Los segmentos de apertura y cierre de Raw de la edición de camino a Extreme Rules el lunes en la noche reflejaron las dos maneras muy diferentes en que van las cosas en dos de las luchas principales del show.
Para empezar, Bobby Lashley y Roman Reigns desafiaron la voluntad de Kurt Angle y aparentemente a la mitad de la lista de Raw cuando lucharon dentro y fuera del ring durante la mayor parte de los 10 minutos. Tanto Lashley como Reigns aparentemente podían lanzar a sus oponentes por todas partes a voluntad, y aunque Reigns se rió al último con una zambullida sobre la cuerda superior en Lashley y alrededor de una docena de otras superestrellas (así como un antebrazo, para cerrar con broche de oro), ambos parecían estar a la altura de la tarea de la guerra por venir. Fue el esfuerzo más fuerte por parte de ambos atletas en este punto en su incipiente rivalidad, y aunque ciertamente hay algunos fallos en la manera en que llegamos a esta lucha, el interés en el espectáculo que se avecina ha llegado a su punto máximo antes del domingo.
Por el contrario, Drew McIntyre y Seth Rollins se encontraron en el evento principal del espectáculo a través de circunstancias bastante dudosas después de que una promoción en el ring tomara el mal camino apuradamente. Todo comenzó con Rollins y Dolph Ziggler tomando turnos para edificarse mutuamente antes de su lucha Iron Man por el título Intercontinental en Extreme Rules: un refrescante cambio de ritmo al estilo típico de la moderna promoción de la WWE, como superar a alguien elevado en lugar de a alguien al que ha estado derribando verbalmente durante semanas es más impresionante.
Una vez que McIntyre se involucró, sin embargo, Rollins pareció alegar que Ziggler tenía el control de McIntyre porque estaba ocurriendo una especie de situación de chantaje, con Rollins yendo muy por debajo del cinturón al inferir algún tipo de bestialidad con una oveja.
Si se le diera la opción cuando Raw salió al aire, la mayoría de los fanáticos probablemente hubiera preferido la idea de este último, una lucha entre dos destacados de RAW en el evento principal durante 20 minutos, en lugar de otra batalla de egos entre Lashley y Reigns para ser justos, fue un esfuerzo sólido por parte de McIntyre, con algunos momentos en los que demostró su fuerza monstruosa incluyendo una power bomb levantando al oponente totalmente, en camino a una sorprendente victoria.
En realidad, se trata de lo que buscas sacar del programa y si los fines justifican los medios. Si el lunes por la noche demostró algo, es que Raw a veces es capaz de entregar en grande tanto en la construcción como en la ejecución, pero todavía hay mucho margen de mejora en otras partes del espectáculo.
Basta con ver qué tan mal se ha ido la situación con Bayley y Sasha Banks en las últimas semanas como prueba. La acumulación de su ruptura fue mal manejada desde el comienzo, con salidas en falso, reuniones breves y una mezcla aparentemente interminable de luchas en pareja. Luego, cuando finalmente pareció que sus tensiones finalmente se habían desvanecido Bayley niveló a Banks y la golpeó de columna en columna.
Todos, menos los más casuales de los fanáticos de WWE, saben cuán lejano es su pasado y cuánto sacaron en una serie de enfrentamientos épicos, y aunque hubo una dificultad para llegar a este punto, la emoción de que este lucha finalmente suceda de nuevo fue sólida.
Luego, por alguna razón inexplicable y aún por explicar, fueron enviados a "consejería de amistad" bajo la amenaza de ser despedidas, en lugar de dejarlos luchar para arreglar sus diferencias en el ring. Ya sabes, la motivación de raíz para casi todos los que alguna vez han entrado en un ring de lucha profesional. ¿Arreglarlas diferencias a través de la acción en el ring? En un programa que sugiere varias veces por semana a los competidores masculinos que, "En Raw, arreglamos las cosas en el ring", Banks y Bayley se vieron forzadas a fracasar con el Dr. Shelby la semana pasada que tuvo ocasionalmente un momento divertido pero en gran parte fracasó a ambas intérpretes.
Como si ese fracaso no fuera suficiente, acudieron a un consejero diferente esta semana, y aparte de unas pocas palabras sueltas, los espectadores de Raw obtuvieron menos de un minuto de ver o escuchar lo que incluso sucedió en esa oficina en un par de cortes. No solo se ha desvanecido casi todo el interés por una lucha que no se puede perder y la rivalidad a través de la pura apatía, sino que en un momento en el que al menos trataron de reunir la tensión o el humor, no encontraron ninguno.
Hay bastante que esperar en el lado Raw de Extreme Rules, pero a pesar de la profundidad de la división de mujeres de Raw en este momento, la falta de narración de historias más allá de la imagen del título es preocupante.
FALLOS Y ACIERTOS
-- Kevin Owens sigue siendo el alivio cómico de Raw y, sin embargo, no ha perdido la cara a pesar de cada momento humillante que ha sufrido a manos de Braun Strowman. Recibió una nota del médico y estuvo en la oficina de Angle toda la noche, solo para descubrir que no tendrá a dónde ir el domingo, ya que se agregóa una lucha enjaulado contra Strowman a la cartelera de Extreme Rules.
-- Fue revelador que tipos como Finn Balor y Bobby Roode salieran al ring tratando de romper la escaramuza de Lashley y Reigns. Ambos tipos parecen estar perdidos en Raw, y aunque hay algo de historia entre Balor y Baron Corbin, es difícil sentir que el ex campeón Universal (o el ex campeón de los Estados Unidos Roode, en este caso) están logrando el potencial esperado. Su lucha en parejas contra Corbin y Elias contó una historia interesante, con Corbin propinando la plancha a Roode. Tal vez Roode y Balor podrían levantarse entre sí una vez que superemos las Extreme Rules.
En una nota al calce, no es frecuente que Elias se vea eclipsado musicalmente, pero "Itsy Bitsy Balor" le dio a Corbin la ventaja el lunes.
-- Todo lo que vimos de Ronda Rousey en esta noche fue revelación promocional (obviamente inspirada) para WWE 2K19. Ella tendrá un asiento de primera fila para la lucha o por el campeonato de mujeres de Raw en Extreme Rules entre Alexa Bliss y Nia Jax el domingo, pero Jax y Bliss se enredaron como parte de una lucha en parejas que también contó con Mickie James y Natalya en Raw. Jax mostró una ofensiva impresionante, especialmente con un slam de gran altura y para llevarse la victoria sobre James, pero la lucha en sí se sentía torpe a veces. Bliss atacó después de la lucha con un palo de kendo, aparentemente su arma de elección, pero Jax lo partió por la mitad. Se siente como si esta fuera la última de Jax and Bliss, con Rousey involucrándose, pero ya nos engañaron antes.
-- Mientras que la revancha entre Ember Moon y Liv Morgan no alcanzó la cohesión de su batalla la semana pasada, Morgan se movió bien y mantuvo el ritmo con Moon todo el tiempo. También realizó un par de movimientos que canalizaron un giro en algunos clásicos de Trish Stratus; con un bulldog de media cuerda a la cabeza de Moon, así como a una deslizada a un puente completo para evitar una patada, Morgan mostró el aresenal de movimientos que con frecuencia no podía mostrar previamente. Moon obtuvo la victoria a través de una acumulación creativa de jackknife, y continuó demostrando por qué su futuro se ve tan brillante.
-- Bo Dallas y Curtis Axel continuaron el acto de disfrazarse, pero con Dallas sumando otra victoria para el B-Team sobre Matt Hardy, su impresionante racha de victorias continuó a pesar del ataque posterior a la lucha de Hardy y Bray Wyatt. Este encuentro titular en parejas tiene todos los símbolos de una asignación al espectáculo pre evento, pero ya veremos.
-- Finalmente obtuvimos una revancha entre Mojo Rawley y No Way Jose que estuvo cuatro semanas en proceso. No me puedo imaginar que haya sido una coincidencia que la línea de conga huyera desde el ringside y no hubiera hamburguesas con queso para que Mojo las hostigara. Fue otra victoria decisiva para Rawley, que da una indicación bastante clara de dónde se encuentran estos dos.