Es verdad, se trata de la ecuación más simple y natural del deporte, pero en Italia por muchos años ese concepto tan evidente se había perdido: se buscaba el resultado con esquemas hipertácticos y apostándole más a la prudencia que a la osadía. Luego de cinco fechas, podemos afirmar que la tónica cambió sustancialmente, y los números nos entregan la prueba más contundente. Veamos.

Hasta ahora, con 45 partidos jugados, se registraron 34 triunfos y apenas 11 empates. Este dato encierra dos récord: primero, de esos 11 empates uno solo fue sin goles, y segundo, de las 34 victorias, 15 fueron de los equipos visitantes. Además, se anotaron 125 goles, con un promedio de 25 por fecha y un incremento del 15 por ciento con respecto a la temporada anterior.

No puede ser casualidad, entonces, que el máximo protagonista del torneo sea Milan, un equipo armado, según las afirmaciones de sus propios dirigentes, para "ofrecerles a nuestros hinchas un producto mejor". Ese equipo gusta, gana y golea - las famosas tres "g" -, tiene la mejor delantera y la mejor defensa, pero sobretodo juega un fútbol espectacular y ofensivo, sin miedos y sin el temor de ponerlos en la cancha, todos juntos, a sus jugadores más talentosos, como Rivaldo, Rui Costa, Seedorf, Pirlo e Inzaghi.

Pero Milan no es el único interprete de esta nueva melodía futbolera. Lazio, de las manos de un técnico joven y valiente como Roberto Mancini, trata de superar el trauma de la cesión de sus mejores jugadores, Nesta y Crespo, jugando un fútbol asociado en velocidad, una fórmula que haría feliz el mismísimo César Luis Menotti.

Juventus armó un circuito en la zona media con Camoranesi, Davids, Nevded y Del Piero, quizá menos vistoso del de Milan pero capaz de geometrías exactas y grandes aceleraciones, y hasta Roma parece haber entendido que, si deja jugar a los grandes campeones que tiene, todo es más fácil. Aire nuevo y fresco llega también de los equipos chicos, a comenzar de Chievo, que no alcanza los mismos resultados de la pasada temporada pero sigue jugando bien, Módena, Como y Reggina.

Sólo Inter, por ahora, falta a la cita con el espectáculo, pero en este caso habrá que cerrar un ojo y aceptar que, para un equipo noble que no logra el título desde hace demasiado tiempo, lo único realmente esencial es el resultado. Aunque sin buen juego, los resultados son apenas una circunstancia afortunada, y la buena racha del equipo de Cúper amenaza con cortarse en cualquier momento.

APARECIÓ RIVALDO
Algún milanista estaba preocupado por la ausencia de Inzaghi ante Atalanta, porque Bergamo siempre fue una cancha difícil para Milan y porque el equipo parecía depender demasiado de su goleador, autor de 15 goles en 9 partidos oficiales.

Sin embargo, apareció Rivaldo para compensar el déficit, y el brasileño fue protagonista absoluto del 4 a 1 con el que Milan despachó a Atalanta: marcó el primer gol - un zurdazo más preciso que violento desde unos 20 metros -, fue fundamental por el segundo y enloqueció a la defensa local con sus toques geniales. Los otros goles fueron del danés Jon Tomasson y de Andrea Pirlo, un doblete conseguido transformando un penal y un tiro libre desde el borde del área.

Milan tuvo un solo defecto: por momentos, cayó en una especie de auto admiración, se puso a jugar con suficiencia y recibió de inmediato el castigo merecido, bajo forma del transitorio empate marcado por Luigi Sala. Pero enseguida volvió a sumarle eficacia a la belleza de sus jugadas y no hubo más partido. Inclusive, pudo haber marcado varios goles más.

Milan tiene la delantera más goleadora, con 17 tantos, y la defensa menos vencida, con apenas dos goles sufridos. Lidera junto a Inter con 13 puntos, producto de cuatro victorias y un empate.

Además, en la próxima fecha deberían regresar Filippo Inzaghi y el ucranio Andrij Shevchenko, el único ausente al festín de este comienzo de temporada. ¿Hace falta aclarar que es el máximo candidato al título?

INTER-JUVENTUS Y UN EMPATE POLÉMICO
Inter y Juventus empataron por 1 a 1, en un partido vibrante pero bastante pobre técnicamente. Los goles fueron de Alex Del Piero y de Christian Vieri, ambos en los minutos finales del encuentro. Con este resultado, Inter está primero, como quedó dicho, mientras que Juventus comparte la quinta posición con Roma y Módena, con 9 puntos.

Podría decirse que el "clásico de Italia", como se le suele llamar por aquí, estaba destinado a terminar en igualdad, pero que en el final los jugadores se esforzaron para evitar la tristeza de un marcador en blanco y sumarle algo de polémica al encuentro.

En efecto, en el minuto 90 Juve se puso en ventaja con un penal, concedido con cierta generosidad por una falta sobre el argentino Mauro Camoranesi y transformado por Del Piero. Inter no aceptó el veredicto, dictado sobre la hora, y se fue con todo el equipo, incluido el arquero Toldo, para buscar la hazaña en el último tiro de esquina. En la furibunda atropellada pareció ver varias faltas y una carga clarísima al arquero de Juventus, Gianluigi Buffon, pero Vieri desde el piso envió, con la punta del botín, el balón en el arco, y el árbitro no se animó a ahogar el grito de 80 mil gargantas.

De todas maneras el empate fue justo, porque Juventus fue un poco más en el juego pero Inter tuvo las ocasiones más claras, como por ejemplo el disparo de Crespo, con el arco vacío, que fue a pegarle al palo izquierdo.

ROMA Y LAZIO, PARA ARRIBA
Lazio venció por 3 a 0 a Perugia, con dos tantos del recuperado Enrico Chiesa y otro de Simone Inzaghi. Lazio fue mucho más que su rival, gracias especialmente a un indomable Claudio López, quien ofreció asistencias, se movió por todo el frente de ataque y fue imparable por sus rivales. Lamentablemente, el argentino erró un par de goles hechos, que hubiesen redondeado un resultado más cercano a cuanto se vio en la cancha.

Conmovedor fue el festejo de Chiesa, quien volvió al gol luego de un año de sufrimientos por la operación sufrida en la rodilla. Lazio sorprende porque juega muy bien, guiada por un técnico como Mancini que trata de transmitirle a su equipo una visión ofensiva y fantasiosa del juego. Lazio suma 10 puntos y está en la cuarta posición, a tres unidades de la punta.

Roma, por su parte, consiguió la tercera victoria consecutiva y parece haber archivado definitivamente la crisis. Esta vez, en Empoli, superó a los locales por 3 a 1, con goles de Emerson, Candela y Tommasi.

Fue importante ganar sin Francesco Totti, quien fue el único capaz de ponerse el equipo al hombro en los momentos difíciles del comienzo, y además el triunfo llegó gracias a un excelente partido de todos los volantes, quienes trataron de jugar el balón con criterio y hasta elegancia. No es un caso que los tres goles lleven la firma de centrocampistas. Roma quinta, un punto detrás de Lazio: el clásico ciudadano, en programa para el domingo, de golpe vuelve a tener enorme protagonismo.

EL RESTO DE LA FECHA
Bologna venció por 3 a 0 a Brescia, con una enorme tarea del argentino Julio Cruz, autor de dos goles y medio, visto que el tanto de Locatelli llegó luego de que un cabezazo del delantero rebotara en el travesaño.

Bologna suma 11 puntos y está en la tercera posición, luego de un comienzo de campeonato que puso en luz sus mejores cualidades: orden, velocidad, garra, solidaridad y humildad. El equipo presiona en toda la cancha, nunca rifa la pelota y si, por encima, adelante tiene a un Cruz en estas condiciones - cuarto gol de la temporada - no hay que asombrarse de la ubicación que logró alcanzar.

Módena venció a Parma por 2 a 1, en el "clásico de Emilia", la provincia italiana famosa por sus exquisitas comidas, quesos y jamones. Los visitantes se habían puesto en ventaja con un gol del rumano Adrián Mutu, pero Módena jugó sin desesperarse, y en el segundo tiempo lo dio vuelta con goles de Andrea Fabbrini y del francés Mehdi Kamara.

Torino, en su casa, venció a Chievo por 1 a 0, con gol del uruguayo Federico Magallanes. Chievo mereció el empate, y en realidad lo alcanzó, pero el gol fue inexplicablemente anulado por el árbitro. De cualquier manera, los tres puntos son oxígeno vital para los locales, mientras que Chievo, si sigue jugando así, antes o después recibirá el premio que merece.

En Udine, el equipo local venció a Reggina por 1 a 0, con un penal transformado por el chileno David Pizarro. Ambos equipos protagonizaron en partido excelente, con un ritmo infernal y una infinidad de jugadas de riesgo. El empate hubiera sido el resultado más justo, y Reggina merecería mucho más, por el nivel que muestra, que los dos míseros puntos que ostenta en la tabla.

Por último, Como y Piacenza empataron 1 a 1, en otro partido mucho más bonito de lo que indique el marcador. Nicola Caccia marcó para Piacenza, y Giuseppe Cardone estableció la igualdad con un gol en contra de su propio arco.

LOS LATINOAMERICANOS
En Inter, el mejor otra vez fue Javier Zanetti, amo y señor de la franja derecha. El argentino defendió y atacó con la misma efectividad y su actitud fue de ejemplo para los compañeros: un verdadero capitán y un verdadero fenómeno.

El colombiano Iván Córdoba fue el mejor de la defensa, y algunas veces pudo arrancar sobre el carril derecho para dialogar con Zanetti. En la zona central, muy pobre fue la actuación de Matías Almeyda, quien luchó y perdió casi siempre con el holandés Davids.

Fue sustituido a los 15 del segundo tiempo. También muy malo el partido de Alvaro Recoba, empleado detrás de las dos puntas con libertad para moverse y abastecer a los delanteros. No supo aprovecharla y también fue reemplazado. Por último, Hernán Crespo: la "pareja Bielsa" funcionó gracias a él, mucho más móvil y activo que su compañero Vieri, pero el gran movimiento le sacó algo de lucidez frente al arco: desperdició dos ocasiones muy claras.

En Juventus, la figura de Mauro Camoranesi crece más y más. Ante Inter, fue un verdadero factor de desequilibrio sobre el carril derecho de su equipo, pero lo más sorprendente es como interpreta la fase defensiva de su tarea: quitó 16 balones, más que sus compañeros defensores. Fue a él a quien le cometieron el penal cuando quedaba mano a mano con el arquero rival.

Lástima que su gran cantidad de trabajo no fuese aprovechada por el chileno Marcelo Salas, antes, o por el uruguayo Marcelo Zalayeta, después. Ambos delanteros no dejaron rastro de su presencia en la cancha.

Ya dijimos de López, mejor atacante de Lazio. También jugó Lucas Castroman, los últimos 25 minutos, y lo hizo como siempre con mucha voluntad y gran dinámica. En Roma, Walter Samuel está volviendo a su mejor nivel, y con él mejora todo el aspecto defensivo del equipo. También Gabriel Batistuta luce totalmente recuperado, y ante Empoli volvió a mostrar la potencia devastadora que hace mucho no le veíamos.

En Bologna, Julio Cruz fue el mejor de la cancha, con dos goles (el segundo un verdadero golazo, luego de una jugada personal desde izquierda a derecha y una definición con un zurdazo a girar que dejó al arquero sin respuestas) y un travesaño que ocasionó el tercer tanto de su equipo. Además, Cruz es un verdadero ejemplo, porque trabaja y se sacrifica sin pausas.

En Brescia, la tarea del costarricense Gilberto Martínez fue muy buena en la fase ofensiva y un poco menos en la defensiva, ya que de su lado nació la jugada del primer gol de Bologna.

El uruguayo Magallanes, además de marcar el gol del triunfo de Torino, jugó su mejor partido de la temporada, moviéndose por todo el frente de ataque y enloqueciendo a la defensa de Chievo.

En Udinese, seguro y pícaro como siempre Nestor Sensini, quien además tiene un sentido de la posición que sólo su enorme experiencia puede entregarle. Menos bien estuvo el hondureño Samuel Caballero, quien sufrió la velocidad de los delanteros de Reggina. El chileno Pizarro, además de marcar el gol de la victoria, fue el "director de orquesta" de la zona central. En el segundo tiempo ingresó el colombiano Gonzalo Martínez, quien aprovechó muy bien los espacios por el carril derecho.

En Reggina, el chileno Jorge Vargas otra vez fue el autor de la falta de penal que sentenció el partido: juega bien, pero no puede permitirse semejantes ingenuidades. El paraguayo Carlos Paredes fue el más consistente de los volantes de su equipo, con un despliegue impresionante y mucha visión de juego. El hondureño Julio César León tiene el merecimiento de haberse procurado las dos ocasiones más claras del partido, dos mano a mano con el arquero, pero carga con la culpa de haberlas desperdiciadas ambas, disparando sobre el guardameta.

Por último, en Piacenza, excelente tarea del colombiano Johnnier Montaño, el único que parecía capaz de inventar y aportar fantasía en la mitad de la cancha. Se excede un poco con las gambetas, pero por lo menos crea y da espectáculo.

LA PRÓXIMA FECHA
Apasionante se presenta la próxima fecha. El sábado 26 de octubre, en el turno de la tarde el Milan visitará a Chievo, con una promesa mutua de buen espectáculo y muchos goles, mientras que por la noche Juventus recibe a Udinese.