El Atlético Madrid sale con inmejorable ventaja de Alemania

LEVERKUSEN (ESPN Digital) -- Eñ Atlético de Madrid sufrió para sacar una victoria por 2-4 sobre el Bayer Leverkusen en la ida de los octavos de final de la Champions League disputada este martes en el BayArena; un partido que pasó de una demostración de poder rojiblanca en la primera parte, a un completo caos.

A los 17 minutos apareció Saúl. El de Champions. El que no duda y no falla.

En el primer contragolpe letal del Atlético de Madrid, el mediocampista español puso el 0-1. Se internó con balón controlado por la banda derecha dejando tirado en el césped a Kampl, que no llega a tiempo para cortarle la carrera para encarar a Dragovic. En un instante levantó la vista y decidió jugársela con el disparo. Un potente zurdazo al ángulo, que gracias a que rozó ligeramente en el defensa rival se fue con efecto, imposible de alcanzar para Leno. Tenía abierto a Antoine Griezmann, que ya levantaba los brazos para recriminarle cuando vio el balón colarse en la puerta. Fue una decisión casi de instinto, clave, que fijó el rumbo de la victoria.

Ni siquiera viéndose abajo en el marcador Bayer Leverkusen podía salir del atasco. Jugaban sin el suspendido Hakan Çalhanoglu, y por tanto, sin brújula. Desconectados de la media hacia arriba, no llegaban a amenazar realmente a Miguel Ángel Moyá, y además perdían balones en zonas comprometidas con una facilidad escalofriante.

Fue en una de esas pérdidas de balón lo que permitió que el Atlético duplicara su ventaja antes de que se cumpliera la primera media hora. La jugada nació de un balón reventado por la defensa colchonera hacia la nada. El balón llegó a Dragovic, pero Kevin Gameiro se lo arrebató inmediatamente y emprendió la galopada a toda velocidad. El central hizo lo imposible por darle alcance, pero fue inútil. Gameiro ya se había colado en el área con balón controlado y tras forzar a Leno a salir, lo cedió con un pase lateral Griezmann, que acompañaba en la jugada, y ya sin obstáculos, puso el 0-2 con toda tranquilidad.

Los hombres de Schmidt no daban crédito a lo que acaba de ocurrir, pero lejos de hundirse, redoblaron esfuerzos para buscar la remontada. Sacó el coraje Kampl, que exigió una gran parada de Moyá, y también Brandt, que casi emula a Saúl. Intentaban avanzar por todos los medios y aumentaron la presión sobre el Atlético, incluso el Chicharito, tan poco habituado a esa labor. Pero no les salían las cuentas y se equivocaban constantemente. Atlético se pudo ir a las regaderas con el 0-3 después de una oportunidad casi idéntica a la jugada en la que marcaron el segundo, pero que Griezmann desperdició con un disparo terrible.

El descanso sirvió para que el Bayer se reorganizara y, por fin, impuso su juego durante un breve periodo. Suficiente para que Karim Bellarabi descontara tras recibir un centro perfecto de Henrichs desde la derecha, pero que sirvió de muy poco, pues a los pocos minutos, el Atlético volvió a abrir la brecha con el tercer tanto. Y de penal.

Lo propició un error más de Aleksandar Dragovic, quien derribó a Kevin Gameiro dentro del área. El atacante francés asumió la responsabilidad del cobro mientras los mil aficionados rojiblancos en el BayArena contenían la respiración, pues no olvidaban que su equipo llevaba cuatro penales fallados al hilo. Pero el exsevillista cumplió con creces. Disparó con potencia y confianza y batió a Leno.

Para entonces el partido se había salido de control para ambos. Error tras error en uno y otro bando, sobre todo en el rojiblanco, que de tener pie y medio en los cuartos de final, acabó dejando con vida a los alemanes en lugar de rematarlos. Sin hacer gran cosa, el Bayer descontó gracias a una sucesión de errores defensivos de los colchoneros. Primero Miguel Ángel Moyá, que en un disparo desde la banda despejó con los puños hacia el área sin tener en cuenta que Chicharito esperaba a centímetros de distancia. Después Stefan Savic, que en su desesperación por evitar que el tapatío hiciera daño, marcó en su propia puerta.

Los nervios se apoderaron del Atlético de Madrid, que prácticamente se encerró en su área. Bayer Leverkusen intentó aprovechar el caos enviando balones a granel al área, donde Chicharito se mantenía al acecho. El atacante intentó una y otra vez, pero no atinó a encontrar la puerta. El Atlético de Madrid sólo esperaba el pitido final. La ventaja era pírrica y la victoria sabía a cualquier cosa menos a eso, pero estaban agotados. Pero entonces llegó la magia en forma de Fernando Torres. Vrsaljko le puso un centro precisos desde la banda y el Niño, que apenas llevaba cinco minutos en la cancha, remató de cabeza casi a puerta vacía aprovechando una terrible salida de Leno.