Andrew LuckGetty ImagesEl mariscal de campo Andrew Luck es codiciado prácticamente por todos los equipos de la NFL.

MIAMI -- En el Sur de la Florida se ha creado una campaña llamada "Suck for Luck", que ya tiene más de medio millón de adeptos.

La idea básicamente reside en que los Miami Dolphins pierdan, para poder elegir primeros en el próximo draft, y seleccionar al mariscal de Stanford, Andrew Luck, quien es según los cazatalentos, el prospecto más completo en más de una década.

Este es un tema constante de debate por estos días. Mientras algunos dicen que "no son fanáticos reales" los que quieren que pierda su equipo, otros sostienen "que es la única manera de terminar con 20 años de mediocridad".

Primero aclaremos que es imposible que los jugadores pierdan un partido adrede. Muchos de ellos no estarán en este equipo el próximo, y esencialmente se están jugando el trabajo en estas últimas semanas.

Pueden creer en teorías conspirativas, pero no hay manera de que los jugadores vayan para atrás. Y ni que hablar de los entrenadores, considerando que ellos hasta cambian de dirección más que sus dirigidos.

Pero desde el punto de vista de los fanáticos, lo entiendo.

En Miami se da un caso particular porque es una franquicia que no elige a un mariscal en la primera ronda del draft desde 1983, cuando seleccionó a Dan Marino.

Han habido malas contrataciones, y el resultado ha sido una aparición en playoffs en los últimos diez años. La afición está frustrada, y comprendo su sentimiento.

El otro día escuché una gran analogía, que creo que muestra los sentimientos encontrados de los simpatizantes de un equipo como los Dolphins.

La idea de "Suck for Luck" es similar a un bebé recién nacido llorando en su cuna.

Los médicos te indican que no vayas a su auxilio, porque de lo contrario te despertará todas las noches, mientras que si lo dejas solo esas primeras noches, aprenderá a no llorar al ver que nadie va a su auxilio, y dormirá más horas corridas.

Todo en el instinto paternal de uno le dice que vaya al auxilio de su hijo. El proceso es frustrante y contradice las emociones primarias, pero a la larga no van en busca de su hijo porque saben que el resultado a largo plazo es beneficioso para ambos.

Hoy por hoy, los fanáticos de los Dolphins están sufriendo. Nunca quieren que pierda su equipo, pero a la vez una derrota no les duele tantos como otros años.

Porque en este 2011, se ve una luz al final del túnel. Su nombre es Andrew Luck, y podría establecer tu franquicia por 10 años.

Sé que hay muchos factores involucrados en el éxito de un equipo, pero ninguno más importante que el mariscal. La NFL es una liga de mariscales, y más veces que menos, son los mariscales que hacen quedar bien a los entrenadores y no al revés.

Por supuesto que hay excepciones como quizás podría ser el sistema de Bill Belichick, pero la última vez que me fijé, tan bien no le fue a este entrenador en Cleveland.

Los mariscales de elite, que no son muchos, alteran el curso de una franquicia.

Todos sabemos que nunca hay nada seguro en el draft, pero rara vez todos los cazatalentos están de acuerdo en su evaluación.

Con Luck, todos dicen que no se puede fallar, que tiene el brazo, la presencia, los intangibles y el atleticismo para ser una estrella a nivel NFL.

Igualmente, los Dolphins no son el único candidato a quedarse con la primera selección general del draft.

Los Indianapolis Colts y los St. Louis Rams tampoco tienen victorias, aunque sus divisiones son un poco más endebles que la AFC Este, por lo cual creo que ganarán algún que otro partido antes del final de la campaña.

Sólo imagínense si los Colts se quedan con ese primer pick. Han tenido a Peyton Manning, que los guió a más de 10 victorias de temporada regular en cada uno de los últimos diez años, y justo en el año en que se lesiona --no se había perdido ningún partido en su carrera--, consiguen al "próximo Peyton Manning".

Eso sí se llamaría buen karma y provocaría la envidia de los otros 31 equipos en la liga.

Otra de las preguntas que he recibido últimamente es: ¿Qué equipos no elegirían a Luck?

Después de pensarlo largo y tendido, mi respuesta es muy pocos, de hecho quizás uno sólo.

Más allá de que nada es garantizado en el sorteo, el hecho de que las evaluaciones de Luck sean unánimente buenas, ejerce presión sobre los gerentes generales.

Ninguno puede darse el lujo de dejarlo pasar porque si luego brilla, no conseguirá trabajo más nunca en la NFL.

Para no elegir a Luck, tienes que tener a un mariscal estrella al cual todavía le queda el grueso de su carrera por delante.

El único equipo que encaja con esa descripción son los Green Bay Packers con Aaron Rodgers. Pensé en sumar a los Rams también, porque eligieron a Sam Bradford en esa misma posición un par de años atrás, pero con su inhabilidad para mantenerse saludable, podría hacer que St. Louis igual vaya por Luck.

Otros conjuntos como New England e Indianapolis, lo elegirían para que aprenda de las mejores y asegurarse otra década de éxitos.

Cuando llegue el momento del draft, varios equipos ofrecerán demasiado por subir posiciones y poder elegir a Luck. Será mucho luego de ver lo que pagaron los Raiders por Carson Palmer, pero aun así no veo a nadie que tenga la posibilidad de elegirlo cediendo sus derechos.

En retrospectiva, comprendo a los jugadores que se enojan cuando hablan de este tema, porque NO HAY MANERA de que ellos pierdan intencionalmente.

A la vez, entiendo a los fanáticos.

Lo único que espero, y creo que así será, es que no suceda nada extraño en los últimos partidos, porque de lo contrario se empezará a hablar de instalar una lotería en el draft como sucede en la NBA.

En lo personal no quiero que cambie nada; la NFL es la liga más pareja del mundo.

Así que caballeros dejen todo en la cancha, y ustedes fanáticos no se frustren por su mezcla de sensaciones.

Nunca pensé que diría esto, pero: QUE GANE EL PEOR.