Es la temporada, ¿verdad?
No hubo señales de Shane McMahon, The Usos o The Bludgeon Brothers el martes, mientras que Daniel Bryan y Rusev esencialmente no se presentaron. Sí, SmackDown Live se sintió un poco agotado.
Después de toda la emoción y el caos de las semanas previas a WrestleMania y el Greatest Royal Rumble, la cadencia tuvo que disminuir en algún momento.
Esto no es necesariamente una decisión creativa perezosa. La fundación de los próximos meses debe comenzar en algún lado. Hemos tenido tantos momentos de colócame en redes sociales entre las nuevas convocatorias y las revisiones generales que SmackDown se tuvo que detener, respirar y dejar que algunas de estas narrativas se cumplieran.
El show del martes por la noche se sentía más como un tiempo de relleno. Para ser más exactos, fue su espectáculo de variedad de jardín antes de un gran evento. Si el PPV Backlash que se acerca el domingo parece un puente para llevarnos de WrestleMania a Money in the Bank, entonces SmackDown fue un puente para llegar a ese puente.
Pero no reforcemos los negativos. Claro, no hubo mucha acción, pero estaba The Miz, y me gustaría extender mi gratitud por quien haya decidido llevar a The Miz a la marca azul.
Ya sea que esté directamente involucrado en la trama o no, él, más que nadie, puede provocar rivalidad solo con sus labios. Sin Miz, este episodio de SmackDown podría haber sido lo opuesto a lo que se debe TV obligada. Su segmento por si solo sirvió para tres propósitos:
1. Odiar a Seth Rollins y promover su lucha el domingo por el título Intercontinental.
2. Establecer las bases entre Jeff Hardy y Randy Orton, la última lucha agregada a la cartelera de Backlash y
3. Entrar al ring en la lucha de apertura (y la mejor) de la noche.
Miz volvió a demostrar que no necesita un título ni ninguna pedazo de metal. Solo su boca. Consiguió que Hardy ofreciera una de sus mejores entrevistas desde que regresó a la WWE hace un año.
"[Eres] un aspirante a Hollywood molesto, autoritario", dijo Hardy cuando le pidieron que comparara The Miz con Rollins. "Si fueras mejor que Seth 'Freakin' Rollins, habrias ganado en el Greatest Royal Rumble. Como lo hice yo".
Cuando Orton eventualmente se dirigió al ring, The Miz se burló de él por haber caído tan bajo en la lista de los 10 mejores de SmackDown desde hace unos meses. Orton no pareció caer en las travesuras de The Miz, diciendo que solo atacará cuando ataque, ya sea contra Miz o Hardy.
Resulta que estaba en contra de ambos. En la lucha inicial, Orton y Hardy se unieron para enfrentar a The Miz y Shelton Benjamin. Miz hizo su mejor imitación de Bryan con algunas patadas descendentes, pero la batalla le pertenecía a Orton.
Primero, puso a The Miz en la mesa del locutor con un golpe lateral, luego entregó un DDT de la segunda cuerda con Miz en un brazo y Benjamin en el otro. Finalmente, Orton golpeó a Benjamin con un RKO, preparando la bomba Swanton de Hardy antes de ganar antes de, lo adivinaron, atrapar a Hardy con otra RKO, una advertencia no tan sutil sobre qué esperar el domingo.
Si el espectáculo hubiera terminado en ese punto, estaríamos satisfechos.
FALLOS Y ACIERTOS
-- Sí, parece que Samoa Joe va en 15 direcciones diferentes en este momento, pero el martes coqueteó con una historia probable con AJ Styles después de Backlash. Tuvieron una rivalidad memorable en sus días de Impact Wrestling, pero volver a visitar esta lucha en la plataforma de la WWE sería aún más grande y mejor. Además, Joe podría verse enredado con Shinsuke Nakamura en el futuro cercano. Todos recuerdan sus encuentros en NXT, así que por favor, háganlo.
-- En el evento principal, The IIconics, junto con su compañera y campeona femenina Carmella, perdieron ante Charlotte Flair, Becky Lynch y Asuka. No es exactamente un comienzo estelar para Billie Kay y Peyton Royce, que esperan que no caer en el mismo vórtice que Absolution mientras estuvo en Raw o The Riott Squad. Ambas son sólidas intérpretes en el ring que necesitan florecer como rudas genuinas, algo que SmackDown está extrañando.
-- Me encanta el hecho de que a Big Cass se le haya dado algo de margen para desarrollar su aura de chico malo. Sin embargo, la naturaleza irreverente de traer a un enano para burlarse del tamaño de Daniel Bryan era simplemente una tontería. Cass no es un tipo gracioso, y está bien. Déjalo ser orgánico y solo hablar basura. Mejor aún, quizás que hable menos y deje que sus grandes botas hagan el trabajo. Eso le serviría aún mejor. A menos que seas The Miz, lo último que Raw o SmackDown necesitan en este momento es otra personalidad locuaz y molesta, cuando está claro que los fanáticos preferirían ver los slams y los suplexes.
-- Parece que Lana se unirá al Día de Rusev. Su experimento como una ruda en SmackDown estaba en algún lugar entre meh y horrible. Cualquiera que se una a Rusev en este momento está obligado a convertirse en oro, sin importar que sea su propia esposa.
-- En general fue una lucha desechable, pero Sheamus y Xavier Woods dieron un buen espectáculo, con el miembro de New Day ganando con una virazón accidental. Parece poco probable dado su fuerte marketing como equipo, pero dividir el New Day no sería lo peor. Woods, Kofi Kingston y Big E podrían prosperar (y los dos últimos, han prosperado) como luchadores de sencillos. Imagine esto: el trío lucha contra cualquier rival de alto perfil, cuando Big E canaliza su Seth Rollins interno y derriba a sus compañeros de equipo con un sillazo. Solo lanzándolo ahí afuera.
-- Solo así, Absolution ha sido declarado una cosa del pasado. En un segmento tras bambalinas, la nueva directora general de SmackDown, Paige, les dijo a sus ex parejas, Mandy Rose y Sonya Deville, que ya no son una facción. Lo diremos de nuevo: déles la oportunidad de tener éxito como competidoras de sencillos. Incluso si solo una brilla a largo plazo, será una victoria.