Después del segmento de cierre de la semana pasada y un acto final de desafío, Mick Foley finalmente vio el hacha que colgaba sobre su cabeza caer mientras Stephanie McMahon canalizaba la frase más famosa de su padre: "Estás despedido".
Era el ímpetu perfecto para un espectáculo que no tenía mucho planeado previamente; tuvimos un segmento de apertura y un papel prominente para Sami Zayn, que llevó a una impresionante lucha de apertura entre Zayn y Samoa Joe (ninguno de los cuales tiene nada sólido para WrestleMania, hasta este punto). McMahon también buscó venganza contra cualquier otro simpatizante de Foley, y produjo el tipo de energía frenética que debió haber ayudado a empujar a Monday Night Raw sobre la línea de llegada rumbo al programa previo a WrestleMania 33 la próxima semana en Filadelfia.
Pero lo que debió haber sido una noche llena de emoción, anticipación y sí, tal vez incluso un poco de decepción, en su lugar se convirtió en la segunda marca negra seria contra la fanaticada del Barclays Center en Brooklyn, que insistió en ser el centro de atención de la noche, echando a un lado el producto en el cuadrilátero.
Ya había sido una semana embarazosa para los aficionados a la lucha libre, ya que materiales clasificados X que involucraban a Paige, Xavier Woods y Brad Maddox fueron filtrados en la internet y arrastró a los fanáticos de poca monta a compartir sin vergüenza alguna en redes sociales. Luego, a través de toda la noche hubo numerosos gritos de "Queremos a Paige" en la arena, incluso durante una lucha entre Charlotte Flair y Dana Brooke.
Mientras eso fue lo peor que Brooklyn sacó (junto con un grito de pende...), estuvo lejos de ser el único momento irrespetuoso absoluto transmitido a los luchadores en el ring. Hubo gritos de "CM Punk" dirigidos tanto a McMahon como a Triple H, "Queremos a Asuka" durante una intensa lucha con implicaciones para WrestleMania entre Bayley y Nia Jax, una "ola" continua rodando entre la multitud y, para colmo, tuvieron la osadía de gritar, "somos impresionantes" al culminar todo.
Hay temas profundamente arraigados que alimentan los gritos de Punk y otras debilidades de la audiencia, pero el lunes mostraron los peores ejemplos del derecho de los aficionados a convertirse en un deplorable grupo en un momento altamente visible del año para la lucha libre. No niego que cualquier fan que pague el precio de admisión a un evento de la WWE tiene todo el derecho a hacer lo que quiera y reaccionar como quieran, dentro de la razón básica, pero sólo un poco de este comportamiento se puede achacar a un producto "aburrido" o superestrellas poco populares.
Después de que la muchedumbre de Brooklyn se avergonzó completamente durante la totalidad del evento principal de SummerSlam ahogando una fuerte actuación de Seth Rollins y Finn Balor debido a la aparición de un nuevo título, muchos esperábamos que la minoría vocal de la multitud reduciría al menos sus tonterías o fuera ahogada por otros. El lunes demostró que era todo menos eso y que, a pesar de la gran infraestructura del edificio, la típica multitud de espectáculos de la WWE en ese lugar es completamente indigna de un momento tan destacado.
FALLOS Y ACIERTOS
• Traer al verdadero Dr. Kevin Wilk para actualizar el progreso de Seth Rollins fue un golpe genial. Las afirmaciones de que Rollins estaba "haciendo progresos milagrosos", pero que ningún médico en el mundo lo aprobaría para WrestleMania, fue la configuración perfecta para lo que Triple H trajo más tarde en la noche. Después de dejar caer un par de citas de "Que tengas un buen día", Triple H giró todo alrededor de la multitud y casi inmediatamente les hizo comer de su mano. No dejaba de repetir: "Todo fue culpa de ustedes" que Foley hiciera lo que hizo, y lo mismo ocurre con las acciones de Rollins la semana pasada. Finalmente obtuvimos la indicación más clara (y el medio) para el enfrentamiento Triple H-Seth Rollins en WrestleMania; todo lo que Rollins tiene que hacer es firmar una exención y una lucha no sancionada es un hecho.
• Chris Jericho entregó su edición especial de "The Highlight Reel" y fue una de las tres únicas personas que realmente comandó la atención de la indisciplinada multitud en esa noche. Él reveló el "verdadero" Kevin Owens mostrando una imagen de Owens a los 16 años que llevaba una camiseta de Y2J y posando delante de un cartel de Jericho, insistiendo en que sería imposible para Owens llegar al nivel de su héroe. Owens, con ayuda de Samoa Joe, propinó una sólida paliza a Jericho y luego posó sobre él, agregando otra capa a su bien desarrollada historia.
• Aunque WWE no es culpable de muchas de las situaciones ocurridas el lunes por la noche, los momentos finales del evento principal fueron un poco difíciles de tragar. Si había dudas sobre cómo WWE considera a Braun Strowman, estas fueron despejadas en ese marco de tiempo, a pesar de una divertida y competitiva lucha durante gran parte del evento, Strowman claramente se convirtió en la tercera rueda y un dispositivo de la trama en el momento en que las luces se apagaron y The Undertaker apareció. Después de huir hace dos semanas, Strowman recibió gargantilla, que fue suficiente para distraer a Taker, permitiendo que Roman Reigns propinara una spear al Enterrador. Mientras que la mayoría está preocupado por la lucha y los resultados potenciales para su enfrentamiento en WrestleMania, me quedé sentado aquí rascándome la cabeza y preguntándome qué Strowman podría tener después de hacer todo lo posible para ganar una gran recompensa y tener los reflectores alumbrándole. No se ve muy bien para él.
• Foley rompiendo las tarjetas para dar su ardiente adiós fue una buena salida para él, pero nunca me cansaré de escuchar a un McMahon proclamando "Estás despedido" en el aire. Su carrera fue inconsistente a veces, pero el segmento tras bastidores con Zayn, Cesaro & Sheamus, la división de peso crucero y Bayley dando abrazos fue un recordatorio de algunos de sus éxitos. El caos será mejor para Monday Night Raw en la última semana antes de WrestleMania y posterior a ello y esperamos que todo vaya bien con su cirugía de cadera y recuperación.
• Hablando de todos los abrazadores antes mencionados, Bayley y Cesaro & Sheamus, en luchas separadas, fueron obligados a actuar por McMahon con graves consecuencias potenciales en WrestleMania en juego. La lucha de desventaja de 4 contra 2 de Cesaro y Sheamus fue básicamente inútil, ya que Luke Gallows y Karl Anderson continuaron echando a un lado nuestra suspensión de la realidad y agolpearon a sus compañeros de equipo en detrimento propio, permitiendo que el equipo en desventaja ganara y conservara su puesto en la lucha de campeonato de triple amenaza de Raw.
• Bayley no tuvo tanta suerte. Ella fue colocada en lucha sin descalificación contra Nia Jax, con la oportunidad de Jax para sumarse al encuentro su podía derrotar a la campeona por segunda ocasión en igual número de semanas. Por mucho que parecía hecho a la medida para permitir que Sasha Banks interfiriera a favor de Bayley una vez más, no se materializó y Jax ganó su oportunidad por el título en encuentro que también cuenta con Charlotte Flair. Aun cuando es muy tarde para alterar uno de las "cuatro grandes" luchas de título, Jax ha estado involucrada lo suficiente con las demás para que tenga sentido. Ella tendrá una tremenda oportunidad de hundirse o brillar el 2 de abril.
• Brian Kendrick venció a TJ Perkins y luego se jactó de cómo enseñó a Akira Tozawa otra lección robándole su pasaporte. Supongo que los delitos graves son buenos ahora, después de que Randy Orton provocó un incendio en SmackDown. Los cruceros estuvieron bien representados más tarde en la noche, con otra buena lucha entre Austin Aries y Tony Nese y luego una sesión verbal entre Aries y Neville. El campeón de peso crucero y su rival tienen gran química en todo, y esta lucha se está configurando como una de las imperdibles en Orlando.