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Todos se fascinan con ella, pero ¿quién inventó la chilena?

Probablemente no hay un remate, sobre todo si termina en gol, que logre tal fascinación como la chilena, pero ¿quién la inventó?.

Más allá de que el mexicano Hugo Sánchez pueda ser nombrado como el mejor ejecutante de esa pirueta en la historia del futbol, la chilena tiene una historia de más de un siglo.

Hoy 9 de abril se cumplen 30 años de la más hermosa versión que hizo que el balón se guardara en las redes, cuando Hugo, entonces delantero del Real Madrid venció a Juan Antonio Pérez arquero del Logroñés. Se le llamó el "Señor Gol" palíndromo de "Logroñés", feliz y exacta coincidencia.

Pero fue en 1914 cuando en Chile, el joven español Ramón Unzaga 'inventó' el bello recurso en un partido en el Estadio El Morro de Talcahuano.

Dicha historia es tan aceptada que incluso el fallecido escritor uruguayo Eduardo Galeano ratifica la versión en su libro "Fútbol a sol y sombra".

Según una investigación para la BBC hecha por el periodista Alejandro Millán, Unzaga, naturalizado chileno, mostró su habilidad en torneos internacionales en que representó a La Roja, como las Copas América de 1916 y 1917 o el Campeonato Sudamericano en Uruguay en 1916. De ahí que los uruguayos asombrados por la contorsión se refirieran a ella como "la chilena".

Otro chileno, David Arellano, era ídolo del Colo Colo y se especializó en el malabar futbolístico y lo hizo famoso.

Cuenta una leyenda, publicada por el Diario ABC, que Arellano murió en 1927 cuando ejecutó la chilena en una gira frente al Valladolid de España, cayó muy mal, se pegó en el abdomen, sufrió una peritonitis que lo llevó a la muerte.

Otras fuentes señalan que Arellano sufrió un choque con un rival. Lo cierto es que el hombre que "se jugaba la vida" con la chilena como cita ABC al 'Divino' Ricardo Zamora, falleció ese 2 de mayo del 27.


BRASIL RECLAMA LA INVENCIÓN PARA LEÓNIDAS

Para los brasileños, como suele suceder en Sudamérica constantemente, hay una disputa por la autoría del malabar, sólo que ellos le llaman 'bicicleta' y alegan que su padre es Leónidas da Silva.

Cuentan que el genio, también conocido como 'Diamante Negro' ejecutó un remate a espaldas al marco con una contorsión y movimientos alternado de piernas el 24 de abril de 1932, que todavía hace suspirar a los viejos cronistas.

Ese gol lo hizo Leónidas, también campeón goleador del Mundial 1938, con Bonsucesso frente a Carioca.

Así, también en Argentina dicen que Luis Indaco es el autor original o para los italianos quien la mostró fue su Carlo Parola, ambos en tiempos posteriores a Unzaga y Arellano.

Lo cierto es que en el futbol las patentes no existen, no se cobran derechos de autor ni regalías. Las jugadas son de quien las hace en ese momento, tal y como Hugo Sánchez hizo de la chilena una marca registrada que nadie le disputa.