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Reunir a Kiko Alonso con sus raíces está pagando dividendos en Miami

Reencontrarse con sus raíces hispanas parece haberle sentado de maravillas a Kiko Alonso, y los Dolphins, mientras tanto, no podrían estar más conformes con el resultado de su apuesta.

"Yo sólo trato de hacer jugadas que ayuden al equipo. Al fin estoy saludable y puedo soltarme. De lo único que se trata de hacer grandes detenciones, y dejar que la ofensiva salga al campo." Kiko Alonso

Una apuesta arriesgada, considerando que el apoyador venía de dos lesiones de ligamento en la rodilla izquierda, que lo habían llevado a perderse una temporada completa en Buffalo y parte de la siguiente en Philadelphia. Pero Miami parecía el destino obligado para un descendiente de padre cubano y madre colombiana, quienes se conocieron como estudiantes en Newton, Massachusetts, donde nació Alonso.

Él afirmaba que su rodilla estaba "al 100 por ciento", pero no todos alrededor de la liga le creían. Los Dolphins confiaron, y Alonso les pagó con un inicio de campaña inmejorable.

En el primer partido, frente a Seattle, la velocidad de juego que desplegó como MLB sorprendió a propios y extraños. Christine Michael, corredor de los Seahawks, creyó que se había escapado cuando recibió un pase lateral y tomó descolocada a la defensiva rival. Sus ilusiones de un largo acarreo, sin embargo, chocaron contra Alonso.

"Lo primero que pensé fue: 'Oh, no. Estamos en graves problemas'," recuerda el esquinero Byron Maxwell, "y entonces vi una ráfaga atravesar el campo. Fue todo tan súbito, que no supe de quién se trataba. Sólo reconocí a Kiko cuando se levantó, luego de derribar a Michael. Sabía que el chico nuevo era veloz, pero nunca imaginé que fuera así de rápido. Es una suerte tenerlo de nuestro lado".

En la Semana 2, ante New England, Alonso no bajó la marcha. Registró 11 tacleadas y un balón suelto recuperado por segundo juego consecutivo, y sacó del partido a Jimmy Garoppolo, al derribarlo mientras el mariscal de los Patriots se desprendía del balón.

Concluida la fecha, los analistas de Pro Football Focus lo nombraron "el mejor apoyador contra la carrera de toda la liga en las primeras dos semanas".

El domingo pasado, Miami finalmente jugó en casa, y finalmente obtuvo un triunfo. Alonso sumó 8 tacleadas en la victoria ante los Browns, lo cual lo ubica entre los apenas siete jugadores de toda la NFL con 30 o más tacleadas en los primeros tres juegos. Uno de ellos es su compañero, el profundo Reshad Jones, quien junto con Alonso y el tackle defensivo Ndamukong Suh conforman la espina dorsal de una defensiva que está empezando a meter miedo en esta joven temporada.

La Semana 4 probó ser una de mucha vergüenza para los Dolphins al caer 22-7 ante los Bengals en Cincinnati, pero poco pudo hacer la defensa de los Dolphins cuando fue mayormente la ofensiva la que tuvo problemas para generar algo de ruido.

El entrenador en jefe, Adam Gase, habla de Alonso como la chispa que enciende a la defensiva de los Dolphins: "A veces, todo lo que necesitas es un tipo como él, que inspire a los demás, y luego tienes 11 bólidos lanzados detrás del balón".

"Yo sólo trato de hacer jugadas que ayuden al equipo", comenta Alonso. "Al fin estoy saludable y puedo soltarme. De lo único que se trata de hacer grandes detenciones, y dejar que la ofensiva salga al campo".

Además de su confesada pasión por "propinar golpes en el terreno de juego", otras aficiones ante las que Alonso admite rendirse son la comida puertorriqueña -- su padre se crió en San Juan, donde él pasa sus vacaciones cuando no viaja a Cali, de donde es oriunda su madre -- y el fútbol latino. Alonso es fanático de la Selección Colombia, "en especial de Cuadrado", revela, "y también de James, Bacca y Jackson".

Si los Dolphins tuvieran el poder de fuego a la ofensiva que tiene el fútbol colombiano con esos delanteros, tal vez podrían ilusionarse con una temporada de playoffs... y los 30 puntos anotados ante Cleveland permiten abrigar esperanzas. Si logran mantener ese ritmo en ataque, podrían animarse a apuntar alto, porque de algo pueden estar seguros: con Alonso y compañía, este año hay defensiva de sobra en Miami.