En debut de Ochoa, Málaga rescata el punto en Riazor

EFE

Después de un año, nueve meses y 17 días sin ver acción en un partido de Liga, Guillermo Ochoa debutó con el Málaga, al ingresar de cambio en Riazor para tomar parte en la visita de los malagueños al Deportivo La Coruña. Sin embargo fue una noche agridulce para el portero mexicano, quien recibió tres goles y se tuvo que conformar con un empate de 3-3 sobre la hora, gracias a un autogol del equipo local.

En un apretado partido, la táctica fija comenzó siendo la diferencia. Pese a que el Deportivo parecía el más cercano a abrir el marcador, fue el Málaga mediante un tiro de esquina que pegó primero. El esférico se paseó de izquierda a derecha por toda el área chica, hasta que apareció Charles en el segundo poste para empujar de cabeza y concretar el 0-1 momentáneo, al minuto 29.

Llegó entonces la oportunidad para Ochoa. Carlos Kameni se vio obligado a abandonar el campo por una lesión y Paco Memo ingresó al minuto 37, haciéndolo luego de 63 jornadas (a lo largo de dos campañas) en las que se quedó mirando desde el banquillo, limitado a jugar en la Copa del Rey. El examericanista no fue factor dentro del encuentro, ni para bien, ni para mal.

Apenas cinco minutos después de haber ingresado, Celso Borges le hizo ver su suerte a Ochoa. El costarricense ganó una diagonal en el manchón penal y simplemente colocó un disparo cerca del poste izquierdo del Málaga, dejando sin nada que hacer al arquero azteca que vio cómo al minuto 42 el marcador ya estaba 1-1.

Tras el entretiempo, nuevamente los tiros de esquina jugaron en favor de la visita. Al minuto 63, Camacho remató contundentemente de cabeza un córner que fue cobrado desde el costado derecho, para colocar así el 1-2 parcial. Esa nueva ventaja tampoco le duró al Málaga, que al 68' se vio alcanzado. Cartabia condujo el esférico desde tres cuartos de cancha y ante la pasividad de la defensa visitante entró al área y fusiló de pierna izquierda a Guillermo Ochoa.

Las cosas se pusieron todavía peor para el mexicano y sus compañeros, pues al minuto 81 llegó un centro desde la banda izquierda, mismo que fue rematado por Lucas Pérez hacia el poste derecho de Ochoa quien infructuosamente se lanzó solo para ver el balón ingresar a las redes por tercera ocasión. Riazor explotó, pues su equipo estaba cerca de ganar luego de más de dos meses sin hacerlo.

Pero festejaron muy temprano. Durante todo el encuentro los gallegos sufrieron las pelotas detenidas y el cobro de una falta sería su perdición. Al minuto 89 el balón llegó mediante un centro al área local y uno de los suyos fungió como villano: Alejandro Arribas remató, al intentar despejar, rumbo a su propia puerta y borró las sonrisas de las tribunas.

A instantes del final, Málaga rescató un punto gracias al 3-3 que ya no se movería, incluso sin importar que la visita se quedó con un hombre menos por la expulsión de Camacho. Tanto locales como visitantes, llegaron a 33 puntos. El Deportivo la Coruña seguirá sumando días sin conseguir victorias y ahora Guillermo Ochoa deberá esperar el diagnóstico para la lesión de Kamen. En caso de ser necesario, el mexicano podría arrancar como titular el viernes, cuando reciban al Sporting de Gijón.