<
>

Sebastián Rodríguez destacó la capacidad de Peñarol para leer qué piden los partidos

Sebastián Rodríguez, mediocampista de Peñarol, habló en el programa “Minuto 1” (radio Carve Deportiva) sobre qué espera del duelo ante Liverpool, y se refirió a características del juego del Carbonero.

Este fin de semana, Peñarol recibe a Liverpool en un partido crucial para ambos, tanto en el Torneo Clausura como en la Tabla Anual. “Es fundamental, para nosotros es un partido importantísimo, no uno que va a decidir el campeonato porque después está el clásico contra Nacional y después tenemos otros rivales que están jugando por otras cosas. Además, el Campeonato Uruguayo siempre es complicado, más cuando se va terminando. Pero somos conscientes y no podemos negar que el partido del domingo puede llegar a marcar bastante la recta final”, comentó.

Rodríguez indicó que Liverpool “es un gran rival”, pero que el aurinegro llega en buena forma y el encuentro se jugará en el estadio Campeón del Siglo, algo que le da ventaja al Carbonero: “en casa con nuestra gente, y sabiendo que estamos bien, tenemos buenas chances de llevarnos el partido”, indicó. En referencia a Liverpool, Rodríguez dijo que es un equipo a respetar porque “hace años que viene haciendo las cosas muy bien”, y elogió su regularidad para mantenerse en la disputa de los torneos. “A nivel de juego, siempre es un equipo protagonista. Quieren llevar la iniciativa del partido teniendo la posesión, siempre intentan salir jugando, presionan, son intensos. En los pocos momentos en que lo han replegado, de igual manera hay que tener cuidado porque salen bastante rápido en las transiciones. Es un equipo bastante completo, si no tienen la pelota igual se sienten cómodos porque hacen transiciones rápidas y tienen jugadores que terminan bien, así que hay que estar atentos”, analizó.

El futbolista de Peñarol también habló sobre cómo la mayoría de los equipos del torneo uruguayo intentan esperar en su propio campo cuando enfrentan al aurinegro, mientras que otros apuntan a una presión alta que no se extiende mucho más allá de los primeros 15 minutos de partido. “Si ese día estamos bien, a los 15’ ya se recuestan por lo general, al menos hasta tres cuartos de cancha y sí intentan hacernos daño con las transiciones”, dijo Rodríguez. También enfatizó que han hablado en el plantel que, cuando sucede esto último, los fuercen a cambiar su estilo de juego, ya que ahí es cuando se les complican los partidos por tener que jugar en largo. “Sabemos que tenemos que seguir intentando jugar y mantener la pelota, porque esa presión no va a durar tantos minutos. Una vez que salgamos del fondo y lleguemos al arco rival, normalmente la mayoría de los equipos se recuestan atrás y ahí jugamos más cómodos”, contó.

Consultado sobre el estilo de juego de este Peñarol, Rodríguez dijo que el equipo “intenta llegar tocando la pelota al arco rival”, pero destacó como virtud principal “la inteligencia para leer los partidos”. “Aún estando mal, como contra Deportivo Maldonado o Montevideo City Torque, hubo inteligencia y madurez de este equipo que eso también es saber jugar al fútbol. No solo con pelota, mentalmente, la madurez. Cuando hemos estado mal, el equipo se ha cerrado, ha sabido defender y si ha quedado con chances de pelota quieta que ha ido a convertir y ha ganado. Lo más rescatable de este Peñarol es la lectura e inteligencia para leer los partidos y saber lo que hay que hacer en cada momento para sacarlo adelante y sacar los tres puntos, que es lo importante”, expresó el mediocampista.

El volante también habló de su rol en el equipo que dirige Darío Rodríguez, y reconoció que a veces tiene que retroceder para construir la salida desde el fondo, sobre todo, cuando el rival está presionando mucho. “Hay partidos donde me han referenciado, un delantero o segunda punta se queda conmigo y me sigue. Por eso Darío me dice que, si a veces tengo que caer a banda, o ir más arriba o quedarme parado en la banda sin participar tanto, pero sabiendo que estoy sacando a un rival de nuestra salida, y que ahí aproveche otro compañero para salir. Es cuestión de leer un poco el partido. Gracias a la libertad que me da Darío voy resolviendo qué necesita el equipo”, comentó.

Un caso así se dio en el partido ante Boston River, por la tercera fecha del Torneo Clausura. “En ese partido no me sentí muy cómodo, se dieron varias circunstancias, pero tenía bastante marca personal, Emiliano Gómez me seguía a la hora de salir. Yo evalué que con las circunstancias de la cancha, que no eran las mejores, decidí sacrificarme un poco y retirarme hacia la izquierda. Ahí Gómez se venía conmigo y muchas veces Maxi Olivera trasladó la pelota hasta más de la mitad de la cancha con libertad porque él estaba parado conmigo. Sus compañeros le gritaban que saliera y él decía que estaba tapándome a mí. Nunca en Peñarol, o muy pocas veces, un zaguero conduce el balón pasando la mitad de cancha sin que el delantero rival lo vaya a presionar de frente. Ahí quedaba un delantero solo para marcar a Leo Coelho y a Maxi porque Gómez o Juan Manuel Gutiérrez se venían conmigo. Intenté hacer eso para darle libertad a los zagueros, y luego poco a poco, agarré más pelotas. Llega un momento en que no te lo hacen más la marca personal, te salen a presionar de otra manera, y ahí me acerqué a la mitad de la cancha. Pero el primer tiempo fue de bastante sacrificio de entender que retirándome a un lado iba a dejar que mis compañeros avancen y generen situaciones”, planteó Rodríguez.

El jugador de Peñarol también se refirió a cómo, con el paso de los años, le fue dando más importancia a las estadísticas, y dijo que las consulta después de cada partido para tener un mejor entendimiento de su propio juego y así ver aspectos a mejorar. Por ejemplo, dijo que jugando en Emelec solía tener entre 90 y 95% de precisión en sus pases, pero aprendió a darle más importancia a la zona de la cancha a la que dirigía sus pases. “Hago hincapié, por mi forma de juego, en la precisión, que haya fallado lo menos posible y que ese porcentaje haya sido en el último tercio o al menos de mitad de cancha hacia adelante. Si tengo 90 o 92%, que es lo que he venido teniendo en Peñarol, si hice 30 pases que al menos 20 hayan sido hacia el tercio final, o hacia adelante. En eso hago hincapié para ver cuántas pelotas productivas jugué o no, más allá de que hay momentos del partido que requieren que juegues más hacia atrás”, señaló.