La dialéctica sobre quién debe ser el portero titular es cíclica en Can Barca. En la actualidad la tripleta Valdés-Bonano-Enke vive en la más completa inseguridad, porque en una semana el portero mejor situado, puede no estar ni siquiera en el banquillo.

Y es que difícil saber qué criterios maneja Van Gaal o más bien Frans Hoek, el encargado de porteros del Barcelona. A principios de temporada, se fichó a Robert Enke, un meta alemán que debería ser el titular, pero que no convenció al cuerpo técnico.

Enke cayó en desgracia después de una poco afortunada actuación copera en Novelda, un partido en el que encajó tres tantos y su equipo quedó eliminado a las primeras de cambio.

Entonces, el alemán era el segundo mejor situado en la carrera hacia la portería. Antes, durante la pretemporada, ya se demostró que por lo que a metas se refiere, Van Gaal no tiene en cuenta la teoría de la continuidad, bien al contrario, los errores de los porteros se transforman en una rápida falta de confianza.

Eso precisamente es lo que le ocurrió a Roberto Bonano, quien en la pasada temporada había desbancado de la titularidad a José Manuel Reina. El argentino, después de encajar cuatro goles durante 45 minutos en un amistoso frente al Ajax en Amsterdam, pasó de titular a no ir ni convocado.

Con todos estos movimientos de piezas el beneficiado, hasta hace escasamente diez días, era Víctor Valdés. El canterano es un meta que apunta maneras y que prácticamente se encontró con la gran oportunidad de su vida sin buscarlo.

Empezó la temporada como tercer portero, pero se convirtió en el meta titular debido a las circunstancias. No ha cometido grandes errores, como en los casos anteriores, pero Van Gaal considera que su problema es que ha ido de más a menos.

Sorprendentemente después de que en Valladolid (20 octubre), el propio entrenador escribiera en una pizarra el nombre de Valdés para corroborar su confianza en el canterano, ya no ha vuelto a contar.

Ya frente al Lokomotiv jugó Bonano (0-1) y el argentino se mantuvo bajo los palos frente al Alavés (6-1). Parece que el meta de River Plate hace honor a la camiseta con el número uno y él será el portero en los próximos encuentros, a pesar de la buena actuación firmada por Enke en Brujas.

Esa indefinición en la portería no es nueva en el Barcelona. Ultimamente sólo en dos ocasiones, en los casos de Andoni Zubizarreta y Ruud Hesp, los teóricos titulares han tenido continuidad durante muchos partidos.

Zubizarreta jugó entre 1986 y 1994 301 partidos con el célebre 'Dream Team', encajó menos de un gol por encuentro y marcó toda una etapa, rota en el Barcelona tras el 4-0 cedido ante el Milan en la final de la Copa de Europa de 1994.

En el caso de Hesp, el holandés, una de las sorpresas del primer proyecto de Van Gaal, actuó en 116 encuentros entre 1997 y 2000.

Antes había sido el turno de Vitor Baía, el portero más caro de la historia del club y que jugó muy por debajo de sus posibilidades.