Renunció el vice del club

Un nuevo vicepresidente, Gabriel Masfurroll, ha saltado a tiempo del barco barcelonista, ante el inminente hundimiento de éste por las acometidas que el entorno de la entidad realiza contra el presidente Joan Gaspart y sus colaboradores para que abandonen el club

BARCELONA -- Un nuevo vicepresidente del Barcelona, Gabriel Masfurroll, ha saltado a tiempo del barco barcelonista, ante el inminente hundimiento de éste por las acometidas que el entorno de la entidad realiza contra el presidente Joan Gaspart y sus colaboradores para que abandonen el club.

La crisis deportiva e institucional en la entidad catalana es de grandes proporciones. De tal modo que los colaboradores de máxima confianza de Gaspart han empezado a reclamarle que, antes de que las aguas movedizas en las que se encuentra la nave barcelonista engullan a todos sus tripulantes, mejor que deje sus funciones y entregue la entidad a una junta gestora.

Pero Gaspart ha echo oídos sordos a las peticiones y, acogiéndose al principio de responsabilidad, evocado por él el fin de semana pasado, pretende enderezar el rumbo del Barca, en un momento en el que, desde hacía muchos años, el entorno del club se ha puesto de acuerdo para pedir al actual mandatario que cese en su función al frente de la entidad.

Ante el posicionamiento firme de Gaspart, esta mañana se ha conocido que un nuevo vicepresidente, Gabriel Masfurroll, ha dicho basta y se ha apeado. El razonamiento de este gestor empresarial ha sido similar al esgrimido meses atrás por sus compañeros de junta (Jaume Llauradó, Josep Martínez Rovira y Angel Fernández), quienes renunciaron a continuar en el cargo por desacuerdo con la política de Gaspart.

Se da la circunstancia que los cuatro pesos pesados dimitidos habían accedido a su cargo a través de pactos electorales y postelectorales.

Masfurroll fue el primero en añadirse al equipo de Gaspart. De hecho, convocó apresuradamente una conferencia informativa para presentar un inconsistente programa electoral y dejó entrever que no le importaría formar parte de una candidatura de mayor calado. Dicho y hecho; Gaspart fichó a Masfurroll.

El segundo en añadirse a la estela de Gaspart fue Angel Fernández, después de que éste flirteara con el rival del actual presidente, el empresario Lluís Bassat.

Fernández también llegó a la arena electoral con un programa propio, igual que tres años atrás cuando se midió en un mano a mano en las urnas contra José Luis Núñez, quien le derrotó ampliamente.

Josep Martínez Rovira, enrolado en el equipo de Bassat, fue la cuota de la candidatura perdedora que se integró en la directiva de Gaspart. Finalmente, el actual mandatario barcelonista llamó a Llauradó, un histórico en las refriegas electorales del Barca, que nunca llegó a alcanzar la condición de candidato.

Dos años y algunos meses después de todos aquellos pactos, los cuatro vicepresidente han dado el portazo a Gaspart, pero el goteo de dimisiones no concluye con el adiós de los vicepresidentes señalados.

Tras Llauradó, el Barcelona perdió a miembros de la directiva como Jordi Serra, Rafael Soldevilla, Albert Agustí, Ramón Palou, Rafael Fontana, Manuel Carreras, Lluís de Carreras y los históricos Josep María Antrás y Josep Miralles.

Para Gaspart, el adiós de sus colaboradores no pasó de una anécdota, pues entendía que ninguno de ellos era directivo, sino miembros del consejo directivo, un órgano de menos peso en el Barcelona. "Algún día se marchará el delegado de béisbol y diremos que ha dimitido un directivo", subrayó irónicamente Gaspart. El modelo 'gaspartiano' impuesto para la gestión de la entidad es destacado como arbitrario y carente de respaldo por los dimisionarios.

Antes de marcharse Masfurroll, dos miembros del consejo directivo, Goncal Lloveras y el histórico Francesc Aguilar, salieron del Barcelona ruidosamente y se han convertido en auténticas 'gotas malayas' para Gaspart.

También han entrado en escena las peñas, normalmente sumisas ante el discurso oficialista. La Peña Barcelonista de Alcarrás (Lleida), promotora de un manifiesto en el que solicitó hace unas semanas que Gaspart dejase el club, recabó en aquel momento el apoyo de una veintena de peñas; hoy las peñas afiliadas están a punto de alcanzar las 150.

La situación es de máxima complejidad para Gaspart. Ante la insistencia de las fuerzas vivas de la entidad para que abandone el club, él se atrinchera en su discurso, el cuál podría perder valor si sus inmediatos colaboradores empiezan a darle la espalda. Masfurroll ha dado hoy el primer paso y en el club se habla de que habrá más en breve.

Gaspart, como si la guerra no fuese con él, ya ha nombrado a Enric Reyna sustituto de Masfurroll en el cargo de vicepresidente y a Emili Creus, anterior presidente de la sección de baloncesto, como nuevo miembro de la junta. Si no se producen más bajas, sólo quedará por cubrir la vacante del fallecido Francesc Ventura.

- EFE


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