Barcelona tardó, pero termina goleando al Celta

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BARCELONA (Jordi Blanco, corresponsal) Ya son 30 partidos oficiales sin perder. Ya son seis jornadas consecutivas ganando. Ya son números de campeón, en el cabalgar de un Barcelona que superó a un Celta excelente y respondón apoyado, sin disimulo ninguno, en el liderazgo de Messi.

El Barcelona acabó aplastando al Celta con un 6-1 majestuoso tras una segunda mitad que merecería entrar en los libros de historia de la Liga. Y todo ello bajo el embrujo de un Messi que concretó una nueva y sensacional obra de arte. Imposible sumar adjetivos.

Leo marcó el 1-0 con un fantástico lanzamiento de falta en la primera mitad y, ya en la segunda, regaló una maravillosa asistencia a Luis Suárez para el 2-1 y condujo con excelencia la jugada que acabó en el 3-1, justo cuando el Celta se había vuelto a ir arriba.

Y cerró la noche con una maravilla, provocando un penalti... Con el que asistió a Suárez. Lo nunca visto en el Camp Nou.

El show de Messi. Como los Lakers de Magic Johnson, los 49ers de Joe Montana, el Dream Team de Johan Cruyff... Imposible encontrar adjetivos con los que referirse a este equipo y a este líder, capaz de entender como nadie el desarrollo de un partido para conducirlo a su territorio.

El Celta fue un rival digno. Muy digno. Despertó al 1-0 y tras estar contra las cuerdas con el 1-1, el 2-1 le despertó y puso en peligro más de una vez a Claudio Bravo... Pero Messi decidió acabar con la resistencia del equipo de Berizzo. Y cuando acabó con ella, después del 3-1, decidió dirigir el partido a un festival.

Neymar, desafortunado en la primera mitad, hizo sus diabluras en la segunda, pero ni él ni nadie podría hacer sombra a la exhibición de Messi, que provocó un penalti con un regate asombroso... Y decidió hacerle un guiño a la historia. Y a Johan Cruyff, quien seguro que lo debió recibir con una sonrisa.

Messi lanzó el penalti... asistiendo suavemente con un toque lateral a Suárez, que entró por la derecha como una exhalación para marcar. En el Ajax, hace más de 30 años, Johan Cruyff hizo la misma jugada, que acabó él mismo. En el Barça Leo se la dejó anotar al uruguayo.

Aún hubo tiempo para dos goles más, de dos maravillas más, que convirtieron Rakitic y Neymar en un 6-1 incontestable en el marcador, por más que el Celta no mereciera una castigo tan cruel.

Un nuevo hat-trick de Suárez, una avalancha devastadora del campeón, que convirtió la segunda mitad en una maravilla, merecedora del aplauso general. Y un Messi, sencillamente, bestial. Busquets dijo que Leo es un extraterrestre... Y quizá se quedó corto.