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Djokovic es el N° 1 y definirá con Nadal

LONDRES -- Festejo por duplicado. Y para la historia. El serbio Novak Djokovic le ganó al francés Jo-Wilfried Tsonga y logró su ansiado objetivo de convertirse en el nuevo N° 1 del tenis mundial, en el listado que dará a conocerse el próximo lunes. Además, este triunfo en césped le permitió avanzar por primera vez a la final de Wimbledon. Allí definirá con el español Rafael Nadal, hasta ahora rey, quien superó al escocés Andy Murray.

Djokovic, segundo cabeza de serie en el Grand Slam británico, derrotó a Tsonga (12°) por 7-6 (7-4), 6-2, 6-7 (9-11) y 6-3 en la primera semifinal, en el court principal del mítico All England Club de Londres.

El serbio, campeón de la Copa Davis en 2010, inició allí una serie extraordinaria de triunfos, que llegó a ser de 43 consecutivos, hasta que perdió con el suizo Roger Federer (3°) en la semifinal de Roland Garros. Esa caída en la arcilla parisina le impidió ser en ese momento el nuevo rey del circuito ATP.

Ahora, un mes después, Djokovic se dio el gran gusto de poder desplazar el lunes que viene a Nadal, actual monarca, más allá de que el zurdo mallorquín pueda superar al propio serbio en la final del domingo en Wimbledon.

En la segunda semi, Nadal se recuperó y pudo doblegar otra vez a Murray, el N° 4 del ránking, por 5-7, 6-2, 6-2 y 6-4, ante la nueva y gran decepción del público británico.

Ahora Nadal lleva 20 partidos ganados al hilo en este torneo en canchas de césped, incluyendo los títulos de 2008 y 2010 -no participó en 2009-, mientras que Murray aspiraba a ser el primer varón británico en ganar el certamen desde que lo hizo el inglés Fred Perry, en 1936. Pero se quedó por tercera vez seguida afuera en semi.

Djokovic, eliminado en 2010 en semi de Londres por el checo Tomas Berdych -víctima de Nadal en la final-, sumó 720 puntos. Ahora, al meterse en la final del domingo, ya se aseguró 1.200 unidades, por lo que ya mejoró 480 con respecto al año pasado.

Por su parte, Nadal, aún cuando puede obtener otra vez el torneo, sólo podrá retener los 2.000 puntos conseguidos por su coronación del año último. Por lo tanto, el español podría, de máxima, mantener su puntaje, mientras que el serbio, que llegó a Londres como escolta, a escasas 65 unidades, ya logró superar su puntaje en 480, por lo que se aseguró alcanzar la cima del ránking.

En marzo pasado, Djokovic desplazó a Federer del 2° lugar del listado. En eta temporada, el serbio ya acumula un total de 46 victorias y apenas una caída. Además, suma siete títulos, incluido el Abierto de Australia, y luego cuatro Masters 1000 en los que derrotó a Nadal en las finales, como pasó en Indian Wells, Miami, Madrid y Roma.

Con su paso a la final, Djokovic consiguió ya su mejor actuación en Wimbledon en toda su carrera profesional, ya que había sido semifinalista en 2007 y 2010.

De esta manera, Djokovic llegó a la final en tres de los cuatro 'Majors', porque obtuvo el Abierto de Australia en 2008 y 2011, fue finalista del US Open en 2007 y 2010, ahora arribó a la definición en Londres y fue semifinalista de Roland Garros en 2007, 2008 y 2011.

El lunes, con 24 años, un mes y 12 días, el serbio se transformará oficialmente en el N° 1 del ránking y será el varón en actividad con más edad en llegar al trono del listado.

El mallorquín ya cede el primer lugar del ránking después de 56 semanas en la cima. El australiano Lleyton Hewitt tenía 20 años y ocho meses cuando trepó al número uno, el estadounidense Andy Roddick había cumplido ya los 21 años y dos meses, Nadal lo hizo a los 22 años y dos meses, Federer tenía tres meses más que el español al convertirse en rey y el español Juan Carlos Ferrero se encontraba ya con 23 años y seis meses.

Djokovic acaba así con la duopolio instaurado por Federer y Nadal en esa posición desde que el suizo alcanzó el podio de la ATP por primera vez, el 2 de febrero de 2004, desplazando así a Roddick.

UN TRIUNFO MERECIDO
"Es difícil expresar con palabras lo que se siente al estar en la final", dijo Djokovic, en la cancha, tras el triunfo en el que perdió dos bolas de partido en el tercer set. Luego supo resolverlo con autoridad en el cuarto parcial.

El segundo favorito quiso comunicar lo "muy contento" que se siente por "estar jugando bien" esta temporada y recordó que, pese a ser un deporte individual, alcanzar la final de un Grand Slam no se consigue "sin el apoyo de los más cercanos", que estuvieron siguiéndolo en directo en el estadio.

Su rival, Tsonga, lideró el partido al comienzo. Si bien su servicio fue apabullante durante todo el torneo para liderar el ránking de sacadores hasta ahora, con 120 aces (en seis choques), su devolución también se colocó a la misma altura.

Rompió el servicio de Djokovic en el primer juego del encuentro. Ese mérito supuso una gran suma de credibilidad para el francés, que jugaba por primera vez en las semifinales de Wimbledon y llegaba con el ánimo por las nubes luego de eliminar en cuartos a Federer, seis veces campeón en Londres, y tras estar 0-2 en sets.

En el segundo juego, el serbio estuvo a punto de devolver la ruptura, pero éste jugó con tal seguridad que se encaraba a la red cada dos por tres y siempre con acierto. Djokovic se dedicó a mover al adversario de lado a lado, pero el galo, incansable, se hizo omnipresente. Incomprensiblemente para el público, Tsonga llegaba a todas las bolas. Djokovic se desesperaba. Eso lo llevó a lanzar la pelota afuera en el momento más decisivo y dejar correr así la primera de las siete bolas de quiebre que tuvo en el set inicial.

Djokovic había llegado a Wimbledon tras vivir la mejor racha de su carrera y su deber era cumplir este año las expectativas y, al menos, medirse a Nadal en la final o, incluso, levantar su primer trofeo en el All England Club.

Llegado el octavo game, el serbio encontró la ocasión de oro multiplicada por dos. Jugaba nervioso y erraba cuando no se lo podía permitir. Se le iban acumulando las bolas de 'break' sin saber cómo manejarlas. Finalmente, fue Tsonga el que flaqueó, en el 10°, con el servicio. Después de haber salvado tres bolas de rotura, cometió una doble falta en 40-40 y le dio la ventaja a su contrincante. Le puso en bandeja el punto y el marcador se igualó: 5-5.

Obligados a debatirse en un desempate, Djokovic no hizo más que esperar a que Tsonga se precipitara en sus decisiones y fallara en los peloteos. Le hizo el primer 'mini-break' para firmar el 2-4, pero, de nuevo, no fue labor del serbio. Tsonga había dejado la bola en la red y ofrecido el punto a su rival. El francés ya no levantó cabeza y le allanó el camino a Djokovic para salir triunfante de ese primer set.

Las aspiraciones de Djokovic, entre otras, son mejorar su marca en hierba, donde hasta ahora lo máximo que había hecho era coronarse finalista del torneo de Queen's en 2008 y en el de Halle en 2009.

El segundo capítulo fue puro gobierno de Djokovic, que rompió ya en el primer juego y repitió la hazaña en el quinto. Fue el menos emocionante para el público, que quería volver a presenciar el combate a vida o muerte con el que les deleitaron estos dos jugadores.

Y así fue. En el tercer set volvieron a frecuentar la red y a sentenciarse uno al otro con agresivas voleas que desataban calurosos aplausos en las gradas, donde se sentaron, por ejemplo, la actriz estadounidense Laura Linney y Pippa Middleton, hermana de Catalina, duquesa de Cambridge y esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra.

Ese tercer parcial consistió en un tira y afloje entre Djokovic y Tsonga, que se rompieron el servicio repetidamente e hicieron de éste un enfrentamiento a sangre fría. De nuevo, se vieron abocados al desempate. Allí, Tsonga levantó dos bolas de partido y, en la tercera bola de set que se le presentó, anotó el punto para acortar distancias con su rival: Djokovic dos sets arriba frente a uno de Tsonga.

Por su condición de "underdog", como denominan los ingleses al menos favorito de un encuentro, Tsonga se metió al público en el bolsillo y se animaba a estirar el partido.

Lo hizo durante un set más, el cuarto, que empezó con dominio absoluto para Djokovic. El serbio quebró el saque de su contrincante en el segundo juego y ese instante lo encaminó hacia la victoria, conseguida pese a su menor nota en cuanto a puntos ganadores. Djokovic anotó 34 frente a los 41 de Tsonga, pero los 29 errores no forzados del galo jugaron a su favor (el serbio tuvo apenas 13).

Tsonga no se la hizo fácil al serbio. El francés le dio batalla siempre y en dos sets fueron a desempate. El encuentro se caracterizó por mucha acrobacia y un poco de teatro, fiel al estilo agresivo del perdedor.

OTRA VEZ VENCIÓ AL LOCAL
Nadal, actual defensor del título, se presentará el domingo en la cancha central de Wimbledon con 25 años y 30 días, para convertirse en el segundo jugador más joven en tratar de alcanzar la cifra de 13 finales de Grand Slam (hasta ahora ganó 10 de 12), tan sólo por detrás del sueco Björn Borg, que alcanzó esa marca con 24 años.

"Me siento feliz por volver a estar en una final", dijo al terminar el partido el primer cabeza de serie, que añadió que el encuentro contra Djokovic será "como siempre, muy duro", porque esta temporada el serbio sólo perdió un partido y el español cayó hasta en cuatro ocasiones frente a él.

A Murray, esta derrota, sumada a la del año pasado en semi ante Nadal, volvió a dejarlo a las puertas de la final de Wimbledon por tercera ocasión consecutiva, y frustra de nuevo las expectativas del público británico, que no ve ganar en la hierba de Londres a uno de sus compatriotas desde hace 75 años.

"Estoy un poco triste por él, también merecía estar en la final y le deseo lo mejor para el resto del año, especialmente para Estados Unidos. Sólo le falta un poco de suerte para ganar un gran torneo", afirmó el español.

Nadal sufrió con los saques del británico al inicio del primer set y se quedó en blanco en dos ocasiones ante el séptimo jugador que más bolas directas había acertado en el campeonato (61), y que en esta semifinal sumó otros 15 para su cuenta personal.

Pese a que Nadal se mostraba agresivo en sus devoluciones, no lograba forzar puntos de ruptura y, el escocés, ante el júbilo del público del court central, aprovechó la opción que se le presentó en el momento álgido del primer set, con 5-6 en el marcador, para romper el servicio de su rival, anotarse el parcial y dar un golpe de autoridad en el partido.

El inicio del segundo parcial no cambió la tónica de un encuentro en el que Nadal continuaba sufriendo para imponer su saque -fallaba casi la mitad de sus primeros servicios- y padecía con las bolas a más de 215 kilómetros que enviaba el británico, que seguía acumulando juegos ganados por 40-0.

En el peor momento para el español, supo aprovechar los errores de Murray para romper por primera vez el servicio del británico, colocarse con ventaja en el segundo set (3-2) y dejar en blanco en el siguiente juego al británico, que parecía haber perdido la concentración y que cedió el segundo set.

Nadal se metía de nuevo en el partido, afinaba sus saques, y anulaba otra vez el servicio del escocés, que se mostraba por momentos incapaz de contrarrestar las arremetidas del español. Tras ganar el tercero, el español no aflojó en su juego, se colocó con ventaja y desactivó una de las últimas oportunidades para salvar el partido de Murray, que desaprovechó varias bolas de ruptura en el cuarto juego.

El primer cabeza de serie se hizo con el definitivo cuarto parcial, después de desaprovechar una bola de partido con 5-3. Nadal, invicto en Wimbledon desde que perdió la final en 2007 ante Federer, defiende este año por primera vez el título, dado que en 2009 no disputó el torneo debido a una lesión de rodilla.

El español acumula 10 títulos de Grand Slam en su palmarés y sólo perdió hasta el momento dos finales en grandes torneos, en ambos casos en Wimbledon (2006 y 2007) y contra Federer. Justamente, el suizo tiene el récord histórico en cantidad de 'Majors' ganados, con 16.

Si Nadal, que ganó el último Roland Garros, volviera a conquistar Wimbledon este año, reeditaría el resultado de la temporada 2008, cuando también se adjudicó esos dos Grand Slam, y se mantendría en el mismo camino que siguió el año pasado cuando, además de ganar en París y Londres, se proclamó campeón en el US Open.