnley, que tuvo que ir al descenso, pero ha intentado más pases atrás que Chelsea en 2016-17 y 2018-19, los equipos con la sexta y cuarta mayor cantidad de puntos, respectivamente, en la historia de la Premier League.

Liderado por Pep Guardiola, el DT que guio al club hacia ese perfeccionado pase atrás, Manchester City, por el contrario, ha tomado otra dirección. Su tendencia de usar el pase atrás tuvo su pico en 2018-19, 60 intentos, cuando desplegaban a Raheem Sterling y Leroy Sané como extremos del mismo lado. En vez de cortar por adentro hacia el pie más fuerte e ir por el remate, ambos futbolistas se inclinaron por avanzar y luego usar su pie fuerte para llevar la pelota atrás hacia el área.

Ahora, dejando de lado a Jérémy Doku, Man City en realidad no cuenta con extremos que avancen de esa manera. Pero tiene un delantero central que puede convertir prácticamente cualquier pase que recibe en un gol. Con Erling Haaland en tu equipo, prácticamente quieres limitar el número de pases atrás que haces porque un pase atrás significa un pase hacia otro jugador que no sea Haaland. Bernardo Silva lidera a Man City en cuanto a cantidad de intentos al arco de pases atrás, mientras que Phil Foden y Rodri, en teoría un mediocampista de contención, han intentado la misma cantidad (dos) que el delantero central del City.

Es difícil decir que no ha funcionado: Man City lidera la liga y probablemente vuelva a quedarse con el trofeo. Pero su promedio de goles por partido y su diferencial de goles por partido están apenas quintos en la era de Guardiola. Y si cometen algún error en el último partido, Arsenal estará justo allí, como todos los demás: con el pase atrás hacia el área.