A sus 41 años, Cibernético se mantiene como una figura de primera en la lucha libre mexicana, en un deporte en el cual se destacan los más jóvenes por las acrobacias y vuelos aéreos, mientras que su fuerte es precisamente la lucha al ras de la lona.
Octavio López Arreola, verdadero nombre del luchador que comenzó en 1992 como profesional, ha estado al tanto que tiene que adaptarse a la lucha libre y no esperar que esta se adapte a él.
"Es difícil, pero se tiene que evolucionar. Si uno no evoluciona con la lucha libre, está perdido porque hay muchos luchadores estrellas que están perdidos que han sido estrellas a principios de los 90, principios del milenio, pero ya no porque no han evolucionado", explicó Cibernético a ESPN Digital. "El hecho de evolucionar es que te dejes llevar de la mano con la lucha libre actual. La lucha libre no va a esperar a que tú evoluciones, si no te quedas ahí".
Aunque no quiso abundar, López Arreola afirmó que muchas estrellas de finales de 1990 y comienzo del milenio ya no son figuras elites y que quienes dominan son los luchadores más jóvenes con estilos voladores. Eso no quiere decir que no tengan lugar en la lucha libre mexicana, pero no se han adaptado a los tiempos, a su entender.
"Hay muchos compañeros que se han quedado ahí. La visión que he tenido es que yo evoluciono con la lucha libre", añadió López Arreola. "Con esto no digo que hago lances o que hago topes, pero me tengo que adaptar al estilo de otra forma, pero que vaya conforme al ritmo de este deporte".
El luchador no es el modelo de un típico luchador mexicano del presente. Con estatura de seis pies y un peso que ronda las 236 libras, está muy lejos de ser lo que conocerían en Estados Unidos como un categoría crucero. De hecho, López Arreola se dedicaba al fisiculturismo antes de entrar de lleno en la lucha libre.
"Ha evolucionado, antes no había tantos vuelos, era más a ras de lona, era más terrestre, tradicional", analizó López Arreola. "Ahora es ya más aérea, más peligrosa. Pero hay que ver una cosa con lances y todo eso. La gente que hace esos movimientos son luchadores delgados, bajitos en estatura. Ha subido el rendimiento de esa forma, pero el luchador ha perdido un poco de personalidad.
"Si usted ve en la calle a un luchador, tiene que parecer luchador".
Cibernético, en sus diferentes modalidades, ha sido parte importante de casi todas las promociones mexicanas. Comenzó a entrenar bajo la tutela de leyendas mexicanas como Karloff Lagarde y Ray Mendoza y recibió consejos de Ojo de Tigre y Villano III. Sus primeros pasos fueron en la Universal Wrestling Association como Urko y Espíritu Negro antes de desarrollarse como Cibernético.
En el Toreo de Cuatro Caminos en el 1994, hizo pareja con El Canek y Dos Caras y ahí logró uno de sus mayores sueños.
"Mi inspiración desde muy chavo fue Canek, pero toda mi vida desde que tengo uso de razón he querido ser luchador", reconoció López Arreola.
Ahí traicionó a su héroe y se alineó con los Villanos en un intento por mantener a flote la UWA antes de que cerrara y llevara sus talentos a la AAA, en donde comenzó su relación y feudos ante Perro Aguayo, Pierroth Jr., La Parka y se re encontró con el Canek, a quien volvió a traicionar. Estos cambios, de técnico a rudo, no le molestan al luchador, quien conoce muy bien cómo ejecutar ambas escuelas.
"Empecé como técnico pero mi carácter, mi esencia es ruda", explicó López Arreola. "La misma gente me recibe como técnico, pero yo manejo las dos escuelas, la técnica y la ruda. Si me preguntas qué soy, pues soy rudo, pero la gente no me ve así".
Detalló que parte de su magia para extender su carrera de luchador, en donde al presente es campeón completo de Lucha Libre Elite, es que ha sabido manejar muy bien el personaje de antihéroe.
"Yo le llamo antihéroe, que es el rudo que la gente quiere. Como en su tiempo el Perro Aguayo, como lo fue Fuerza Guerrera, como fue Pierroth", dijo López Arreola. "Ellos son rudos que la gente apoya, sean rudos o técnicos la gente los apoya. Creo que estoy en ese caso, afortunadamente, para mí y mi carrera".
López Arreola militó en casi toda su carrera en la AAA, en donde se desarrolló como uno de los principales rudos al formar Los Vípers, Lucha Libre Latina y La Secta Cibernética, entre otras. En esta última perdió su máscara y sufrió una lesión que lo llevó estar fuera varios meses y regresar como el principal técnico de la promoción.
"Las dos tienen su chiste. Como rudo, puesto que traigo eso en la sangre, pero también como técnico, pero le llegas a agarrar un cariño", afirmó sobre los diferentes bandos.
En el comienzo de su carrera, López Arreola tuvo una corrida de poco más de un año en la WWE, cuando la compañía estadounidense se alió a la AAA e intercambiaron talentos. En retrospectiva, el luchador dijo sentirse apenado de aún ser muy joven y no poder aprovechar esa oportunidad en territorio estadounidense.
Entre otras actuaciones, Cibernético fue parte del Royal Rumble celebrado en San Antonio en 1997, lo que cerró su corta corrida en la WWE.
"Fue una experiencia muy buena. Lamento no haber tenido yo la visión o el tiempo en la lucha libre. Pude haber hecho más, pero estaba muy verde en ese tiempo. Si hubiese tenido más experiencia, habría hecho más todavía", dijo López Arreola. "En ese tiempo era muy difícil que se hubiese adaptado el luchador mexicano. Ahorita, que ha evolucionado la lucha libre americana, porque ha tenido el jalón de la lucha mexicano y el estilo japonés es más fácil".
López Arreola dijo sentirse muy cómodo en su promoción actual, Lucha Libre Elite, que de acuerdo a él es el futuro de la lucha mexicana al fusionar diferentes estilos del espectáculo deportivo.
"La ventaja que tiene lucha Libre Elite es que agarra todos los estilos", explicó. "Tiene estilo variado, que es lo que la gente quiere y necesitaba aquí en México... cierto tipo de lucha en esta empresa, cierto tipo de lucha en otra empresa".