Alvarez, por otra parte, anunció que se dispondrá "un operativo de seguridad muy importante" para el partido del próximo domingo entre Boca Juniors y River Plate, en el estadio del primero, considerado de altísimo riesgo.

Para graficar la impunidad que gozarían los violentos en el fútbol, Alvarez sostuvo que "lo que funciona fuertemente como disuasivo no es la cantidad de multas, sino que la multa llegue. El problema no es el aumento, la duplicación, de una pena, si esa pena nunca va a llegar".

Ayer, en una reunión conjunta, las comisiones de Deportes, Legislación Penal y Seguridad Interior, los diputados comenzaron a analizar los proyectos que aumentan las penas para las agresiones cometidas en el marco de los espectáculos futbolísticos.

Allí, en sintonía con el secretario de Seguridad, la opinión de los diputados se inclinó mayoritariamente por pedir mayor eficiencia a la hora de aplicar la legislación actual antes que endurecer las penas.

El funcionario, en contacto con radio 10, informó que "se resolvió aumentar mucho la seguridad de los partidos desde hoy", lo que incluye el encuentro que sostendrán por la noche Racing Club y Rosario Central, en el estadio de Avellaneda, por el certamen casero.

Alvarez indicó que "ese partido se juega en jurisdicción de la provincia de Buenos Aires, en donde están pensando en realizar un operativo de seguridad muy importante, como el que vamos a hacer nosotros en el River-Boca".

Aunque Alvarez no lo confirmó, trascendió que en el Boca-River del próximo domingo se dispondrá un operativo con 1300 policías. Además de la enorme convocatoria de los dos clubes y de la acérrima rivalidad, en el contexto de los actuales hechos de violencia, se suma las dos muertes de hinchas de River padecidas en el clásico jugado en ese mismo estadio en abril de 1994.