Asimismo, el técnico uruguayo dijo tener "la fe intacta" de cara a la revancha del próximo jueves a las 19.30 en Asunción.

"Trabajamos bien, era un partido para ganar. Enfrentamos a un equipo que jugó mucho en defensa y jugó hasta los límites que permitió el árbitro, que fueron demasiado amplios por no decir otra cosa", indicó un contrariado Tabárez en la conferencia de prensa posterior al 1-1 con que Boca y Olimpia igualaron el choque de ida por los cuartos de final de la Libertadores.

Tabárez se quejó al aseverar que "en algún momento pareció un partido de la Libertadores del año 60" y afirmó que se trató de "una noche desafortunada" para sus dirigidos.

"Se puede decir que fue una noche un poco desafortunada, por el árbitro, por el gol que nos hicieron, por los que erramos, por tener que hacer dos cambios por las lesiones de Serna y Balbo, por un montón de cosas no ligamos y estamos un poquto molestos por eso", abundó.

Según Tabárez, el peruano Hidalgo "eligió a quién sacarle amarilla" en el segundo tiempo y "se cuidó mucho de sacarle" a los jugadores de Olimpia que "ya estaban amonestados pese a que habían cometido infracciones fuertes".

El entrenador comentó que la revancha del próximo jueves se jugará bajo "otras circunstancias y esperemos que sea un partido normal", a la vez que dijo estar "con la fe intacta pensando en lo que viene".

"No nos vamos en la misma situación que si hubiésemos ganado, pero no me siento derrotado. Ya hemos jugado muchos partidos de visitantes y además tengo en el plantel muchos jugadores que en este mismo torneo han conseguido cosas muy importantes jugando afuera", sacó pecho.