Ronaldo salió de la puerta de vestuarios henchido de satisfacción, exhibiendo con orgullo el balón con el consiguió los tres goles de Manchester firmado por sus compañeros.

El preciado trofeo pasará a engrosar la colección particular de Ronaldo y tendrá un lugar predominante en su domicilio madrileño, para después pasar a manos de su madre, que es la encargada de custodiar todos los recuerdos importantes de la carrera deportiva de su hijo en el domicilio familiar en Brasil.

Ronaldo pareció el viernes tener menos prisa que nunca y los aficionados no tuvieron el menor problema en fotografiarse con el delantero y el balón. Ronaldo quiso disfrutar del momento y alargar la satisfacción del triunfo personal y colectivo.

La posible llegada de David Beckham al Real Madrid sigue estando de plena actualidad, aunque desde el club todos los mensajes apuntan a todo lo contrario, justo lo mismo que con los fichajes de Zidane y Ronaldo.

Los jugadores y el cuerpo técnico prefieren mantenerse en tierra de nadie. "Si tiene que venir, vendrá", es la idea generalizada, aunque la cuestión es buscarle luego una ubicación en el equipo, misión que recae de pleno en las espaldas del entrenador, Vicente del Bosque.

"Zidane tampoco tenía sitio en el equipo y Del Bosque se lo encontró. Si llega Beckham, el entrenador volverá a hacer lo mismo", es la justificación más socorrida.