ANAHEIM -- Pase lo que pase con los Angelinos de Los Ángeles en los siguientes dos meses y especialmente si no logran meterse a los playoffs, como todo hace suponer, la temporada 2013 quedará estampada por esos tres partidos de la semana pasada en Arlington, donde los Vigilantes de Texas les victimaron con derrotas consecutivas en que los californianos se quedaron tendidos en el terreno por la vía del jonrón. Eso nunca les había ocurrido en su historia.

Los Angelinos se recuperaron un poco de esa debacle sin precedentes al ganar tres de cuatro juegos contra los Azulejos de Toronto. Y este lunes, con un sentido de urgencia que claramente les invade, reciben nada menos que a su némesis Texas con ansias de cobrárselas, o como quien dice, de sacarse el coraje, la bronca.

La situación es complicada. Los Ángeles amanecen a 12.5 juegos de los Atléticos de Oakland en la División Oeste de la Liga Americana y a 10.5 de Indios de Cleveland, último conjunto en zona de calificación por comodín. Entre los Indios y los Angelinos hay ahora cinco equipos, empezando por los Vigilantes, que están a medio juego de distancia.

Restan ocho semanas para el final del calendario regular y si los Angelinos quieren al menos hacer interesante su cierre, van a tener que levantar su nivel muy por arriba del promedio de .464 de ganados y perdidos (51-59) que registran hoy en los standings. Para ser más claros, necesitan enracharse y empezar a ganar serie tras serie. Considerando lo rezagados que se encuentran y que les faltan 52 partidos, posiblemente necesiten ganar alrededor de 40 encuentros, mínimo unos 35.

Pero para como ha sido su campaña, con problemas para anotar carreras y luego para conservas las ventajas, los Angelinos tienen que pensar en un juego a la vez, en una jugada la vez, y así manufacturar triunfos.

"No podemos salir y barrer la serie en el primer juego", dijo C.J. Wilson el domingo de cara a la serie contra Texas. "Es un juego a la vez. Hoy (el domingo) tuvimos una buena oportunidad de ganar y no pudimos conseguirlo, y es frustrante porque obviamente a estas alturas cada derrota es más dolorosa".

Ganar tres de cuatro partidos no puede ser malo. Pero para medir la urgencia de los Angelinos, el haber dejado escapar el partido del domingo que les hubiera permitido sacar la escoba contra Toronto, fue como un mini infarto. Fue uno de esos juegos que vienen tarde o temprano a la mente cuando el tiempo y la vida de la temporada se van agotando.

"Tenemos que jugar buen béisbol, empezando en el primer inning mañana (el lunes)", prosiguió Wilson, un ex Vigilante. "La cosa de ese equipo es que pelea hasta el último strike. Si les damos una pulgada, nos van a hacer pagar. Tenemos que estar arriba desde un principio, y mantenerlos en sus talones".

El manager Mike Scioscia está esperando que el derecho Jerome Williams le ofrezca otra buena actuación como la de la semana anterior en Texas, cuando permitió sólo una carrera en 7 2/3 innings en una causa perdida.

"Jerome lanzó un juego realmente fuerte en Texas y ojalá haga lo mismo", dijo Scioscia. "Ojalá que podamos apoyarlo haciendo las jugadas a la defensiva y hagamos un mejor trabajo".

El venezolano Martín Pérez, que sostuvo el duelo con Williams en ese partido del miércoles, abrirá por los Vigilantes en Anaheim. El juego está programado a las 7:05 pm.

"Cada juego es importante para nosotros", agregó Scioscia. "Ojalá que podamos hacer algunas de las cosas que hicimos en la serie en Texas al colocarnos en posición de ganar, y ojalá que ahora sí podamos completar el trabajo".

Ernesto Frieri, perdedor del juego del domingo, es uno de los que no puede esperar para estar en el campo de nuevo y tratar de buscar desquite. El colombiano falló dos noches seguidas con oportunidad de lograr salvamentos en Arlington, y luego le volvió a suceder el domingo ante los Azulejos.

"Los hemos vencido antes, los podemos volver a vencer", afirmó Frieri. "Los estamos esperando, queremos pelear, no nos rendimos. Vamos a pelear hasta el final".

Wilson insistió en que aun cuando su equipo está que arde por desquitarse de Texas, tiene que hacerlo de manera inteligente, "controlada", y lo explicó con una analogía divertida: "Es como el fuego. Si quieres calentar tu comida pero se te sale de control, tú casa se va a quemar".

Tal vez los Angelinos van a necesitar estar listos para apagar el incendio.