Con la intención de generar más aficionados al pancracio, la Arena México inauguró un restaurante dentro de sus instalaciones, en donde la llamada “Catedral de la Lucha Libre Mexicana” ofrecerá una atracción extra pues podrán degustarse platillos culinarios de calidad mientras se contemplan los combates.
El Secretario en Turismo de la Ciudad de México, Armando López, quien encabezó junto a representantes del Consejo Mundial de Lucha Libre y figuras como Atlantis, Cien Caras, Último Guerrero, Negro Casas, entre otros, cortó el listón inaugural para dar paso al primer día de servicio de este lugar.
En el local se ofrecerá un servicio de comida buffet con el mismo costo de la entrada a la arena, y el único costo extra se generará de la venta de bebidas, según informó Rafael González Hermosillo, Director Operativo de la cadena Freedom, franquicia que opera el lugar.
Dicha modificación a la Arena México no fue del agrado de algunos fanáticos que semana a semana acuden al recinto, ya que consideran que “la lucha libre es del pueblo y esto no es para el pueblo”. No obstante, González Hermosillo discrepó con el pensamiento de los fieles seguidores del pancracio, ya que considera que “los precios no varían tanto, una entrada en ring side cuesta prácticamente lo mismo que la experiencia del restaurante, en donde se tiene el plus del ambiente familiar con servicios sanitarios propios, mientras que comprar una cerveza o una botana en el graderío estaría emparejando los gastos de la gente”.
Comparando costos, un boleto normal para la zona de ring side cuesta alrededor de 460 pesos, y si sumamos 80 pesos del costo de una cerveza doble, 25 de una torta, unas palomitas de maíz o una bolsa de papas fritas, da un total de 565 pesos, mientras que la experiencia de turibus más ingreso al restaurante con derecho a comida buffet y una bebida nacional, tiene un costo por persona de 900 pesos.
En lo que respecta a la venta de bebidas alcohólicas, González Hermosillo señaló que no se dejarán de vender en la lucha estelar, tal como sucede con los llamados cubeteros, pues el Freedom ofrecerá todos sus servicios dos horas antes de cada función y cerrará una hora después de que terminen las veladas luchísticas de los martes, viernes y domingos.