El primer tiempo ya terminó 2-1, por los dos goles de Ferrari (uno de penal) y el empate provisorio de Leonardo Rodríguez. El segundo período fue un festival para los rosarinos y resultó desesperante para los de Lanús. Marcelo Quinteros (dos), Luciano Figueroa y César Delgado terminaron de destruir a un Lanús que pareció quedar huérfano tras el inesperado alejamiento del profesor Daniel Córdoba que se concretó durante la semana.

El público local se puso del lado del entrenador saliente y el presidente Carlos González se vio obligado a dejar temprano el sector de plateas protegido por la policía. El equipo de César Menotti prevaleció en el campo de juego con facilidad y amplitud. Vitamina Sánchez consiguió claridad para todos sus compañeros; Ferrari aportó su poderoso despliegue desde el sector derecho; Marcelo Quinteros acertó tanto para recuperar la pelota como para distribuirla y Mandra abrió el frente de ataque.

Vitamina fue la luz y lo mejor de la cancha. Ferrari se proyectó con criterio y eficacia, hizo un gol de penal, consiguió otro con una entrada profunda y estuvo a punto de marcar un tercero por encima de la cabeza del uruguayo Claudio Flores, pero reaccionó el arquero y lo privó de ese festejo adicional. Ferrari fue una Ferrari y en Lanús nadie supo cómo detenerlo. A Central le sobraron esta vez fútbol y goles y Lanús lo padeció toda la tarde. Emiliano Papa también rindió cuando subió por la izquierda, para mayor desesperación de los granates. A Central se lo vio muy fuerte anímicamente; todo lo contrario de lo que pasó con Lanús.

El desbarajuste total se dio en el segundo capítulo, en especial después del tercer gol. Central aprovechó la confusión de su rival y lo apabulló. Lanús fue una impotencia tremenda. Del repaso de los goles se desprende que Ferrari concretó el penal abajo y a la izquierda del Flores y que la sanción fue producto de un error y de una falta del chileno Eroz Pérez contra Mandra. Leo Rodríguez igualó mediante un remate rasante desde la media luna.

Ferrari hizo ganar el parcial luego de pasar entre dos defensores y batir a Flores con un envío de derecha. Marcelo Quinteros terminó en la red dos paredes que levantó con Mandra. El quinto pareció una repetición de la conquista que sirvió para el 3-1. Figueroa resolvió con comodidad el antepenúltimo tanto al terminar de darle forma a una maniobra en la que también participaron Sánchez y Marcelo Quinteros. César Delgado entró para lograr el sexto y reafirmar que sabe de definiciones. Fue un pase penetrante de Vitamina y la estocada corrió por cuenta del Chelito. Con la goleada consumada unos 500 simpatizantes de Central festejaron entusiasmadísimos.

Por el otro lado, 4000 partidarios de Lanús compartieron la decepción y un nerviosismo que enrarecía el ambiente.

SINTESIS DEL PARTIDO