Las cartas de Lippi: un ataque inteligente

El entrenador de la Juventus anunció que atacarán al Real Madrid, porque necesitan al menos un gol para llegar a la final de la Champions League, pero que lo harán con la mesura de la inteligencia

TURÍN -- El entrenador del Juventus de Turín, Marcello Lippi, anunció que atacarán al Real Madrid, porque necesitan al menos un gol para llegar a la final de la Liga de Campeones, pero que lo harán con la mesura de la inteligencia.

Con esa misma sabiduría y "cabeza" que solicita a sus jugadores para afrontar el partido de vuelta de semifinales en Delle Alpi, el técnico italiano pide al público juventino "un aplauso" para el que fue su ídolo, el hoy madridista Zinedine Zidane.

Con la amabilidad y sentido de la medida que desprende esta doble demanda, Marcello Lippi compareció hoy en la conferencia de prensa previa al choque con el Real Madrid con un mensaje claro: "las probabilidades están al 50 por ciento y nuestra confianza es alta".

La receta del flemático entrenador ligur es conocida y sencilla: "cabeza y corazón, que sumados dan el equilibrio justo", sin menospreciar a un rival para el que todo son parabienes.

"Si el Real puso muchos reservas en su último partido de campeonato, eso quiere decir que le importa mucho el encuentro (de mañana) y que su convencimiento es el adecuado", afirmó.

Luego advirtió que el conjunto español no se dejara atemorizar por el público: "están habituados desde hace muchos años a aforos de cien mil personas y juegan en casa como lo hacen fuera".

El técnico del Juventus cuenta con que juegue Ronaldo, como parece deducirse de la última prueba a la que se le sometió antes de viajar a Turín, y no cree que haya viajado hasta la capital piamontesa "a visitar el museo egipcio", una de sus más preciadas joyas.

Con Ronaldo a vueltas, Lippi se olvidó pronto de que había dividido a la mitad las posibilidades de triunfo y volvió a dar como favorito al Real Madrid y a recordar que "es la situación opuesta a la final de 1998 cuando los favoritos éramos nosotros".

En esa final se impuso el Madrid con un gol del montenegrino Mijatovic, que dejó helado a Zidane, que ahora juega en el otro bando, pero con la diferencia de que ya ha ganado la Liga de Campeones (la pasada temporada 2-1 frente al Borusia de Dortmund) y con un tanto que entró como una exhalación en la historia de fútbol.

Con las bajas por sanción de sus dos centrales, Iuliano y Ferrara, y el retorno del uruguayo Montero y el holandés Davids, que no pudieron jugar en Madrid, Marcello Lippi teme, sobre todo, las primeras acciones de Madrid.

"Como en la ida -afirmó- habrá un periodo inicial en el que el Real tocara y tocará muy bien la pelota, después llegará nuestro turno y deberemos empujar porque tenemos la obligación de marcar".

En su mente hay "dos o tres formaciones distintas", no tanto en función de la alineación final del equipo madridista, sino de las evoluciones del partido: "los encuentros empiezan de una manera y acaban de otra y hay que preverlo todo".

Al público, que viene de celebrar el "scudetto" número 27 de la historia de la "Vecchia Signora", el flemático técnico italiano le pidió "apoyo incansable" y también un aplauso para Zidane.

"Espero -dijo- que le reciban con aplausos, porque además de un jugador extraordinario es una persona fantástica que se merece todo y que estará muy emocionado".

- EFE


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