La cima no es patrimonio de nadie

El Milán, batiendo en casa al líder Juventus por 2-1, se ha metido nuevamente en la lucha por el ansiado "scudetto", en adelanto

PELIGRO EN LA ALTURAS
Milan la ganó 2-1 a la Juventus, que pone en riesgo la punta
(Reuters)
MILÁN -- El Milán, batiendo en casa al líder Juventus Turín, por 2-1, se ha metido nuevamente en la lucha por el ansiado "scudetto", en partido adelantado de la vigésimo sexta jornada de la Primera división italiana de fútbol.

Un triunfo que permite al Milán, sin el brasileño Rivaldo, situarse a cinco puntos del Juventus Turín, que podría ser igualado en el liderato mañana, domingo, por el Inter, que visita al Udinese.

El Milán se agarró al que pasaba por ser su último tren para seguir soñando con el "scudetto" y lo hizo exhibiendo la convicción, determinación y también gotas de calidad que le habían faltado en las últimas jornadas.

Y, además, fue ante un rival dificilísimo, que no se entrega nunca y que llegó dispuesto a dejar en la cuenta a su rival al título.

Las cosas se pusieron muy pronto en favor del Milán, que encontró el 1-0 cuando tan sólo se llevaban cuatro minutos de juego. Fue obra del ucraniano Andreiy Shevchenko, quien rompió la línea de fuera de juego y, tras complicarse algo la vida, batió a Buffon. Es su quinto gol a los juventinos en los cuatro encuentros que contra ellos ha jugado.

El tanto sirvió de revulsivo al Juventus, que con tan sólo el uruguayo Marcelo Zalayeta en punta y el centro del campo reforzado con la presencia del croata Igor Tudor, empezó a ganar metros y a presentarse con claro peligro ante la meta del brasileño Dida.

El acoso turinés hizo que la ventaja milanista durará tan sólo cinco minutos, pues el checo Pavel Nedved, con una envenenado saque lateral de falta, que rozó ligeramente en uno de sus compañeros y ello despistó a un Dida que, en verdad, pudo haber hecho algo más.

La confrontación se equilibraba y resultaba vistosa, con dos equipos con gran presión y velocidad, con un Milán, con un buen portugués Manuel Rui Costa, con más toque del balón que un Juventus más vertical y físico.

Pero el Juventus sufría en exceso la movilidad de Shevchenko y de Filippo Inzaghi, quienes no dieron punto de referencia a la defensa juventina con sus rápidos intercambios de posiciones y el retraso de metros de ambos en busca del balón.

Fue, precisamente, Inzaghi (m.24) quien castigó a su ex-Juventus en una acción típica suya: recibe dentro del área un preciso balón de Andrea Pirlo, lo hace suyo al ganar la posición al uruguayo Paolo Montero, lo protege de espalda a la meta y, con Buffon prácticamente pegado a él, acierta a la media vuelta a meter el esférico entre las piernas del portero rival.

Un tanto trabado pero meritorio y con una cierta belleza. Y que, sobre todo, castigaba a un Juventus que en esos momentos parecía ser quien más cerca estaba de romper la igualada.

En el descanso, Marcello Lippi, técnico juventino, se jugó la baza de Alessandro Del Piero, que un mes después volvía a jugar en liga tras su lesión muscular y que sustituyó a Zambrotta, que había sufrido en exceso en su ahora habitual posición de lateral izquierdo.

Pero fue Zalayeta quien estuvo cerca del empate, tras irse brillantemente de Paolo Maldini y lanzar un envenenado disparo ante el cual el meta Dida hizo un auténtico milagro (m.54). Fue lo último del uruguayo, pues seis minutos después fue sustituido por el francés David Trezeguet, al que se reservó por sus molestias de rodilla.

Poco después, Carlo Ancelotti, técnico milanista, intentó paulatinamente reforzar su control de la situación con la salida al campo de Massimo Ambrosini (m.70), del defensa danés Larsen (m.73) y del brasileño Serginho (m.80), por Rui Costa, Costacurta y Shevchenko, respectivamente.

El Milán creaba ya poco ante la meta rival, pero los cambios le habían dado más fortaleza física, además de romper a un Juventus que no encontraba su ritmo.

La mejor ocasión para empatar la tuvo el Juventus en el minuto 85, cuando tras saque de falta Nedved envió de cabeza un balón al ángulo superior derecho, pero cuando se cantaba el gol llegó la prodigiosa mano de Dida, que envió a córner.

Una extraordinaria intervención de Dida, que desde luego se hizo perdonar del error en el gol juventino. Cuatro minutos después, Buffon no quiso ser menos que Dida y, en acción muy similar, sacó un remate de cabeza de Ambrosini que llevaba la senda del gol.

Al final, todo se quedó en el 2-1 que devuelve al Milán al triunfo y que reabre su lucha por el título. La derrota al Juventus no le resulta traumática, pues sigue en lo más alto y con una ventaja nada despreciable sobre los milanistas.

-EFE


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