El volante central acumula diez años de traqueteo con 256 partidos en Primera (Newell's, Old Boys, Deportivo Español, Colón y ahora Independiente), torneos varios (Apertura, Clausura, Libertadores, Conmebol), explicó que "esto es como si hubiese ido a la facultad todo este tiempo. Así como algunos se reciben de ingenieros, yo me recibí de futbolista. Y así como algunos lo logran a los 19, yo lo hice a los 30".

"Cuando estás mucho tiempo en un mismo lugar, tenés la necesidad de ir a otro lado - comentó-. Y un equipo como Independiente era muy seductor. Además, venir acá y encontrarme con el respaldo del técnico y con un grupo espectacular".

Agregó Castagno Suárez, en nota publicada el lunes por la mañana por el diario deportivo Olé, que "por suerte, no me costó mucho la adaptación al ritmo de la ciudad. Un rato con mis compañeros, otro con la familia... Todo salió bien desde el principio".

Reveló también, en relación con el trabajo de pretemporada realizado en Necochea, que "viajamos con un objetivo claro. Tratar de que Independiente volviera a tener una muy buen campaña".

"No sólo por su historia: por necesidad matemática -admitió-, porque estábamos muy comprometidos. Y lo conseguimos porque todas las partes trabajaron correctamente. Con los dirigentes, todo bien. El técnico, armó el grupo. En la parte física, el trabajo con el profe Fleitas fue fundamental".

Según el jugador, "así pudimos superar físicamente a los rivales para que nuestros jugadores más técnicos desarrollen sus capacidades. Y si a nuestros chicos de mayor jerarquía le sumamos la buena conducción y un excelente estado atlético, encontramos la clave de este proceso tan armónico para todos".

Acerca del definitorio empate frente a Boca Juniors de la penúltima fecha del Apertura, recordó Castagno Suárez que "habíamos tenido mucha presión durante las semanas anteriores. Veíamos que era nuestro campeonato, que no se nos podía escapar. Pero también, que nos teníamos que enfrentar a Boca, el único que nos podía robar el campeonato. Hasta esa semana sufrimos la presión. Fue todo un torneo jugando finales".

Sobre su llanto a la finalización de ese encuentro, apuntó que "como se dio el partido, sin haber jugado bien y tras haber empatado sobre la hora... fue un golpe anímico. Para bien. Sinceramente, me sentí campeón después del partido. Y sí... No pude evitar las lágrimas.

Interrogado sobre si antes, en su larga carrera, había llorado a la finalización de un encuentro, respondió el mediocampista que "tanto, no. Estaba muy contento. Se combinaron un montón de cosas. La ansiedad, las ganas, el sueño de salir campeón".

"Lo tuve siempre. Pero a veces se hace difícil cuando se trata de un deporte de conjunto -prosiguió-. No todos tienen la suerte de intervenir en un grupo así. Ahora lo puedo disfrutar. A mí siempre me costó todo".

También expresó Castagno Suárez que "me quedaba hacer la tesis y salir campeón. Ya tengo un título. Ahora apunto a que el año que viene peleemos de nuevo el torneo. Quisiera quedarme, jugar la Sudamericana —o como se llame— y después, otra Libertadores. Pero en este club, donde tiene tanta tradición".