Tiene desilusión por partida doble

Tras su destitución en Rosario Central, el "Flaco" Menotti será sustituído por Miguel Angel Russo, un discípulo de su archirrival ideológico: el "Narigón" Bilardo; aquí una breve reseña de la disputa

MADRID -- El fútbol es una olla a presión de rivalidades: España contra Italia, Real Madrid contra Barcelona, Brasil contra Argentina y César Menotti contra Carlos Bilardo, el no va más de los debates apasionados.

El "flaco" Menotti acaba de ser destituido por los dirigentes de Rosario Central, el club en el que surgió como futbolista, y su relevo será Miguel Angel Russo, un discípulo, cómo no, de "narigón" Bilardo.

El relevo responde a una lógica futbolística en Argentina: si te fracasa el sistema Menotti, probá con el modelo Bilardo.

Dos concepciones antagónicas del "deporte rey": la de Menotti basada en la prevalencia del ataque sobre la defensa y, por lo tanto, la actitud creativa por encima de la destructiva; la de Bilardo, más conservadora, ligada al sometimiento de la improvisación al orden dictado desde el banco.

Jorge Valdano define los dos "modelos" de la siguiente manera: el "menottista", tradicional, abierto, romántico; el "bilardista", europeísta, estricto, represivo.

Ninguno se ha impuesto decisivamente al otro -si Menotti tocó el cielo con la conquista del Mundial de Argentina 1978, Bilardo bailó con los ángeles en el de México 1986- y cada uno tiene sus defensores y detractores.

En esta disputa, Valdano, Johan Cruyff y Pancho Maturana estarían con Menotti, mientras muchos entrenadores italianos y el ex seleccionador español Javier Clemente elevarían sus voces en defensa del "narigón".

Hay quien se queda en el medio, casi un imposible en Argentina, como Diego Armando Maradona, que reparte sus elogios y sus dardos entre ambos.

A Menotti lo admira por su "inteligencia" y porque le hizo debutar con la selección en enero de 1977 en un amistoso contra Hungría, pero no le perdona que le dejara fuera del Mundial de 1978.

A Bilardo lo considera "un padre" después de que le otorgara el brazalete de capitán en México 1986, con gran enojo de Daniel Pasarella, el "mimado" de Menotti, pero el "narigón" le decepcionó cuando no convocó a Jorge Valdano para Italia 90.

Si se echa la mirada atrás, es fácil comprobar que la guerra dialéctica no repara en armas. En épocas de guantes que abofetean las mejillas del contrario, el duelo hubiera terminado en un día de niebla, en campo abierto, con sables o pistolas.

Cuando Menotti se convirtió en seleccionador de México (agosto 1991), Bilardo sembró inmediatamente la inquietud en la Federación azteca: "Menotti no hizo nada en diez años. Yo, en ese tiempo, dirigí la selección durante ocho años. El, en diez años, quebró al Barcelona, a Boca Juniors, a River Plate, a Peñarol, y ahora, ojalá no quiebre a México".

Menotti no tardó en responder: "Bilardo miente, como ha mentido toda su vida, y actúa cobardemente porque no habla de frente....Jamás le ofrecerán el Real Madrid o el Nápoles porque él está para dirigir el equipo de la NASA".

En otra ocasión (abril de 1999) Menotti aprovechó una pugna con el arquero paraguayo José Luis Chilavert, que le había acusado de ser "un fracasado que hace 20 años que no gana nada", para incluir a Bilardo y a Javier Clemente, otro de sus enemigos.

En un programa de televisión, Menotti no controló la respuesta: "A Chilavert habría que pasearle por los colegios y universidades para que los niños sepan como era el hombre hace millones de años. Primero fue Chilavert, después el mono y luego el ser humano".

"Se imaginan lo que sería juntar en una conferencia a Chilavert, Bilardo y Clemente. Habría que hacer un curso para entenderles", añadió, seguramente sin saber que en materia de ironía fina el técnico español no tiene pelos en la lengua.

Sentenció Clemente: "en alguna ocasión escuché a Menotti hablar durante una hora y no me enteré de nada".

Menotti contra Bilardo, Bilardo contra Menotti, un duelo que ha causado más daño que beneficio al fútbol argentino.

Maradona lo advirtió en México 1986 en plena disputa por el liderazgo con Passarella. "No es posible que cuando nos tenemos que unir, nos desunamos, que sigamos con esa historia de los pros y de los contra de Bilardo, de los pros y de los contra de Menotti. ¿No se dan cuenta de que nos estamos destruyendo?".

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miércoles, 06 de noviembre
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