El presidente de Blanquiceleste SA, gerenciadora del fútbol del quebrado club de Avelleneda, expresó que deberá ser "creativo" para disponer de los mejores jugadores con poco dinero, a la vez que anunció que se desprenderá de un solo componente del actual plantel, "para no desarmar el equipo".

Marín dijo conocer interés de clubes europoes por "unos cuatro jugadores" de La Academia, pero desestimó que se hubieran iniciado negociaciones oficiales para avanzar en esas operaciones.

Los futbolistas aludidos por este hombre de negocios vinculado a medios periodísticos y publicitarios son los delanteros Nicolás Pavlovich y Diego Milito, el centrocampista Adrián Bastía y el arquero Gustavo Campagnuolo.

"Si por ellos llega una oferta concreta, uno vamos a vender, pero no vamos a desmantelar el equipo", insistió Marín en declaraciones a Radio La Red.

"El único empresario que me llamó fue para hacer gestiones por Milito en Inglaterra, por lo cual no comprendo los trascendidos que lo vinculan con la Roma de Italia", enfatizó quien luego consideró "antieconómico" realizar incorporaciones de jugadores sólo para disputar la Libertadores.

Aseguró que cumplirá con la pretensión de Ardiles: la contratación de un "defensor central y de un carrilero con ida y vuelta y marca"; y que evalúa "cuatro o cinco" candidatos para cubir el puesto de defensor (trascendió que sería Eduardo Tuzzio, Daniel Díaz u Horacio Ameli), y desestimó el retorno al equipo de Gabriel Loeschbor, "por cuestiones económicas".

Por último, Marín negó el traspaso del colombiano Gerardo Bedoya a River Plate, porque para ello "debe haber un jugador interesante" de la entidad de Núñez para Racing, que sea incluido en la operación.