Baggio, decepcionado con Trap

En una reedición de su libro autobiográfico, el jugador comenta que el técnico de la "azzurra" "me ha desilusionado. Ni siquiera ha inventado una excusa creíble. Nadie más que yo deseaba ir al mundial 2002"

ROMA -- Roberto Baggio, el mejor futbolista italiano del último decenio y el último "Balón de Oro" de su país, ha confesado en la nueva revisión de su libro "Una porte nel cielo" que el seleccionador nacional Giovanni Trapattoni le ha "desilusionado".

"Me dijo que no me convocaría (mundial'2002) porque no me veía en condiciones y, según él, no me había recuperado completamente (grave lesión de ligamentos sufrida en Parma, 30 de enero). Le respondí que estaba bien (volvió a jugar el 21 de abril), que en los 130 minutos jugados había marcado tres goles, que estaba sano", comenta Baggio, en la nueva edición de su libro.

"Una porte nel cielo" ("Una puerta en el cielo"), la primera autobiografía de Roberto Baggio ha vendido ya casi 200.000 ejemplares'. Ahora, el jugador ha vuelto a lanzar una edición ampliada, que saldrá estos días con el nombre de "Il sogno dopo".

Una nueva autobiografía que amplia y completa la anterior, pues habla de su grave lesión, de la que se recuperó milagrosamente en 76 días, de su no convocatoria para el mundial por parte de Trapattoni y del motivo que le ha hecho continuar jugando.

"(Trapattoni) me ha desilusionado. Ni siquiera ha inventando una excusa creíble. Nadie más que yo deseaba ir al mundial. Es un hombre cabezota, duro en la defensa de sus convicciones. Si alguien del vestuario no me quería que el seleccionador diga los nombres y los apellidos. Además, no me parece que tras el mundial su grupo le haya defendido tanto. Es más Vieri le ha atacado y no sólo él", son algunas de las frases del libro.

Roberto Baggio, en el libro-entrevista, asimismo indica: "Esta es la humildad que reina en el fútbol. El no poder hablar, el fingir los buenos sentimientos. Pero no puedo pensar que participar o no en la selección dependa del silencio cómplice o de la villanía, del servilismo y de las buenas relaciones".

El budista Baggio, quien dice seguir manteniendo el sueño de volver a la selección, sobre la hipótesis de que pudo haber sufrido un veto por parte del Opus Dei para no ir al mundial, indica: "La componente budista puede haber molestado. Estando en el mundial, la tierra de mi fe y de mi espiritualidad, habría movido sentimientos, pasiones".

Al acabar el mundial sin su presencia, Baggio decidió retirarse como jugador en activo. Pero confiesa que las palabras de su esposa Andreina, quien le dijo que podía jugar dos años más, y las de su técnico Carletto Mazzone (Brescia) le convencieron para seguir.

-EFE

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