Aimar pidió el cambio a los 20 minutos del partido que disputó el Valencia ante el Osasuna en el Sadar tras un "sprint" en el que sintió un pinchazo en la parte posterior del muslo de su pierna izquierda, e inmediatamente fue retirado del terreno de juego por el técnico Rafa Benítez, quien dio entrada a Miguel Angel Ferrer "Mista".

"Todavía no había usado una velocidad superior hasta ese momento y me di cuenta de que me había lesionado enseguida", comentó Aimar, quien a la conclusión del partido se puso en contacto con un responsable de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) para anunciarle su ausencia en el amistoso del miércoles ante Japón por esta lesión. Los servicios médicos del Valencia han practicado hoy una ecografía al futbolista en la que han apreciado esa dolencia, si bien no han podido determinar con precisión su gravedad por el edema que rodea a la zona afectada. "Pasado mañana me harán más pruebas", comentó el volante argentino.

Curiosamente, la última vez que se lesionó Aimar de cierta gravedad fue hace un año y ocho meses, poco tiempo después de llegar al Valencia, y por el mismo motivo que esta ocasión. "Son cosas normales en el fútbol. Lo feo es que no puedo entrenar con normalidad ni jugar", añadió.

El ídolo de la afición valencianista lanzó un mensaje de tranquilidad a sus hinchas tras la derrota ante el Osasuna y tras su lesión y la de sus compañeros John Carew y Francisco Javier Pérez Rufete: "La afición del Valencia tiene la suerte de ser hincha de un equipo que tiene una buena plantilla, en la que cuando entra un jugador por otro no se nota", señaló. El internacional albiceleste, que salió del Sadar abatido por su lesión, comentó que hoy está mucho más animado y que su intención es "estar anímicamente bien para que la recuperación sea más rápida. A nadie le gusta lesionarse, pero tampoco es para tanto", indicó.