Fuentes policiales y de la compañía metropolitano indicaron que una hora antes del comienzo del partido de cuartos de final de la UEFA Champions League que enfrenta al Real Madrid y al equipo británico, algunos seguidores del Manchester han entrado en la estación de Tribunal del Metro e intentaron cortar la línea 10.

Los aficionados trataron de impedir que el convoy arrancara y provocaron una demora en el servicio, que no llegó a suspenderse, indicó un portavoz de Metro.

Las mismas fuentes señalaron que el tren permaneció en la estación "más de lo habitual" y finalmente continuó su trayecto, si bien cuando llegó a la estación de Nuevos Ministerios, próxima al estadio, los hinchas reventaron las puertas del vagón, sin que se hayan evaluado, todavía, los daños causados.

Además, en la zona de Concha Espina, donde se encuentra el estadio, los seguidores protagonizaron algunos disturbios, lo que obligó a las fuerzas de seguridad a intervenir.

La policía tuvo que cargar en dos ocasiones contra hinchas del Manchester. También lo hicieron contra un aficionado español que se saltó el cordón de seguridad desplegado por la policía a la llegada de los equipos al estadio.

Aunque el Real Madrid había facilitado al Manchester unas 3.700 entradas, que fueron distribuidas entre los seguidores en su momento, la previsión de la policía era que cerca de 1.000 hinchas ingleses no pudieran acceder al estadio, algunos porque no tenían entradas, y otros porque sus localidades eran falsas.

Dos aficionados del equipo inglés tuvieron que ser atendidos con brechas en la cabeza producidas por el lanzamiento de objetos por parte de otros hinchas.

La policía intervino también en la puerta de acceso de la hinchada del United cuando algunos seguidores intentaron entrar al estadio con localidades falsificadas. Algunas de las entradas eran simples fotocopias.