Los integrantes del primer plantel y la directiva, a la cabeza de la cual estaba el presidente, Florentino Pérez, aterrizaron en Barajas pasadas la seis de la tarde procedentes de Tokio, donde derrotaron por 2-0 al Olimpia de Asunción.

Alrededor de medio millar de aficionados, ataviados con bufandas, banderas y pancartas esperaban tras un cordón policial la salida de los pupilos de Vicente del Bosque por la sala 2 de la terminal de internacional.

El primero en aparecer por la puerta fue el capitán del equipo, Fernando Hierro, quien portaba en sus manos el trofeo conquistado por el Madrid, que con su victoria suma la tercera Copa Intercontinental en las vitrinas del club blanco.

A continuación desfilaron el resto de miembros del equipo que fueron subiendo al autobús del Real Madrid, a cuyos flancos se colocaron los aficionados, que buscaban un gesto de sus ídolos y que aclamaron, especialmente, a Iker Casillas.

Jorge Valdano mostró su agradecimiento por el apoyo de la gente y lo consideró "natural" porque se "ha ganado algo importante", al tiempo que subrayó: "de ganar no se cansa nadie, aunque estamos a mitad de objetivos importantes".

A juicio del mandatario madridista, la Copa Intercontinental es el título "más grande" por cuanto supone haber sido vencedor de la UEFA Champions League y señaló que para jugar el partido en Tokio "no extienden ninguna invitación" sino que hay que lucharlo.

Valdano estimó que el plantel del Real Madrid está a la altura de la de "otros muchos" equipos, tanto en España como en Europa, y recordó que el Madrid acumula tres Copas Intercontinentales, lo que le sitúa "en la cima" del fútbol.

El director general deportivo, que expresó su sorpresa por el recibimiento de la afición en el aeropuerto de Barajas, manifestó: "Es una demostración de que el madridismo es consciente del buen momento en el que estamos".

Reconoció que el equipo no puede estar al cien por ciento toda la temporada, sino que habrá altibajos, y dijo que esperan recuperar terreno en la Liga y que el "botín" obtenido en los últimos cinco años "es buenísimo", con un balance de tres Champions League, dos Ligas Nacionales y otras tantas Copas Intercontinentales.

"No podemos pretender ser los reyes del mambo permanentemente. Hacemos lo que podemos", sentenció Jorge Valdano, quien añadió que la política de "Pavones y Zidanes" va a continuar en los próximos años.

Por su parte, el defensa madridista Míchel Salgado declaró a su llegada que dedicaba el triunfo a todos los gallegos por la catástrofe del petrolero "Prestige" y afirmó que ha visto cumplido uno de sus sueños.