VIGILIA EN MILANELLO
El sol del mediodía hace lucir más verde aún el césped de las canchas de entrenamiento del Milan, en el predio de Milanello, ubicado al norte de la metrópolis lombarda. Uno a uno, los jugadores van llegando, pagando el inevitable tributo de autógrafos y fotografías a los hinchas apostados frente a los canceles.

Este corresponsal, mientras el camarógrafo y los asistentes preparan el lugar de las entrevistas, observa con curiosidad la atmósfera del lugar, tratando de encontrar algún síntoma de nerviosismo o de ansiedad, en la larga espera del trascendental partido de Madrid ante el Real, el campeón saliente y uno de los rivales más peligrosos para el triunfo final en la Champions League.

Búsqueda inútil: todo luce igual, sereno, tranquilo, organizado, como en cualquier otro día del año. Y con la misma calma y serenidad se acercan los protagonistas de este encuentro, Fernando Redondo y Clarence Seedorf: enfundados en elegantes trajes oscuros, con impecable corbata el argentino y con un más cómodo sweater el holandés. Ambos lucen una sonrisa cálida y distendida mientras saludan y se prestan pacientemente a que los asistentes coloquen los micrófonos y chequeen los parámetros técnicos.

CAMPEONES CON EL REAL
La razón por la que elegimos a esos dos talentosos volantes salta a la vista: ellos ganaron la Champions League, en la temporada 1997/98, justamente vistiendo la camiseta del Real Madrid, contribuyendo de manera fundamental para cortar una ayuna de 32 años. Dos años después, Redondo volvió a levantar la copa más prestigiosa de Europa, pero esa vez sin la colaboración de Clarence, ya transferido al otro equipo de Milán, el Internazionale.

Ahora se vuelven a encontrar, y otra vez juntos tratarán de repetir una hazaña que además sería un récord absoluto: porque varios jugadores pudieron ganar la UCL vistiendo diferentes camisetas - el propio Seedorf lo hizo, con Ajax y Real, pero también tuvieron ese honor Rijkaard (Milan y Ajax) Savisevic (Estrella Roja y Milan), Paulo Sousa (Juventus y Borussia Dortmund), Desailly (Marsella y Milan), Deschamps (Marsella y Juventus), Panucci (Milan y Real), solo para nombrar a los más recientes - pero nunca pasó que ese logro se multiplicara por dos, en el sentido de que dos jugadores repitieran el título juntos.

El camino hacia la final de Manchester está bastante despejado: Milan alcanzó la clasificación para los cuartos de final con dos fechas de anticipo. Sin embargo, el partido que lo enfrentará al Real, este miércoles en Madrid, no será un partido cualquiera, porque Milan tiene la posibilidad de dejar afuera de la competición a uno de los rivales más peligrosos, como por ejemplo hizo en la primera fase con el Bayern Munich. Por otra parte, la presencia en la cancha de nuestros dos huéspedes es la mejor garantía de que se jugará un partido en serio.

EL PRINCIPE ARGENTINO
Comenzamos nuestra charla con Fernando Redondo, ya que el entrenamiento arrancará en pocos minutos, y el volante argentino es famoso por su puntualidad.

- Fernando, volvés a Madrid luego de varios años. ¿Cómo imaginás ese momento?

- Será un momento realmente especial para mí. En Madrid viví unas temporadas fantásticas, y tengo hermosos recuerdos del club y de la ciudad, recuerdos que quedarán conmigo por el resto de mi vida.

- ¿Qué tipo de recepción te esperás?

- Creo que la gente de Madrid me sigue queriendo. Yo dejé todo en la cancha y mi comportamiento siempre fue correcto. Es más, en estos años de lucha contra la lesión, muchísimos amigos madrileños estuvieron cerca, alentándome y brindándome afecto. Sinceramente, me espero una acogida cálida, porque no creo que la gente haya olvidado que mis mayores logros deportivos los obtuve con la camiseta blanca de los Merengue".

- ¿Cómo la Copa de 1998?

- Esa fue realmente una ocasión muy especial. El Real no ganaba la Champions desde hacía 32 años, una eternidad para el equipo más titulado de Europa. Había una tensión, una voluntad, una determinación imposibles de contar con palabras. Y la fiesta fue increíble...

- Tanto vos como Clarence fueron fundamentales para ese triunfo...

Clarence es un jugador fantástico, con talento y personalidad enormes. Ganó su primera Copa a los 19 años recién cumplidos, repitió en Madrid y ahora está en carrera por tercera vez. Es un verdadero placer jugar con él, porque tenemos la misma manera de sentir el juego.

- Muchos están comparando este Milan con el Real. ¿Te parece que haya algún punto de contacto?

- Seguramente. Son equipos que logran hacer coexistir en la cancha a muchos campeones, sin por eso sufrir desequilibrios tácticos o problemas de vestuario. Ambos tratan de ganar dando espectáculo, y son los dos clubes históricamente más exitosos de Europa.

- ¿Qué tipo de partido nos debemos esperar?

- Seguramente un encuentro espectacular. Ellos necesitan ganar, nosotros no vamos a echarnos atrás en un escenario tan prestigioso, y ambos vamos a tratar de manejar nuestras mejores armas, el buen trato y la circulación del balón. Yo creo que va a ser un gran partido, y espero que pueda repetirse en la final, vencer al Real en Manchester le daría aún más prestigio al triunfo.

- ¿Milan es realmente un candidato firme para ganar la Copa? Te lo pregunto porque vos tenés alguna experiencia en eso...p> - Sí, creo que Milan es uno de los candidatos más serios. Me encanta eso, luego de años sin poder jugar, estar otra vez en las mejores canchas de Europa, con posibilidades ciertas de triunfar otra vez. Aparte, quiero devolverle al Milan algo de todo lo que recibí en los momentos malos...

- Es noticia reciente que renovaste el contracto por un año más...

- Si, es cierto, y fue una enorme satisfacción para mí, la mejor demostración de que los momentos malos quedaron definitivamente detrás. Es más, mi recuperación física asombra a los mismos doctores, todos nos esperábamos algún dolor, alguna molestia muscular, que hubiese sido normal vistas las circunstancias. En cambio, todo marcha mil puntos, y estoy prácticamente alcanzando mi mejor forma.

EL PIRATA HOLANDES
Si Redondo tiene pinta de noble, Seedorf se parece más bien a un pirata del siglo XVII, de esos que llenan las páginas de las novelas de aventuras ambientadas en el Mar de las Antillas. De hecho, Clarence no nació muy lejos de ahí, y quizás alguna gota de su sangre tenga realmente origen en los genes de un bucanero caribeño.

- Clarence, ya volviste con otra camiseta al Santiago Bernabeu...

- Si, el año pasado con Inter, fue una emoción muy grande. La gente me trató muy bien, por eso estoy seguro que también habrá cariño para Fernando.

- Haznos un bosquejo de Fernando...

- ¿Qué puedo decir? Como jugador, todo el mundo lo conoce, sabe de su clase, de su elegancia, y también de su dureza en el momento preciso. Como hombre, creo que todos quedamos admirados con su espíritu de sacrificio y su enorme voluntad, para vencer a la lesión y volver al nivel que está mostrando ahora.

- Ya ganaste dos Champions, ¿creés que puedas levantar la tercera en esta temporada?

- Ganar la Copa es algo muy hermoso, pero también muy, muy difícil. Alcanza con errar un partido para quedar afuera. Pero creo que el Milan está muy bien equipado para luchar hasta el final. Yo soy muy optimista, y además se dice que no hay dos sin tres, ¿verdad?

- En Madrid existe la posibilidad real de dejar afuera a los campeones salientes, que además son un rival muy peligroso.

- Bueno, por un lado comparto la opinión de Fernando, una final Milan vs. Real sería hermosa, pero por otra parte los rivales más peligrosos hay que tratar de dejarlos afuera. Ellos van a tener que buscar el triunfo obligatoriamente, porque un empate les haría perder la segunda posición y los pondría en una situación muy delicada. Para nosotros, esa es la mejor opción posible, con espacio para aprovechar en contraataque y sin la necesidad de desesperarnos. Aparte, una victoria en Madrid es algo demasiado prestigioso como para dejar pasar la posibilidad así nomás.

Seedorf también se escapa, luego de un último apretón de manos, porque el entrenamiento está a punto de comenzar.

Nos queda, muy firme, la sensación de que la magia del fútbol está a punto de regalarnos otro momento excepcional, otra broma del destino, otro material para los libros de historia.

El camino es largo, todavía, pero en Madrid puede comenzar a escribirse una novela de hazañas y nuevos récords, de Copas levantadas a repetición, de fotogramas que quedarán en la historia.