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Un día en la agitada vida de un director de viaje

Tal y como se lo contó a Hiram Martínez.

Decir que amo mi trabajo en la organización de los Marlins es quedarse corto. En realidad, laborar en el béisbol es mi vida y mi sueño.

Mi puesto como director de viajes pudiera implicar que uno no tiene que saber o que vivir el béisbol como yo lo vivo. Pero esa es una parte crucial de lo que hago cada día. Si tú no sabes de béisbol, puede que se te pasen unos detalles cruciales de esta posición.

"Mi puesto como director de viajes pudiera implicar que uno no tiene que saber o que vivir el béisbol como yo lo vivo. Pero esa es una parte crucial de lo que hago cada día. Si tú no sabes de béisbol, puede que se te pasen unos detalles cruciales de esta posición." Manny Colón

¿Cómo es un día en mi oficina? En primer lugar, el concepto 'mi oficina' depende de si somos locales o visitantes. Porque en casa, mi oficina está en el parque de los Marlins o en el complejo de los entrenamientos primaverales. Pero cuando estamos de visitantes, puede ser el avión, la calle, el bus que no lleva al estadio o el dugout visitante.

Un día en la casa es más relajado, porque mi responsabilidad en esos días son los boletos de los peloteros. Ellos reciben seis boletos, y hay un programa que ellos usan. Llego al parque cerca de las 11:00 de la mañana y ahí comienza mi día, en donde lo primero que veo cómo estamos con boletos. Bajo al parque como de 2:30 a 3:00 y comienzo a hablar con los peloteros.

Además de los boletos, comienzo a preguntarles del próximo viaje que tenemos. Si necesitan cuarto adicional, auto de alquiler, si vienen familiares a esa ciudad. Siempre estoy pensando en el próximo viaje que generalmente es a dos o tres ciudades, entre siete y diez días.

Durante las series, estoy hablando con las líneas de aviones que nos llevan, con los hoteles, con los 'trucks' que nos transportan el equipo, los autobuses que nos recogen al aeropuerto y nos llevan al hotel y al parque. La seguridad, todo el andamiaje de logística, la seguridad en el aeropuerto, el screening de TSA, dónde se estacionan los peloteros cuando llegan al hotel... todo eso me toca a mí.

El grupo de viaje consiste de 65 personas, más o menos, entre peloteros, entrenadores y todo el personal de apoyo. Y todo eso lo manejo yo. Es mucho trabajo, pero si algo malo pasa, yo prefiero tener toda la responsabilidad. Por eso cuando estoy en casa, mi prioridad son mis hijos.

En el entrenamiento primaveral, manejo todos los viajes en autobuses de los jugadores. Quizás se pudiera pensar que es una tarea más fácil porque todo es en Florida, pero es igual de complicado porque son más 110 personas en los distintos campamentos.

Cuando estamos en un viaje, ahí es cuando realmente yo me gano mi salario. En un día de viaje en los que tenemos juego en casa a las 7:00 de la noche, yo llego al parque a las 2:30 y todos los jugadores y el personal tiene que tener las maletas personales en el parque a las 4:00 de la tarde. El 'equipment manager' me ayuda con el camión y a esa hora mandamos el camión con los equipajes personales. Como a las 4:45 sale un primer camión con los equipajes personales de los jugadores hacia el aeropuerto. Dejan allí todas las maletas y regresa al parque, porque todavía faltan los equipajes del equipo, los del juego. Cuando los muchachos están jugando y vamos a viajar ese día, estoy mirando el estado del tiempo en Miami y en la otra ciudad, si va a llover, o si el vuelo se va a atrasar.

Cuando el juego se acaba, le damos a los peloteros una hora y media para que estén en el aeropuerto y nosotros montamos los equipajes de juego en el camión, y en dos horas todo debe estar en el avión. Si el juego termina, digamos a las 10:00 de la noche, a las 11:40 más o menos ya estamos en el aire.

En el aire, ya yo he hablado con el hotel en la siguiente ciudad, arreglando cuartos adicionales, cambiando habitaciones para familiares y pidiendo cosas extras. Todo eso pasa muchas veces el mismo día del viaje y hay que arreglarlo. En el aire también, yo reparto las dietas a todos los peloteros.

En la otra ciudad, me esperan dos camiones, uno para llevar el equipaje al hotel y otro para llevar el equipo de juego al parque, con dos autobuses para llevar a los peloteros al hotel.

Al llegar al hotel hay otro proceso. Tengo dos mesas con las llaves de las habitaciones, una para todos los peloteros y otra para el staff y los medios que viajan con nosotros. A la vez, se baja el equipaje de los jugadores para que lleguen a la habitación de ellos, por lo que si algo se pierde, vienen adonde mí. Generalmente todo funciona como un reloj, pero he estado en situaciones en las que llegamos a las 12:00 a la otra ciudad y he estado a las 3:00 de la madrugada buscando una única maleta.

Mi trabajo es servicio, dar servicio a los peloteros. En las ligas menores, todo eso de las maletas y llegar al parque y resolver asuntos de familia lo hacían ellos. Pero ahora son las Grandes Ligas y yo lo hago por ellos.

Tengo un plan diario, pero el 95 por ciento de las cosas que pasan uno no las sabe hasta el momento. Así que hay que ir apagando fuego. El mejor ejemplo de esto fue el día en que un pelotero me llama y me pide que vaya al cuarto. Cuando llego su esposa estaba con dolores de parto, pero él en ese momento no hablaba inglés como para llamar al 911. Uno tiene que estar preparado para estas cosas, pero nunca sabe qué es lo que puede pasar.

Haber crecido con muchos de ellos, haber trabajado en otros departamentos como el de relaciones con jugadores y desarrollo ha sido fundamental para entender esta posición. Lo primero que hay que entender es que si tú no amas la pelota, este trabajo no es para ti. Necesitas amar el juego como ellos porque son ocho meses los que pasas con peloteros. A veces hasta me preguntan qué lanzamiento les hicieron, si fue recta o curva. Para ellos, soy como un jugador más.

Pero más allá de eso, aprendí cómo piensan los peloteros, cómo caminan cada día de su vida y a entender por las que pasan. Ellos ganan mucho dinero, esto es un negocio, pero al final del día son humanos como nosotros. Tienen familia, tienen problemas, surgen situaciones y si tú los respetas, ellos te respetan a ti.