Enviado especial -- Agustín Errázuriz tiene cara de niño. Los pómulos colorados, el pelo medio crespo y los ojos algo rasgados. Muestra una sonrisa tímida que parece una coraza para paliar los efectos de la vergüenza. Todas esas características dan una primera impresión que estalla en mil pedazos cuando se escucha el contenido de sus palabras.
“Estoy en una posición inmejorable. Donde quería estar después de la tercera ronda. Prefiero llegar al domingo un golpe atrás del puntero para poder atacar”, arranca Errázuriz, en una sucesión de palabras que no por pausadas dejan de impactar.
El joven de 19 años realizó este sábado una gran ronda de 69 golpes, tres bajo par, y quedó como uno de los dos escoltas del líder que tiene el Latin American Amateur Championship (LAAC), el mexicano Álvaro Ortiz, a sólo un impacto.
Aunque para él ya es el tercer día en el lote de arriba, parece que esa cuestión no le pesa. “Manejé muy muy bien la presión hasta el momento. No he pensado que voy ganando o estoy a uno, y eso me ha dado mucha calma. He jugado muy tranquilo”, describe el chileno, pleno de confianza, en una charla mano a mano con ESPN.com.
Este sábado brilló el sol a plenitud en Casa de Campo, el extenso complejo de República Dominicana donde se disputa el LAAC, por primera vez desde que comenzó este torneo que le otorga al campeón la clasificación al Masters de Augusta. El problema fue que por la tarde el viento comenzó a soplar con vigor.
“Lo empecé a sentir fuerte en los siete últimos hoyos, pero igual me mantuve muy bien. Creo que si mañana el día está igual a hoy, puedo volver a hacerlo bien”, pronostica Agustín.
Acompañó a su padre a sus partidos de golf durante toda la infancia, pero aunque tenía la chance, nunca quiso aprender a jugar. Eso cambió a los 12 años, cuando -no sabe bien por qué- se le dio por empezar a pegarle a la pelotita con uno de los palos de papá.
“Arranqué y me gustó enseguida. Tres años después, a los 15, decidí dedicarme a pleno al golf, y hace dos años empecé a jugar muy bien”, cuenta, mientras mira un punto fijo, como recordando esos momentos.
Tan bien comenzó a rendir, que hace poco tiempo firmó para ir a la Universidad Lynn, la misma a la que concurren sus compatriotas Toto Gana y Carlos Bustos.
Desde República Dominicana volará directo hacia Estados Unidos para empezar a asistir. Pero antes tiene un gran desafío este domingo en Teeth of the Dog, el campo de juego del LAAC.
“Las claves van a ser jugar igual que todos los días, tranquilo, no presionarme por estar arriba ni pensar que puedo ganar el torneo. Voy a jugar mi juego. Lo estoy haciendo muy bien, así que voy a seguir con esa idea, mucha actitud y mucha garra”, se ilusiona, y llena de esperanzas a todos los chilenos amantes del golf.