Southampton dio el golpe en Stamford Bridge y le ganó al Chelsea, que se fue silbado

(EFE) -- Cuesta encontrar una explicación a lo que le ocurre al Chelsea. Cuando parece que no le pueden ir peor las cosas a los Blues, siempre queda una vuelta de tuerca. Este sábado, el conjunto de Graham Potter, que ya no tiene crédito, cayó en casa ante el Southampton (0-1), sumando su quinto partido consecutivo sin ganar.

James Ward-Prowse abrió el marcador en Stamford Bridge
James Ward-Prowse abrió el marcador en Stamford Bridge
AP

Los de Stamford Bridge no ganan desde el 15 de enero, al Crystal Palace, su único triunfo en todo 2013, y en los últimos cinco encuentros solo han marcado un tanto, el de Joao Félix al West Ham United. La derrota no fue lo más preocupante, ya que el partido pasó a un segundo plano tras una escalofriante patada que se llevó César Azpilicueta en la cara y que obligó al español a retirarse del campo en camilla y asistido con oxígeno.

Antes de la lesión del capitán, sin ningún lugar a dudas lo más importante de la tarde, el Chelsea volvió a mostrar su cara más infame, la de un equipo incapaz de competir y dominar pese al espectacular desembolso del mercado invernal: 330 millones que no han servido para arreglar los problemas estructurales de un conjunto que simplemente no tiene gol ni capacidad para remontar.

Cuando al borde del descanso James Ward-Prowse se preparaba para una falta cerca de la medialuna del área, los aficionados 'Saints' se relamían. Lo sentían como un penal. Y no les faltó razón. Derechazo que no alcanzó Kepa y éxtasis de un equipo que resurge bajo el mando del español Rubén Selles.

Potter tuvo que hacer ajustes y metió a Raheem Sterling, que cambió la cara del equipo. De sus botas surgieron las mejores ocasiones del Chelsea. Una cabezazo desviado de Mason Mount, una pared con Havertz en la que el alemán estuvo exageradamente generosos y un remate de cabeza de Sterling que sacó Perraud sobre la línea.

A 15 minutos del final, Azpilicueta, tratando de sacar una pelota dentro del área, se llevó una patada en la cara de Mara. Una acción desafortunada y que tuvo al español atendido por las asistencias durante casi diez minutos. Se fue sustituido, en camilla y con oxígeno, y ovacionado por la grada.

El Chelsea conmocionado, solo tuvo un derechazo desviado de Mudryk para poder empatar. Otra derrota más, otro partido sin ganar para los 'Blues' y un equipo al borde del colapso. Es décimo, con 31 puntos, a diez de la Champions' y con el público en contra, con un sonoro abucheo que siguió al pitido final.

El Southampton de Selles respira un poco más y, aunque sigue colista, se acerca a la salvación: está a tres puntos.