El campeón de las dos últimas ediciones -además de las conquistadas en 1977 y 1978- comenzó a perder sus opciones de sumar el tercer título consecutivo en el choque de ida, cuando empató 1-1 en La Bombonera del popular barrio bonaerense de La Boca y hoy, en Asunción, ratificó la eliminación con su derrota por 1-0 ante el Olimpia paraguayo.

Los asunceños, vencedores de la Libertadores en 1979 y 1990, ganaron por la mínima con un tanto del defensa Néstor Isasi, conseguido en un lanzamiento de falta en el minuto 69, precisamente cuando los de Oscar Tabárez parecían apropiarse del ritmo del partido.

El Olimpia se cruzó, de esta forma, de nuevo en el camino de Boca hacia la consecución de un tercer título "encadenado", ya que en 1979 alcanzó su primer título venciendo en la final a los boquenses, que defendían sus títulos de 1977 y 1978.

Los paraguayos, que festejan el centenario de su nacimiento, se enfrentarán en semifinales con el Gremio brasileño, que dio otra de las sorpresas dejando fuera un "histórico", el Nacional uruguayo.

Pese a que los de Porto Alegre rubricaron una excepcional actuación durante las primeras fases de la competición, ayudados por la figura goleadora de Rodrigo Mendes, el Nacional hizo méritos en la vuelta de la eliminatoria para, al menos, haber forzado una prórroga que, sin embargo, no llegó.

Los montevideanos sólo pudieron sacar un empate 1-1 ante el Gremio, insuficiente para remontar el 0-1 de la ida favorable a los brasileños. El Nacional comenzó marcando por mediación de Richard Morales, quien convirtió el penalti cometido sobre Gustavo Varela tras el descanso, mientras que el Gremio aprovechó en el 70 su única ocasión clara y Claudiomiro convirtió el tanto que dio el empate a los brasileños y, por ende, la clasificación para semifinales.

El equipo dirigido por Adenor Leonardo Bachi "Tite" y que el año próximo cumplirá 100 años de existencia luchará por alcanzar la final y aspirar así a su tercera Copa Libertadores, tras las ganadas en 1983 y 1995.

La otra gran sorpresa de estos cuartos de final la protagonizó el Sao Caetano, el joven e inexperto club brasileño, que acabó con el Peñarol uruguayo, todo un pentacampeón de la Libertadores que perdió así sus opciones de acercarse a los siete títulos que mantienen al Independiente argentino como máximo galardonado en la competición.

Los brasileños resultaron ganadores en la lotería de los penaltis, después de vencer en el tiempo reglamentario por 2-1, lo que, unido al triunfo montevideano en la ida (1-0), dejó en tablas el marcador global. Y en los lanzamientos la suerte se alió con los de Jair Picerni, que se impusieron por 3-1.

Daniel Jiménez abrió el marcador para el Peñarol a los 46 segundos de partido pero antes de cumplirse la media hora de juego Jean Carlos igualó para el Sao Caetano. Ya en el segundo tiempo Somalia adelantó a los brasileños para concederles la opción de los penaltis. Senna, Marlon y Robert fueron los "héroes" locales mientras que sólo Bengoechea fue capaz de convertir para Peñarol.

El Sao Caetano, que fundado hace 13 años, está firmando sus páginas más brillantes, pues, en la que significa su segunda participación en la Copa Libertadores, ya ha alcanzado la ronda de las semifinales.

Su rival será el América mexicano en un duelo inédito en la competición. El conjunto azteca, que hoy derrotó al Morelia por 2-1 para un marcador acumulado de 4-2 en la eliminatoria, mantiene su condición de único equipo invicto tras diez partidos disputados en el torneo.

El equipo que entrena el ex seleccionador mexicano Manuel Lapuente, que ganó con goles de Cristian Patiño y José Antonio Castro frente al solitario tanto de Darío Franco para los Monarcas, se presenta como un serio candidato al título final.