Fuentes cercanas a la directiva indicaron que las gestiones boquenses están trabadas por una diferencia superior al millón de dólares para los tres años de contrato que, como base, acordaron ambas partes.

El presidente del Boca Juniors, Mauricio Macri, indicó la semana pasada que era optimista con respecto a la reincorporación de Bianchi al club, pero en las últimas horas no se produjeron avances en las gestiones.

Según Macri, el ofrecimiento hecho a Bianchi es "excepcional" para un país en crisis, mientras que el entrenador no ha dado a conocer un sólo detalle de las negociaciones debido a que hace casi un mes que no tiene contacto con la prensa.

Las declaraciones de Macri, completadas con la frase "todo depende de él", han sido interpretadas como una presión sobre Bianchi y un mensaje a la afición de que el Boca Juniors hace lo posible por complacer a la mayoría de sus miembros.

La prensa deportiva sostiene que en los últimos días hubo avances y retrocesos en las negociaciones y que ambas partes han cedido "un poco" en sus posiciones.

Macri había dicho que mañana, miércoles, anunciaría oficialmente el nombre del entrenador del Boca Juniors para 2003, pero algunos dirigentes han puesto en duda que pueda cumplir con ello.

Las únicas posibilidades son que Bianchi vuelva al club tras un año o que permanezca en el cargo Tabárez, quien advirtió que pretende mejores condiciones para su trabajo, criticado públicamente por parte de la directiva y nunca apoyado explícitamente por Macri.