`Tiene un esguince leve en su rodilla derecha y su participación ante River depende de cómo evoluciona la lesión", dijo el jueves el médico de Boca José Veiga. Pero la cautela de Veiga se contradice con lo publicado ese mismo día en el deportivo Olé, el cual dice que Riquelme no sólo se perdería el superclásico sino que estaría inactivo alrededor de un mes.

Gustavo Liotta, jefe del equipo médico de Boca, explicó que el hábil jugador siente "un dolor en la cara interna" de la rodilla, y agregó que él no estaba en condiciones de asegurar la presencia de Riquelme ante River.

Riquelme sólo estuvo trece minutos en la cancha en el partido que esta noche Boca le ganó a Wanderers de Uruguay por 2-0, en el Grupo 6 de la Copa Libertadores. El jugador reemplazó a Omar Pérez en el inicio del segundo tiempo, pero a los dos minutos de estar en cancha el mediocampista Andrés Aparicio lo cruzó muy fuerte, en una jugada en la mitad del campo de juego.

Enseguida Riquelme se quejó del golpe y no pudo aguantar el partido, ya que evidenciaba una molestia severa en su pierna derecha, por lo que debió ser reemplazado por Christian Giménez.

Mañana el jugador será sometido a una resonancia magnética en el Hospital Italiano de Buenos Aires, para determinar la gravedad de la lesión, ya que los médicos no pudieron adelantar cuánto tiempo estará inactivo.

"Podría llegar a ser una distensión de ligamentos, peo eso no lo puedo asegurar ahora", dijo Liotta. En tanto, el técnico de Boca, el uruguayo Oscar Tabárez, comentó que "Riquelme quería jugar este partido", y por ese motivo lo incluyó en el complemento.

"La suerte nos jugó en contra, evidentemente, porque se trata del jugador más importante del plantel", agregó. Riquelme se dio cuenta de que la lesión que sufrió era de importancia, porque desde el vestuario -adonde se dirigió directamente luego de ser reemplazado- reclamó la presencia del médico, que sólo se hizo presente cuando concluyó el partido.